
Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, dio un nuevo paso en su objetivo de ampliar la conectividad global con el desarrollo de Direct-to-cell, una tecnología que permitirá a los teléfonos celulares conectarse directamente a los satélites cuando no haya señal de las redes móviles convencionales.
La innovación apunta especialmente a regiones alejadas de los centros urbanos y podría cambiar la forma en que se accede a la comunicación móvil en situaciones de emergencia o aislamiento geográfico. Aunque todavía no tiene fecha confirmada de llegada a la Argentina, el sistema ya se encuentra en fase de pruebas en países de Latinoamérica como Chile y Perú.
La propuesta de Direct-to-cell se presenta como una extensión del modelo de conectividad que Starlink viene impulsando desde hace años: ofrecer acceso a internet de alta velocidad en lugares donde la infraestructura terrestre es limitada o inexistente.

A diferencia del servicio tradicional de Starlink, que requiere una antena específica para el hogar o la empresa, esta nueva función está pensada para funcionar directamente en los teléfonos móviles, sin necesidad de equipos adicionales ni aplicaciones especiales.
El funcionamiento de Direct-to-cell se basa en la constelación de satélites de órbita baja de Starlink, que están equipados con módems especiales denominados “eNodeB”. Estos dispositivos permiten que los satélites actúen como si fueran antenas de telefonía móvil con conectividad 4G, lo que habilita a los celulares compatibles a conectarse automáticamente cuando se pierde la señal del operador tradicional.
En la práctica, esto significa que, ante la ausencia de cobertura terrestre, el teléfono buscará de forma automática la red satelital de Starlink para mantener la conectividad básica.

El proceso se realiza de manera transparente para el usuario y no requiere configuraciones complejas. El objetivo inicial del sistema es garantizar servicios esenciales, como mensajes de texto, llamadas de emergencia y, en una etapa posterior, transmisión de datos.
Para acceder a Direct-to-cell, los usuarios deberán contar con un dispositivo compatible con tecnología 4G/LTE, tener el sistema operativo actualizado —Android 15 o versiones posteriores, o iOS 26 en adelante— y disponer de una vista despejada del cielo, condición necesaria para que el teléfono pueda establecer conexión directa con los satélites.
Desde SpaceX destacan que Direct-to-cell no busca reemplazar a las operadoras móviles, sino complementarlas. El sistema está diseñado para entrar en funcionamiento únicamente cuando el usuario se queda sin señal de su proveedor habitual, lo que lo convierte en una herramienta clave para zonas rurales, rutas, áreas montañosas o regiones afectadas por desastres naturales.

En este sentido, la implementación del servicio depende en gran medida de los acuerdos que Starlink logre establecer con las compañías de telecomunicaciones de cada país. Estas alianzas son necesarias tanto para cumplir con las regulaciones locales como para integrar el sistema satelital a los planes móviles existentes.
Aunque el sistema ya se está probando en algunos países de la región, la llegada de Direct-to-cell a la Argentina todavía no tiene una fecha definida. La habilitación del servicio dependerá de las negociaciones con las operadoras locales y de las autorizaciones regulatorias correspondientes.
Por el momento, se analizan dos posibles modelos de comercialización. El primero consiste en incluir la conectividad satelital como un beneficio adicional dentro de planes móviles premium, sin un costo extra para el usuario final. El segundo modelo evalúa ofrecer Direct-to-cell como un complemento opcional, con un valor estimado de alrededor de 10 dólares mensuales.
completa toda los campos para contáctarnos