Durante años, la idea de convertir el móvil en algo más que un teléfono ha sonado a promesa a medio cumplir. Samsung lleva tiempo insistiendo con DeX, algo que es lo más cercano a conseguri este objetivo ahora mismo.
La llegada de accesorios como el NexDock de sexta generación cambia bastante el panorama, porque plantea algo muy concreto: usar tu Galaxy como el auténtico cerebro de un portátil completo.
DeX ya no es solo un “modo escritorio”
Samsung DeX nació como una forma de proyectar el móvil en una pantalla grande con interfaz de escritorio. Ventanas, multitarea, ratón y teclado.
Hoy, con One UI 8 y móviles Galaxy mucho más potentes, DeX funciona de forma estable y fluida. No sustituye a Windows o macOS en todo, pero para muchas tareas cotidianas ya no se siente como un apaño, sino como un entorno de trabajo válido.
Aquí es donde entra en juego el NexDock, un dispositivo que no es portátil tradicional. No tiene procesador, ni memoria, ni sistema operativo propio. Es básicamente una pantalla, teclado, trackpad, batería y puertos, todo integrado en un chasis de portátil.
El “ordenador” es tu móvil Galaxy. Al conectarlo por cable USB-C o incluso de forma inalámbrica, el NexDock muestra la interfaz DeX y se convierte en una extensión física del teléfono.
La sexta generación mejora justo lo que hacía falta: mejor pantalla, mejor teclado, batería más grande y compatibilidad más pulida con DeX. El resultado es un conjunto mucho más coherente.
Usarlo en el día a día: dónde tiene sentido y dónde no
Para tareas como escribir correos, navegar con varias pestañas, trabajar en documentos, gestionar archivos o incluso edición ligera, la experiencia es sorprendentemente cómoda. El Galaxy mueve todo, el NexDock solo lo muestra y lo controla.
Además, todo lo que haces está siempre sincronizado: archivos, apps, sesiones abiertas. Cierras el NexDock y sigues en el móvil exactamente donde lo dejaste.
La gran ventaja es la simplicidad. Un solo dispositivo con tus datos, tus apps y tu conexión. Nada de sincronizar, nada de duplicar archivos.
También está el factor económico y de movilidad. Para quien ya tiene un Galaxy potente, el NexDock puede cubrir las necesidades que antes obligaban a comprar un portátil secundario.
Y hay otro punto clave: silencio, autonomía y encendido instantáneo. No hay ventiladores ni tiempos de arranque largos. Abres y trabajas.
Las limitaciones que conviene tener claras
No todo es perfecto. La experiencia depende mucho del móvil que uses. Un Galaxy de gama alta va sobrado; uno más justo se queda corto antes.
También dependes del ecosistema Android. Aunque cada vez hay más apps bien adaptadas a DeX, no todas aprovechan bien el formato de escritorio.
Y, por último, el NexDock no es barato para ser “solo” un accesorio. Tiene sentido si sabes lo que estás comprando y para qué lo vas a usar.
Lo interesante no es solo el NexDock, sino lo que representa. Samsung lleva años empujando DeX y, por primera vez, el hardware externo acompaña de verdad.
Usar un Galaxy como cerebro de un portátil ya no es un experimento raro. No sustituye a todos los ordenadores, pero para muchos perfiles sí puede ser suficiente, y eso dice mucho de hasta dónde han llegado los móviles actuales.
No es el futuro de todo el mundo, pero sí una alternativa cada vez más real. Y hace unos años, eso era impensable.
Imágenes | NexDock con edición
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La noticia
Un Galaxy ya es un ordenador de bolsillo, pero con este "accesorio" puede ser un portátil de verdad
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Manuel Naranjo
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