¿Razones puramente comerciales?

¿Razones puramente comerciales?

SEÑOR DIRECTOR:

La decisión de empresas chinas de desistir de continuar los trámites para invertir en proyectos de litio ha sido explicada por ministros y otros personeros del gobierno como “razones comerciales” o afirmando que “es habitual en inversión extranjera”. Por supuesto, casi siempre eso puede ser explicado con esos argumentos genéricos, también válidos para proyectos de hidrógeno verde.

¿Fueron los altos costos de ingeniería, transporte o tecnología la causa? ¿La caída del precio redujo la rentabilidad esperada? ¿O fue, como muchos temen, el exceso de trámites y regulaciones para obtener los permisos, con plazos inciertos, que los hicieron inviables?

Nuestro país busca posicionarse como líder en la transición energética, porque tiene yacimientos explotables de litio, energía de fuentes no fósiles; pero la ventana de oportunidades podría ser de corta duración. Las explicaciones no han sido suficientes y generan dudas sobre qué razones específicas están detrás de esta retirada.También es lamentable la oportunidad del comunicado de las empresas, justo en la víspera de un viaje a esa nación del Presidente de la República.

Frente a lo ocurrido, es legítimo preguntar: ¿Cuántos proyectos concretos existen en el marco del Programa Nacional del Litio? No basta con una lista de intenciones de licitación y muchas expresiones de excelentes ideas, con plazos que la experiencia indica se transforman en referencias sin exigencias ni incentivos (mecanismos de premios y castigos) para cumplirlos.

Chile no puede permitirse una lentitud exasperante, ni malas noticias, sin un plan B. Si queremos cambiar la matriz productiva, aprovechando las ventajas comparativas naturales, requerimos información y una institucionalidad que considere estándares ambientales y sociales razonables, que de verdad sean cumplibles, probados en otras latitudes, y que generen confianza. En eso, estamos al debe.

Hugo Lavados Montes

Rector Universidad San Sebastián