“Se murió el padre de todos”: la emotiva misa de despedida a Francisco y el recuerdo con el Papa que hizo emocionar al Arzobispo de Buenos Aires
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“Se murió el padre de todos”: la emotiva misa de despedida a Francisco y el recuerdo con el Papa que hizo emocionar al Arzobispo de Buenos Aires

Jorge García Cuerva encabezó una misa en la Catedral Metropolitana tras la muerte del sumo pontífice. Llamó a la unidad nacional y a hacer realidad el magisterio de su papado. No hubo enviados del Gobierno ni contactos de parte de Javier Milei
“Se murió el padre de todos, el padre de toda la humanidad”, así comenzaba su discurso de homenaje al papa Francisco el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en una misa oficiada en la misma Catedral Metropolitana, esa misma donde el entonces Jorge Bergoglio condujo durante más de 15 años antes de irse rumbo a la Ciudad del Vaticano y no volver.
García Cuerva contó que se enteró a las tres de la mañana que el Papa había fallecido. Desconcertado, por haberlo visto horas antes por la televisión dando su mensaje de Semana Santa en el balcón principal de la Basílica de San Pedro, comenzó a preparar durante la madrugada lo que sería la misa de homenaje. “Nos descolocó a todos, no lo esperábamos para nada, aun sabiendo que su estado de salud se evidenciaba frágil”, comentaban a Infobae esta mañana en la Catedral.
El Arzobispado de Buenos Aires organizó dos eventos formales esta mañana. El primero fue la misa propiamente dicha a las 8:30 de la mañana, encabezada por cuestiones protocolares por García Cuerva; quien estuvo acompañado por sus obispos auxiliares y monseñores Alejandro Giorgi, Sergio Dornellis, Alejandro Pardo, Pedro Cannavo, y el rector de la Catedral, Alejandro Russo, una figura de estrechísima cercanía del fallecido Sumo Pontífice y quien suele presidir las misas más rutinarias.

Luego de las primeras oraciones, el arzobispo se subió al estrado y no perdió oportunidad en destacar los principales valores que veía en el magisterio de Francisco. “Buscó que haya lugar para todos. Especialmente para los más frágiles, los más necesitados, los más discriminados. Por eso también se nos fue el Papa de los pobres y los marginados de los muchos excluyen”.
También habló de su devoción por la cuestión migratoria, recordando que en su última audiencia en vida recibió al vicepresidente de los Estados Unidos, J.D. Vance, y le mostró su preocupación por cómo se estaba abordando en la Casa Blanca. “Por eso fue un hombre que fue coherente desde el primero hasta incluso el último día de su vida. Se murió el padre de la misericordia, que nos recordó mil veces a que Dios nos ama con locura y que nos quiere como hermanos”, sentenció el arzobispo.
En este octavo día de Pascua, García Cuerva pidió celebrar la alegría pascual y llamó a “tender puentes” y de difundir la “fraternidad universal”, dejando como un mensaje de la primera eucaristía homenaje al Papa que “todos tenemos que ser un poco Francisco y no olvidarnos, no discriminar ni dejar a afuera ni siquiera a los más marginados”.
En ese segmento, uno de los que más se puede trasladar a la política actual, llamó al diálogo entre sectores y a “dejar de enfrentarnos todo el tiempo, porque si es el padre que mayor dolor para un padre ver a sus hijos divididos”, marcando que esperaba que Francisco pudiera irse con “la tranquilidad de que sus hijos van a tratar de vivir esa unidad nacional tan pendiente entre nosotros. ”Él y su legado están vivos entre nosotros y en las entrañas de nuestro pueblo seguirá siempre presente", finalizó.
En primera fila escuchaban atentamente el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y su vice, Clara Muzzio, el jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny, el secretario general y de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo, y la directora general de Cultos, Pilar Bosca. Aun así, de toda la delegación porteña, quien estuvo visiblemente conmovida durante todo el evento fue Victoria Morales Gorleri, presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Fue notorio que ningún funcionario del Gobierno Nacional se hizo presente en la misa de esta mañana. La Casa Rosada no le encomendó a ningún funcionario esa tarde. Solo a lo lejos se pudo ver a un solo hombre del Poder Ejecutivo, el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Claudio Avruj, pero que dijo haber ido por su cuenta y porque su oficina queda a pocos metros de la Catedral.
Hasta la redacción de este artículo, el presidente Javier Milei no se había comunicado con el Arzobispado de Buenos Aires ni tampoco con la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). A pesar de que hubo otros funcionarios que se solidarizaron por su parte, los principales contactos fueron hechos desde la Secretaría de Culto y Civilización, a cargo de Nahuel Sotelo, quien tiene excelentes relaciones con los líderes de ambas instituciones a partir de su rol institucional y su fuerte creencia católica.
A las 10.30 de la mañana, García Cuerva convocó a una conferencia en las oficinas del Arzobispado para poder ahondar en la memoria del papa Francisco bajo la óptica de las preguntas de la prensa, pidiendo explícitamente que las preguntas no trascendieran al ámbito de la política nacional. “Se nos murió el viejo, no quiero que haya ninguna especulación política”, rogó -cariñosamente- ante la pregunta de un periodista que le consultó sobre una cuestión similar.
Y así fue. Acompañado por sus cuatro obispos auxiliares (esta vez sin la vestimenta de misa y tomando mate entre ellos), el arzobispo se dio la posibilidad para otro tipo de reflexión sobre el legado que había dejado Bergoglio. Incluso se dio lugar para la emotividad.
García Cuerva se quebró al recordar de cuando Francisco lo había ungido como el responsable de la Arquidiócesis porteña y recibía críticas de diversos sectores de la sociedad. “Yo estaba muy mal por eso. Y él me llamaba todos los días. Siempre terminaba las charlas diciendo ‘no pierdas el buen humor, Dios es grande’”. Recordó que la última vez que habló con Francisco fue a comienzo de año y que trataba de no preguntarle por su salud. Tampoco por si era posible su regreso a la Argentina.

En una de sus reflexiones, dijo que faltó leer más los mensajes del Papa y de “entender su discurso comprometido con los más pobres, en eliminar la cultura del descarte y la devoción por los marginados. ”Faltó no quedarse en el chiquitaje. El Papa jugó en las ligas mayores y nosotros nos quedábamos en la chiquita viendo si le sonreía más a uno o con quién se juntaba. Fue un líder global", concluyó, llamando a todos a “comprometerse en hacer realidad el magisterio de Francisco”.
La Catedral Metropolitana de Buenos Aires estará abierta durante todo el lunes y a las 17.30 se celebrará una nueva eucaristía. Habrá actividades en las basílicas y parroquias de todo el país. García Cuerva estará presente a las 19 horas en la Basílica de San José de Flores, donde el joven Jorge Mario Bergoglio comenzó a dar sus primeros pasos en su devoción por la fe católica. La misa que se hará en paralelo con el sepelio del cuerpo de Francisco todavía no tiene fecha y depende de las instrucciones que lleguen de la Santa Sede.
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