La Comisión Europea hablará y todo indica que se echará para atrás en su decisión de prohibir la venta de coches con motores de combustión a partir de 2035. En qué medida, es algo que queda por conocer y que todavía tiene que ser desvelado. Lo que sí es seguro es que Europa se parte entre los que quieren dar marcha atrás y los que prefieren seguir adelante.
Estos son los seis países disidentes.
Los seis de la combustión. "Podemos y debemos perseguir nuestro objetivo climático de manera efectiva, sin matar nuestra competitividad". Estas son algunas de las palabras de la carta que seis países le han hecho llegar a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, según Bloomberg.
La carta, que recoge el medio pero también ha sido ratificada por Automotive News o Reuters, está liderada por Italia y firmada por seis países en total que disienten con la decisión que ahora mismo sigue vigente y que apunta a la imposibilidad de vender motores de combustión que generen emisiones de carbono a partir de 2035. Estos países son: Italia, Hungría, Eslovaquia, República Checa, Bulgaria y Polonia.
No andan por la labor. En las declaraciones que han ido afirmando estos días (recogidos en medios como Diariomotor) sus líderes se observa un eje común alrededor del que gira todo: la competitividad. Estos países creen que la prohibición de motores de combustión dificulta a los fabricantes tradicionales europeos su propia existencia.
Estos líderes consideran que los europeos tienen mucho que perder si se salta al coche eléctrico como única solución y que los fabricantes chinos son los más beneficiados. Esta postura, sostenida desde hace meses por países como Italia o Polonia incluyendo su apoyo expreso a los aranceles al coche eléctrico chino, ha hecho incluso que algunos fabricantes chinos detengan sus inversiones en estos países disidentes. Se cree que por órdenes del propio Estado chino.
¿Y Alemania? Su ausencia casi sorprende teniendo en cuenta que es la compañía que ha abanderado la lucha contra la prohibición de 2035. No firmar esta carta demuestra que el país germano avanza por cuenta propia y que parece tener otros objetivos, aunque con sutiles diferencias, en mente.
Friedrich Merz, canciller alemán, lleva tiempo haciendo presión para que los motores de combustión se mantengan vigentes. De hecho, hizo frente con Italia hasta conseguir que se abriera la puerta a los combustibles sintéticos. La gran duda es hasta dónde quieren estira su posición.
Pequeños matices. Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo y político alemán, filtraba hace unos días que la intención de la Comisión Europea era la de permitir la venta de coches con motores de combustión siempre y cuando la media de emisiones de CO2 se redujera en un 90%, tomando como referencia los objetivos de 2021.
El cambio es importante porque alcanzar ese objetivo solo es posible si el grueso de los coches vendidos por una marca son coches eléctricos. Incluso con las homologaciones actuales de híbridos enchufables sería imposible alcanzar consumos que entraran dentro de la normativa. Es decir, Alemania busca una flota enorme de coches eléctricos en las calles con cierta manga ancha para los fabricantes de lujo de poner en la calle coches con motores de combustión a precios muy altos.
España y el frente proeléctrico. Frente a los seis países disidentes y Alemania, España parece haber hecho frente con Francia para que se mantenga la prohibición actual en los términos que ya se habían acordado. Es decir, prohibido vender motores de combustión que produzcan emisiones de carbono.
A ambos países les interesa que el futuro del parque móvil pase por el coche eléctrico. Los fabricantes franceses han hecho enormes esfuerzos para saltar al coche eléctrico, con Renault y Peugeot como abanderados de estas inversiones. Las plataformas multienergía de Stellantis STLA y STLA Small son buenos ejemplos.
Y precisamente parte del futuro de la industria española parte de esta última. Nuestro país ensambla los coches eléctricos pequeños de Stellantis y por ello ahora tiene en el horizonte una fábrica de baterías junto a CATL. Martorell, de Seat, está siendo reformada para dar salida a los coches eléctricos de pequeño tamaño del Grupo Volkswagen y la inversión en Sagunto para la fábrica de baterías forma parte del plan.
Estos son solo algunos de los proyectos ya activos al tiempo que España sigue posicionándose para acoger más industria del coche eléctrico en los próximos años, incluidas las inversiones ya aprobadas para la reconversión de las fábricas.
Foto | Rafael Garcin y Mercedes
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La noticia
Seis países disidentes quieren mantener con vida el coche de combustión en Europa. Y tienen por delante la oposición de España
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
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