'Rick y Morty' han vuelto con una buena temporada 8 en Max que juega a lo seguro y convierte la rareza en mera rutina
- 3 Horas, 22 Minutos
- Espinof.com
- Noticias
'Rick y Morty' han vuelto con una buena temporada 8 en Max que juega a lo seguro y convierte la rareza en mera rutina

El mayor problema de 'Rick y Morty' es... la propia 'Rick y Morty'. Si la serie hubiese terminado en su temporada 3, ahora estaríamos hablando de un animal mitológico, recordada por su atrevimiento a desafiar las normas de la animación y la narrativa en cada episodio y su inventiva constante. Sin embargo, después de 74 episodios (y con las temporadas 4 y 5 renqueando), la rareza se ha convertido en la nueva normalidad y el atrevimiento en mera rutina. Y esa es la estocada mortal para una serie que vive y muere en apostar porque el público no va a ser capaz de ver su siguiente movimiento.
Amorty en tiempos revueltos
Durante sus primeras temporadas, todo lo relacionado con 'Rick y Morty' nos sabía a novedad. Los universos alternativos, la televisión dimensional, los clones, las pistolas de portales, la iconoclasta mezcla de sexo, violencia y humor... Sin embargo, llegados a este punto, es difícil que nada nos sorprenda. ¿Morty y Summer viven toda una vida durante una tarde, encerrados en una dimensión de bolsillo de su abuelo? Vale. ¿Rick y el clon de Beth investigan el asesinato de la Reina de los Gromflomitas? Bien. ¿Los clones de Rick y Morty quieren volver a construir la Ciudadela? No pinta mal.
Y al final, ese es el problema: ya no hay nada que pueda impactarnos en esta serie. A lo largo de las temporadas y los años (doce, para ser más exactos) hemos visto morir personajes clave, sacrificios que no llevaban a nada, tramas multiversales que acababan con un "Wubba-lubba-dub-dub"... Cuando te habitúas a que todo puede pasar, cualquier extravagancia se convierte en costumbre. Eso no significa que los episodios de la temporada 8 sean malos, ni mucho menos: son genuinamente divertidos, tienen ganas de desafiarte como espectador y explorar la psique de unos personajes completamente rotos, pero su problema es que ya, hablando en plata, no logra ilusionarnos como antaño, cumpliendo el peor augurio posible: vemos su singularidad como algo normal y corriente.
Quizá haya sido la insoportable carga de merchandising y memes de cuando estuvo de moda (¿os acordáis del famoso "Pickle Rick"?), o quizá, simplemente, que la serie sigue creyendo que se dirige al mismo público mainstream al que se dirigía por aquel entonces y, por tanto, no merece la pena virar el rumbo lo más mínimo. Haced la prueba de decir que estáis viendo 'Rick y Morty' a vuestro grupo de amigos: las reacciones irán entre el "¿Todavía se sigue emitiendo?" y el "¿Por qué sigues viéndolo?". No hay un motivo real: simplemente, nos hemos cansado colectivamente y, por mucho que queramos que nos guste como antes, se ha vuelto imposible.
Ni Wubba-Lubba ni Wubbo-Lobbo
Salvo atrevimientos formales como 'Rick y Morty: el anime', la serie se ha quedado estancada también en lo visual, haciendo de su dibujo fanzinero y underground la nueva tendencia. Por supuesto, los diseños de nuevos personajes siguen siendo un derroche de imaginación increíble, y su violencia sin complejos la convierte en un perfecto revulsivo a las series higienizadas que nos quieren vender los distintos servicios de streaming: se nota que en esta temporada 8 el equipo lo ha dado todo por recuperar la 'Rick y Morty' de siempre, con un abrumador éxito creativo.

'Rick y Morty' no ha cambiado, pero nosotros sí desde 2012. En este periodo se ha dado luz verde a proyectos como 'Smiling friends', 'The midnight gospel' o 'Love, Death and Robots' que han expandido sus particulares rarezas y explorado las posibilidades de la animación como medio narrativo hasta límites insospechados. En este panorama, la serie de Dan Harmon se ha quedado atrás, jugando a su propio juego, que sigue siendo divertido y entretenido, pero incapaz de mover masas o pasar de la mera sonrisa ocasional.
'Rick y Morty' ha vivido lo suficiente, sin traicionarse a sí misma, como para ver su propio declive mediático. En 2015, ser fan de la serie era moderno y tendencia. En 2025, parece rancio y un vestigio del pasado. Todo ello, con sus más y sus menos, sin haber cambiado de manera significativa. Sí, ha crecido el lore, hay muchos más personajes y las tramas son, en ocasiones, innecesariamente complejas (en parte por el meta-enamoramiento de la serie consigo misma), pero realmente ha evolucionado muy poco: tras pequeños arcos de personaje, siempre vuelve a la casilla inicial, sin que afecte al núcleo de la familia, casi como obligándose a estar constreñida. A la larga, ha jugado en su contra.
Por supuesto, aún queda más de la mitad de la temporada 8, y puede explotar por los aires, sorprender con una rocambolesca narrativa, dar un giro de guion inesperado, volver a ser relevante, nunca se sabe. No sirvió de mucho que los fieles advirtiéramos que, tras un par de años donde los episodios fueron notablemente peores, 'Rick y Morty' había vuelto a ser buena desde la temporada 6: la serie aún trata de salir del fango en el que se metió ella misma. Dan Harmon y su equipo parecen decididos a seguir experimentando con ser únicos, pero siempre con la seguridad de hacerlo sin tomar demasiados riesgos. Y sin riesgos, nunca saldrán de su corriente rareza.
En Espinof | Las mejores series animadas de 2024
-
La noticia
'Rick y Morty' han vuelto con una buena temporada 8 en Max que juega a lo seguro y convierte la rareza en mera rutina
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Randy Meeks
.
0 Comentarios