Renfe tendrá que indemnizar a los usuarios cuyos trenes se retrasen más de 15 minutos. Tiene que hacerlo por orden del Congreso de los Diputados que aprobó la enmienda en la que se recogía este detalle dentro de la Ley de Movilidad Sostenible. Ahora el Gobierno quiere torpedearlo y busca soluciones para evitarlo. Asegura tener motivos para ello.
Los hechos. Hace poco más de un mes, el Congreso de los Diputados aprobaba la Ley de Movilidad Sostenible. En ella se recogían directrices para garantizar el apoyo a las ayudas para el transporte público o el primer paso para un nuevo sistema concesional de autobuses.
Pero entre las enmiendas que se hicieron a la ley también se sacó adelante una para que Renfe volviera a indemnizar a los usuarios cuyos trenes se retrasaban más de 15 minutos. Era una decisión que revertía la decisión que había tomado la compañía un año antes, cuando amplió los criterios para devolver parte o la totalidad de los billetes.
¿Qué había pasado? En 2024, Renfe confirmó que rectificaba sus criterios para devolver el dinero de los billetes. Hasta ese año, la compañía tenía como compromiso devolver parte del dinero gasto o su totalidad con las siguientes condiciones:
Con los cambios aplicados en 2024, Renfe está operando de la siguiente manera:
Es decir, en los primeros 59 minutos, el usuario en estos momentos no recibe ni un euro del precio de su billete. Antes, si se retrasaba entre 30 y esos 59 minutos, el cliente recibía el reembolso total del billete. Ahora, por mandato del Congreso de los Diputados, Renfe tiene que volver a las indemnizaciones anteriores. Es decir, empezará a devolver dinero pasados 15 minutos.
Si nada cambia. Y es que el Ministerio de Transportes está buscando las fórmulas jurídicas para evitar que esto suceda, según informan desde Cinco Días. Cuando se anunció la medida, Óscar Puente, titular de la cartera de Transportes, ya adelantó que buscarían soluciones para que el sistema actual no volviera atrás.
Señalan desde el medio que los abogados de Transportes están trabajando contrarreloj para encontrar el sustento judicial que les permita mantener la situación actual. De no ser así, a partir del 1 de enero de 2026, los pasajeros y asociaciones de consumidores tendrán vía libre para reclamar su dinero.
¿Qué pasa con Iryo y Ouigo? Para entender por qué Renfe amplió sus compromisos de puntualidad hay que acudir a las condiciones de devolución de sus competidores.
Ouigo indemniza en los siguientes casos:
Iryo devuelve parcial o totalmente el dinero en las siguientes situaciones:
Inferioridad. Desde que se aprobara la enmienda, lo que sostienen desde el Ministerio es que con este nuevo esquema la compañía compite en inferioridad de condiciones frente a Iryo y Ouigo. Renfe siente que está siendo discriminada en el mercado porque es la única compañía a la que se le exigen estas compensaciones mientras que la italiana y la francesa tienen margen para jugar con las mismas.
Desde el Gobierno ya señalaron esto cuando se aprobó la medida, apuntando a que la enmienda (impulsada por el Partido Popular y aprobada con sus apoyos y los de Vox, Junts, ERC, Podemos y BNG) era una maniobra política para poner el foco en un supuesto caos en Renfe que, a su juicio, no es tal.
Además, apuntan a otro argumento. Los compromisos de puntualidad anteriores estaban diseñados para una estructura donde sólo actuaba Renfe. Ahora, los trenes en las vías españolas se han multiplicado y puede darse la paradoja de que un pequeño retraso provocado por uno de sus competidores obligue a Renfe a devolver el dinero a sus consumidores y no a la compañía originaria del problema.
Un agujero. Si el cambio termina por ser efectivo, Renfe necesita hacer una hucha para los posibles reembolsos. Y es que si tenemos en cuenta los antecedentes, las devoluciones pueden ascender a decenas de millones de euros.
De hecho, cuatro de cada 10 trenes de AVE en verano se retrasaron y hasta dos millones de viajeros que antes obtenían algún tipo de reembolso se quedaron sin él. Según los cálculos de El Mundo, si se repitiera la situación vivida este verano, la compañía tendrá que pagar 79 millones de euros a sus viajeros. Un dinero que este verano se ahorraron en solo tres meses.
El problema, además, ha ido en aumento porque en Cinco Días señalan que el volumen de estas indemnizaciones se quedó en 42 millones de euros en 2023. Sin embargo, desde entonces han aumentado los servicios de Renfe y el tráfico en las vías, lo que aumenta el riesgo de retraso.
Foto | Xataka
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Renfe está obligada a indemnizar por retrasos de más de 15 minutos a partir del 1 de enero. El Gobierno quiere impedirlo
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Alberto de la Torre
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