SEÑOR DIRECTOR:
La nueva ley que restringe el uso de dispositivos móviles en los colegios abre una valiosa oportunidad para fortalecer los entornos de aprendizaje. Pero para que tenga un impacto real, es clave acompañarla con orientaciones claras, apoyo técnico y espacios de formación para directivos y docentes. Son ellos quienes deberán sostener los límites y guiar a estudiantes y familias en un uso equilibrado de la tecnología.
Prohibir sin un espacio de formación pierde parte del sentido. El sistema educativo debería ayudar a comprender qué se busca con esta medida, porque ¿qué ganamos al limitar el uso de celulares? Mayor atención en clase, más diálogo y vínculos cara a cara, aspectos que hoy necesitamos reforzar. Si no se entregan herramientas pedagógicas, criterios comunes y una adecuada supervisión, será difícil que la normativa se traduzca en transformaciones profundas. Educar en la era digital implica formar hábitos, enseñar criterios y poner la tecnología al servicio del aprendizaje –cuando corresponda– y de un país más justo y humano.
Florencia Mingo
Bernardita Yuraszeck
Impulso Docente
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