Las autoridades rusas calificaron este lunes como “poco constructiva” la propuesta alternativa elaborada por Reino Unido, Francia y Alemania al plan de paz para Ucrania impulsado por Estados Unidos. “No nos conviene”, sostuvo el asesor presidencial Yuri Ushakov al referirse al documento presentado por las potencias europeas durante la reunión celebrada en Ginebra.

El borrador europeo busca frenar las concesiones territoriales planteadas en el plan estadounidense, reforzar las garantías de seguridad a favor de Kiev y situar a sus impulsores como actores centrales en la negociación, después de que Washington avanzara su iniciativa sin incluir a sus socios europeos.

“Nos hemos enterado del plan europeo, que a primera vista no es constructivo de ningún modo y no nos conviene”, declaró Ushakov ante la prensa, aunque reconoció que “muchos” de los puntos del documento presentado la semana pasada por Estados Unidos les parecen “bastante aceptables”.

El asesor explicó además que el borrador de Washington “estará sujeto a revisión y modificaciones”, no solo por parte de Rusia, sino también de Ucrania, Estados Unidos y las capitales europeas, según recogió la agencia Interfax.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, calificó el encuentro del fin de semana en Ginebra como “el más productivo hasta ahora”. Durante la reunión, la delegación ucraniana planteó “algunas sugerencias” para introducir cambios que permitan alcanzar un texto consensuado.

En un comunicado conjunto, Kiev y Washington insistieron en que “cualquier acuerdo futuro debe respetar plenamente la soberanía de Ucrania”, un punto que había sido puesto en duda por el plan estadounidense de 28 puntos, que reconocía la soberanía rusa sobre el Donbás y parte de Jersón y Zaporiyia.

La propuesta europea, en cambio, eliminaba ese reconocimiento ‘de facto’ e instaba a negociar sobre la línea de contacto actual, sin renunciar a la integridad territorial de Ucrania. Además, planteaba un Ejército ucraniano de hasta 800.000 efectivos —frente a los 600.000 del plan de Washington— y dejaba en manos de los miembros de la OTAN la decisión sobre una eventual adhesión de Kiev.