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Puerta grande o enfermería. No hay otro camino para quienes llevan el móvil sin funda. Hay quienes disfrutan del diseño "limpio" del smartphone, que lo valoran al desnudo por ser la experiencia más pura. Pero también los hay que prefieren no arriesgar, que temen que cualquier mínimo golpe acabe por arañar la pantalla o destrozar el delicado cristal trasero. Entonces, ¿está cerca la muerte de las fundas?
Market Research analizó el mercado global de reparaciones de smartphones y comprobó que el índice de reparaciones está disparado y se espera que alcance 40.000 millones en 2033, impulsado principalmente por daños causados por caídas y accidentes cotidianos.
Y esto es algo ciertamente contradictorio con el hecho de que tengamos cada vez materiales más resistentes en los móviles, tales como certificaciones de "resistencia militar", cristales resistentes y materiales más robustos. Todo ello debería invitar a que cada vez usemos menos fundas. Pero las seguimos usando la mayoría.
Un análisis sobre la percepción de riesgo y apego al dispositivo sugiere que ponerle una funda puede generar una sensación psicológica de fragilidad del móvil. Como si el dispositivo fuera algo delicado que necesita protección constante. Para estas personas, quitar la funda devuelve una relación más directa, más íntima con su móvil.
Además, y esto suele pasar desapercibido, algunos usuarios asocian la funda con una especie de "manual de supervivencia" del móvil. Desde el primer momento le colocan una funda protectora y un cristal templado o cualquier otro elemento de protección. Casi por costumbre. Tanto que a veces se compra a la par.
Al prescindir de esos accesorios, hay quien siente que decide conscientemente aceptar la fragilidad, algo que paradójicamente refuerza el valor estético y emocional del móvil. Una sensación de "experiencia limpia" con el diseño original, tal y como planteó el equipo de diseño.
Aunque hay otro factor que puede ser determinante: la incomodidad. Sobre todo si el móvil ya es grande. Las fundas rígidas o especialmente voluminosas aumentan el grosor y el peso del dispositivo. Y es algo que no solamente puede ser incómodo en el uso, sino también a la hora de guardarlo en bolsillos no siempre adaptados, como los de un pantalón vaquero.
Muchos fabricantes, y en todo tipo de gamas, son conscientes de esa dualidad del usuario respecto a las fundas. De ahí que en los últimos años estemos viendo más inversiones en materiales resistentes y que, sobre el papel, deberían garantizar una buena resistencia frente a golpes y caídas. A la postre, que no haga falta usar funda.
El primer ejemplo está en la protección de las pantallas, con Corning como proveedor principal (y casi único) del sector. En los últimos años han presentado avances importantes con sus tecnologías Gorilla Glass, desde Gorilla Glass 5, que ya soporta caídas desde 1,2 metros, pasando por Gorilla Glass Victus, que mejora aún más la resistencia a impactos y arañazos, hasta Gorilla Glass Ceramic, que este año ha marcado un salto cualitativo al resistir múltiples caídas sobre superficies duras.
Además de Corning, existen otros fabricantes y soluciones pra la protección de pantalla, tales como Schott AG con su vidrio Xensation Up, que promete alta resistencia a impactos y arañazos. O Nanosys, una startup que está tratando de desarrollar tecnologías de nanomateriales con los que recubrir las pantallas para incrementar su resistencia sin sacrificar calidad.
En el lado de los materiales del cuerpo del móvil, las gamas más bajas suelen usar policarbonato, que aunque no es premium, ofrece buena resistencia a golpes y arañazos, además de ser ligero y económico. En las gamas más altas, en cambio, encontramos materiales más sofisticados y elegantes, aunque a veces priorizan la sensación premium y el diseño sobre la resistencia.
También tenemos gamas con certificaciones militares, aunque son algo más... "especiales". No son móviles tan masivos, sino los llamados rugged phones o móviles rugerizados, que son aquellos que por sus materiales de policarbonato reforzado, goma y metal resistente, obtienen la certificación militar. Una certificación que garantiza que estos dispositivos soportan condiciones extremas de uso, como caídas desde alturas considerables, vibraciones intensas, temperaturas extremas, polvo y agua.
El titanio, presente en terminales como el iPhone Air, presume de ser uno de los materiales más resistentes (Imagen: Apple)
En esa gama alta, los materiales más usados son aluminio reforzado, acero inoxidable e incluso titanio en algunos modelos, junto con traseras de cristal templado o vidrio que combinan resistencia y estética. Pero aunque su nivel de resistencia ha mejorado, sigue siendo inferior al de materiales más flexibles o plásticos, por lo que la fragilidad ante golpes importantes no desaparece por completo.
|
COSTE PARA EL FABRICANTE |
GAMAS EN LAS QUE SE SUELE INTEGRAR |
RESISTENCIA A ARAÑAZOS |
RESISTENCIA A GOLPES FUERTES |
PESO |
|
|---|---|---|---|---|---|
|
POLICARBONATO Y PLÁSTICOS |
Bajo |
Gamas bajas y móviles rugerizados |
Muy baja |
Alta |
Bajo |
|
ALUMINIO |
Intermedio |
Gamas medias y altas |
Baja |
Intermedia |
Intermedio |
|
ACERO INOXIDABLE |
Alto |
Gamas altas y premium |
Muy alta |
Alta |
Alto |
|
TITANIO |
Muy alto |
Gamas altas y premium |
Intermedia |
Muy alta |
Bajo |
|
VIDRIO Y OTROS CRISTALES |
Muy alto |
Gamas premium |
Muy alta |
Muy baja |
Intermedio |
Basta con echar un vistazo a cualquier tienda de fundas para observar que, aparte de protección para el cuerpo y para la pantalla, cada vez hay más accesorios para proteger las cámaras. Sobre todo en flagsips populares como los de Apple y Samsung.
Los fabricantes han mejorado la resistencia de los cristales que cubren las lentes, como la ya citada Corning que añade sus Gorilla Glass en ellas. O marcas como Apple que añaden cristal de zafiro a sus iPhone para dotarles de una mayor resistencia.
Sin embargo, las cámaras siguen siendo uno de los puntos más vulnerables del móvil. A menudo están más expuestas que la pantalla, ya que muchos tendemos a colocar el móvil boca abajo sobre la mesa, lo que hace que esté más sujeto a arañazos, golpes y suciedad que pueden afectar la calidad fotográfica.
Por eso también hay algunas fundas que incorporan un reborde elevado o una cubierta específica para evitar que la lente toque superficies duras, minimizando el riesgo de daños.
Imagen: Xataka
Sí y no. Y como todo en la vida, depende. Técnicamente, los avances en materiales como los de Corning y las mejoras en marcos y traseras hacen que cada vez sea más factible usar el móvil sin funda, especialmente para quienes cuidan bien su dispositivo y no lo exponen demasiado. Aunque el riesgo permanece. Y depende sobre todo de los materiales que se utilicen.
La resistencia ha mejorado, pero la fragilidad inherente de los cristales y la delicadeza de ciertos materiales sigue ahí. Por eso, para muchos usuarios la funda sigue siendo un accesorio imprescindible para mitigar e incluso impedir roturas y pequeños arañazos.
De hecho, la tendencia sigue siendo la de llevarla, dado que apenas un 5% de los usuarios lleva el móvil al desnudo. Evidentemente, hay factores que pueden influir en la decisión de no usarla, como tener algún seguro adicional que cubra las reparaciones.
Así que no, la muerte de las fundas no es inminente. Aunque si ese momento llega, es una realidad que estamos más cerca que nunca.
Imagen de portada | Razer y Wikimedia Commons
En Xataka Móvil | Si no quieres comprar otra baliza V16 antes de tiempo, cuidado con los productos que usas para limpiarla
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La noticia
Una "silenciosa" innovación nos está acercando a la muerte de las fundas: los materiales ultra resistentes
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Álvaro García M.
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