Recibe un Bizum de 20 euros por error, se lo queda, y la Justicia le condena a pagar una multa mucho más cara
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Recibe un Bizum de 20 euros por error, se lo queda, y la Justicia le condena a pagar una multa mucho más cara

El acusado alegó que se trataba de un malentendido, pero la Audiencia de Zamora confirmó la condena: tendrá que pagar una multa, el reintegro y las costas judiciales por el incidente
En España, Bizum se ha convertido en la herramienta de referencia para enviar dinero entre particulares. La facilidad con la que permite realizar transferencias, con solo disponer del número de teléfono del destinatario, lo ha catapultado desde su lanzamiento en 2016 hasta superar los 28 millones de usuarios activos, facilitando la vida de millones y cambiando los hábitos de consumo financiero.
Al requerir solo de un número de teléfono para realizar transacciones, sin mayor verificación, es fácil equivocarse y enviar dinero a la persona equivocada: errar al introducir un solo dígito supone que el dinero no llegue al destinatario correcto. En general, lo recomendable cuando se recibe un Bizum inesperado es devolverlo directamente al número que lo ha enviado. No solo porque aprovecharse del error de algún tercero sea cuestionable - sobre todo si el tercero en cuestión se pone en contacto para tratar de resolverlo -, sino por evitarse algún problema como el que le ha quedado a un residente de Benavente, Zamora.
Se queda con un Bizum enviado por error y lo tendrá que pagar diez veces
Según relata La Opinión de Zamora, la justicia ha condenado por apropiación indebida a la persona que recibió por error un Bizum de 20 euros y decidió no devolverlo a pesar de la reclamación posterior. El hombre, lejos de arreglar el malentendido - a pesar de que alega haberlo hecho -, optó por quedarse el dinero, ignorando las peticiones de la legítima propietaria. La mujer afectada denunció los hechos, y el Juzgado de Instrucción nº1 de Benavente le dio finalmente la razón.
Todo comenzó cuando un vecino recibió, “de forma no consentida”, una transferencia de 20 euros realizada a través de Bizum. El origen del dinero era una vecina de la misma localidad, que había cometido un error al introducir los datos. El receptor, lejos de aclarar el malentendido, decidió no devolver el importe pese a las reclamaciones, lo que derivó en una denuncia y un proceso judicial.

El Juzgado de Instrucción número 1 condenó al hombre al pago de una multa de 180 euros por un delito leve de apropiación indebida. Además, tendrá que reintegrar los 20 euros recibidos y hacerse cargo de las costas procesales. La defensa intentó sobreseer la causa alegando que todo había sido un malentendido. Argumentó falta de pruebas, reclamó tanto presunción de inocencia como “in dubio pro reo” (en caso de duda, a favor del reo) y sostuvo que se ofreció a devolver el dinero a la denunciante.
Sin embargo, los magistrados de la Audiencia Provincial de Zamora consideraron probados los hechos y respaldaron la sentencia. “Basta el examen de todo lo actuado en el procedimiento y el visionado del acto de juicio, para tener por acreditados unos hechos que, aun siendo negados por el denunciado, han resultado acreditados, existiendo prueba suficiente para llegar a la declaración de los mismos”. Así, el caso de Benavente subraya que quedarse con un Bizum recibido por error puede tener una consecuencia jurídica importante, incluso si la cantidad en cuestión es tan modesta como 20 euros.
Hacienda se adapta al presente: habrá que declarar (algunos) Bizum
El fenómeno Bizum continúa transformando las costumbres financieras del país. Integrada en las plataformas de 38 entidades bancarias, la aplicación ha sido adoptada tanto por particulares como por comercios; en la actualidad, más de 53.400 negocios la emplean para cobrar bienes y servicios. Desde su lanzamiento en 2016, Bizum suma más de 34.000 millones de transacciones, un crecimiento que no ha pasado desapercibido para Hacienda.
La Agencia Tributaria presta atención especial al dinero que se mueve a través de Bizum, especialmente cuando las cantidades o la frecuencia de las operaciones invitan a sospechar alguna actividad económica. Aunque las transferencias a través de la aplicación no se consideran técnicamente movimientos bancarios tradicionales, pueden tener implicaciones fiscales para los usuarios. Desde pagos por ventas o servicios hasta cobros puntuales, algunos de estos ingresos deben figurar expresamente en la declaración de la renta si forman parte de una actividad económica. Por ejemplo, los pagos relacionados con negocios, como la prestación de servicios o la venta de productos, deben ser declarados como ingresos. En estos casos, los usuarios deben incluirlos en su declaración de la renta, ya que Hacienda los va a considerar como parte de su actividad económica.
Para evitar usos excesivos o irregulares, Bizum establece límites diarios y mensuales en las transferencias, aunque los importes concretos pueden variar según la entidad financiera. Estas restricciones pretenden preservar la seguridad del sistema y evitar conflictos con el fisco en el futuro.
El éxito de Bizum responde a la rapidez y sencillez que ofrece en las transacciones cotidianas, pero también evidencia la necesidad de actuar con responsabilidad y mantenerse dentro del marco legal. El caso de Benavente traslada un recordatorio directo: un simple descuido o el mal uso de la aplicación puede acabar en una multa que multiplique el valor del error. El cambio de hábitos financieros, impulsado por la tecnología, va acompañado de nuevas reglas —y de sus correspondientes advertencias— en la era digital.
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