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La tregua ha terminado. Si el año pasado respiraste aliviado cuando Zegona, la nueva propietaria de Vodafone España, permitió esquivar la inercia de las subidas ligadas al IPC, 2026 trae una realidad distinta. La estrategia de contención de precios para estabilizar la cartera de clientes parece haber dado paso a una necesidad imperiosa de rentabilidad. A partir del 8 de enero de 2026, tu factura cambiará.

Vodafone abandona la vinculación estricta al IPC para aplicar subidas que, en la práctica, superarán la inflación prevista (cercana al 3%) para situarse en un promedio del 4%. Para el usuario, esto significa el fin de los precios "psicológicos" con decimales y el inicio de tarifas redondas, pero más caras. Afecta a casi todos: desde quien solo tiene una línea móvil hasta las familias con paquetes convergentes completos.

El fin de los decimales: subidas en móvil y fibra

El primer impacto lo notarán aquellos con tarifas sencillas. Si tienes una tarifa de solo móvil, prepárate para pagar 1 euro más al mes. Puede parecer una cifra anecdótica, el coste de un café, pero porcentualmente es relevante en las tarifas más bajas.

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Por ejemplo, la tarifa básica de 25 GB pasa de 10 a 11 euros, y la de datos ilimitados escala de 30 a 31 euros. Lo curioso de este movimiento es que penaliza proporcionalmente más a las tarifas de entrada que a las premium. En cuanto a solo fibra óptica, el incremento es algo más notorio: 1,50 euros mensuales adicionales. Así, tener 600 Mbps en casa pasará a costarte 31,50 euros, rompiendo la barrera psicológica de los 30 euros.

La justificación oficial de la compañía apunta al "incremento significativo" de los costes de red, tecnología y contenidos. En un entorno donde el consumo de datos no para de crecer y el despliegue de 5G real exige inversión constante, la operadora traslada la factura al cliente final. No es solo inflación; es el coste de mantener la infraestructura.

El golpe a las familias y los contenidos

Donde la subida se siente con mayor intensidad es en los paquetes combinados de fibra y móvil, el producto estrella de la mayoría de los hogares. Aquí la subida no es lineal, sino que oscila entre los 3 y 5 euros al mes. La lógica que aplica Vodafone es clara: a más servicios contratados, mayor es el incremento. Un combinado básico de fibra y 50 GB sube 3 euros (de 40 a 43 euros), pero si tienes un paquete con datos ilimitados, la subida es de 3 euros también (de 50 a 53 euros).

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Sin embargo, el verdadero cambio llega con las líneas adicionales y los servicios de streaming. Si tu hogar es "multilínea", pagarás 1 euro extra por cada línea adicional. Esto provoca que un paquete familiar con dos líneas de 50 GB pase de 45 a 49 euros.

Pero atención al ocio: si tienes contratadas plataformas como HBO Max, Disney+, Netflix o Prime a través de la operadora, cada una de ellas sumará 1 euro adicional a tu factura. El ejemplo más claro de este impacto acumulativo es el paquete Hogar Ilimitable (fibra 1Gbps + 2 líneas ilimitadas + TV + 2 plataformas). Este servicio premium pasa de 80 a 85 euros al mes. Son 60 euros más al año, una cifra que ya obliga a replantearse si realmente aprovechamos todo lo que tenemos contratado.

Lo que se salva y el contexto del mercado

No todo sube, aunque los consuelos son menores. Servicios auxiliares como Secure Net, One Number o la MultiSIM mantienen sus precios. Esto indica que Vodafone busca aumentar los ingresos en el core del negocio (la conectividad y el contenido) sin tocar los servicios de valor añadido que actúan como herramientas de fidelización.

Desde una perspectiva de mercado, este movimiento confirma que la etapa de "guerra de precios" agresiva bajo la nueva gestión de Zegona tiene límites. Tras un año de intentar detener la fuga de clientes congelando tarifas, la compañía necesita mejorar sus márgenes. Al subir los precios por encima del IPC estimado, Vodafone apuesta a que sus clientes valorarán más la calidad de la red y la integración de contenidos que el ahorro puro y duro, un riesgo calculado en un mercado español donde el low cost sigue mordiendo fuerte.

El 2026 arranca con un recordatorio para el consumidor: la conectividad de alta velocidad y los contenidos premium son servicios caros de mantener y evolucionar. Aunque la subida media del 4% pueda parecer asumible mes a mes, al anualizarla, las familias españolas pagarán entre 12 y 60 euros más por lo mismo que tenían ayer. Toca revisar facturas, evaluar el uso real que hacemos de los gigas y las plataformas, y decidir si la fidelidad a la operadora roja sigue compensando. La subida se encuentra en línea con las respectivos incrementos de tarifas que esta misma semana desvelaron Movistar y Orange.

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La noticia Si eres de Vodafone, no podrás esquivar esta subida: así quedarán tus precios de fibra y móvil en 2026 fue publicada originalmente en Xataka Móvil por plokiko .