La tecnología y las telecomunicaciones rara vez se mantienen estáticas, y la estrategia de precios de los grandes operadores es una prueba constante de ello. Una vez más, Movistar ha anunciado su ya tradicional subida de precios que aplicará a principios de año, afectando a la práctica totalidad de sus clientes ya fidelizados. ¿La justificación? El incremento generalizado de los costes de mantenimiento y servicio, una explicación que, en la práctica, se traduce en pagar más por exactamente lo mismo, sin mejoras directas en la tarifa contratada.
Lo curioso de este movimiento, que a primera vista parece penalizar al cliente antiguo, es que viene acompañado de un lanzamiento de nuevas tarifas más competitivas. Este es un juego estratégico no muy común en el sector: por un lado, se consolida la subida para la base de clientes menos propensa al cambio (los convergentes), pero por otro, se lanzan ofertas más atractivas para captar a los nuevos o para retener a aquellos que amenazan con irse, especialmente los que tienen contrataciones más sencillas. ¿Cómo puede un cliente antiguo, afectado por la subida, dar el salto para pagar menos con las nuevas condiciones? La respuesta está en la letra pequeña y en un simple trámite.
El anuncio de la subida de precios de Movistar para 2026 sigue una pauta que hemos visto año tras año. Es una decisión estratégica que se apoya en el principio de que la inercia del cliente es poderosa. Para un cliente con un paquete de fibra, móvil y televisión (los combinados o 'Fusión', ahora miMovistar), el coste del cambio a otro operador es alto, tanto por la molestia del papeleo como por la posible pérdida de servicios integrados (como la televisión o el fútbol). Por ello, el operador se siente cómodo aplicando un pequeño incremento de precio que, en la balanza de muchos usuarios, no compensa el esfuerzo de la migración.
Sin embargo, el mercado de las telecomunicaciones es feroz, y los clientes que solo tienen un servicio (solo móvil o solo fibra) son mucho más volátiles. Para ellos, cambiar de operador es un proceso rápido y sencillo. Es aquí donde entran en juego las nuevas tarifas. Estas no están pensadas para el cliente convergente 'atado', sino para el que solo tiene una pata del servicio, o para atraer a aquellos usuarios que buscan precios más ajustados en la competencia directa. Es un movimiento de "puerta de entrada", ofreciendo mejores prestaciones a precios más bajos que los que pagaban antes sus clientes antiguos por esos mismos servicios.
El punto clave para el cliente antiguo que quiere evitar la subida (o incluso ahorrar) es estar dispuesto a cambiar de tarifa de manera activa. Las subidas se aplican de forma automática a las tarifas antiguas, pero las nuevas condiciones no se ofrecen por defecto. El usuario debe solicitar el cambio expresamente en atención al cliente, un detalle que el operador no publicita con la misma intensidad que la subida.
Veamos los ejemplos más claros de ahorro en las tarifas de solo móvil y solo fibra:
Aquí se produce el mayor salto de valor. Por ejemplo:
Además, como promoción de bienvenida para nuevos clientes, el precio durante el primer año será de 19,90 euros al mes por los 300 Mbps, 24,90 euros al mes por los 600 Mbps y 29,90 euros al mes por 1 Gbps.
En la práctica, Movistar está ajustando el precio de sus tarifas monoproducto a la baja para ser más atractiva en un mercado donde la velocidad y el bajo coste son el principal reclamo. El cliente de solo fibra puede evitar la subida y conseguir una rebaja, simplemente llamando para solicitar el cambio a la nueva tarifa.
Otro punto de interés es la oferta de Movistar Plus+ (sin decodificador). Su precio oficial para clientes de otros operadores es de 9,99 euros, pero para los nuevos clientes que contraten solo fibra o solo móvil con Movistar, se ofrece por solo 5 euros al mes. Este descuento del 50% es un claro incentivo para aquellos que buscan un servicio de entretenimiento de pago sin tener que contratar todo el paquete convergente. Y una respuesta a la oferta de fibra de Orange, que incluye televisión por un precio total muy similar.
Este movimiento es doblemente inteligente: hace más atractivas las tarifas monoproducto que ya son más baratas de por sí, y acerca la plataforma de televisión a usuarios que, de otra forma, no la habrían considerado.
La estrategia de Movistar es un manual de escuela de las grandes telecomunicaciones: premiar la captación con mejores precios y subir la cuota a la base fidelizada. La subida de precios es un hecho para los clientes con un combinado de fibra y móvil, que son los que menos opciones tienen para escapar sin migrar a otra compañía o cambiar a una tarifa inferior.
Sin embargo, para los clientes de solo móvil o solo fibra, este es un momento de oportunidad. La forma de evitar la subida y, en muchos casos, pagar menos y obtener más servicios, es tan sencilla como llamar a atención al cliente y solicitar expresamente el cambio a la nueva tarifa equivalente. Si no lo hacen, su tarifa antigua subirá de precio, mientras que la nueva seguirá ofreciendo mejores condiciones. La clave está en no caer en la inercia y ser un cliente activo.
En Xataka Móvil | La incómoda verdad de la fibra: la velocidad que nos promete el operador nunca se puede mantener.
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La noticia
Sabíamos que Movistar va a subir precios. Lo que no esperábamos es que ahora estrene tarifas que te permiten pagar menos
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
plokiko
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