Las resistencias bacterianas se encuentran ya en el 16% de las infecciones bacterianas detectadas en los laboratorios, una situación que compromete la eficacia de los tratamientos convencionales y aumenta los riesgos para la salud pública. El Grupo de Trabajo de Vacunas y Resistencias Antibióticas de la Asociación Española de Vacunología (AEV) alertó sobre esta realidad al destacar que un mejor aprovechamiento de las campañas de inmunización podría reducir en un 22% el consumo anual de antibióticos en la sociedad, lo que resultaría en una protección más efectiva, especialmente para las personas más vulnerables. Según informó el medio Europa Press, este pronunciamiento llega en el contexto del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una fecha elegida para concienciar sobre los riesgos que supone la creciente resistencia a estos fármacos y la necesidad de reforzar las medidas preventivas.
Los especialistas de la AEV señalaron que la prevención mediante vacunas resulta clave para contener el avance de las resistencias antimicrobianas, problema que actualmente provoca 1,1 millones de muertes cada año a nivel global, según consignó Europa Press. Insistieron en que, solo a través de un enfoque integral en el que se incluya la inmunización, será posible controlar esta amenaza creciente para la salud global. El descenso en el uso de antibióticos no debe depender únicamente de la administración más racional de estos medicamentos, sino que debe complementarse con campañas de sensibilización dirigidas tanto a profesionales sanitarios como a la población general, de acuerdo con las declaraciones recogidas por Europa Press.
De acuerdo con la AEV, además de la vacunación, otras medidas como los programas de optimización del uso de antibióticos han permitido disminuir el consumo de estos fármacos hasta en un 40%. Este tipo de intervenciones se presentan como herramientas eficaces para preservar la efectividad de los tratamientos existentes y evitar la proliferación de bacterias resistentes. El medio Europa Press informó también que las acciones dirigidas al control de infecciones, como una adecuada higiene de manos en el entorno hospitalario, pueden posibilitar la reducción de resistencias y de infecciones asociadas a la atención sanitaria hasta en un 70%.
Los expertos remarcan que las vacunas cumplen un papel doble: previenen enfermedades que podrían exigir tratamiento con antibióticos y, a la vez, disminuyen la necesidad de recurrir a dichos medicamentos, según publicó Europa Press. Este efecto es especialmente importante para las poblaciones más susceptibles a infecciones, como personas mayores, niños pequeños y quienes presentan condiciones médicas crónicas.
Según el informe recogido por Europa Press, el contexto internacional se caracteriza por una preocupación creciente ante el avance de la resistencia a los antimicrobianos, considerada una de las principales amenazas para la salud pública mundial. Además del fortalecimiento de los programas de inmunización, se recomienda un uso responsable de los antibióticos, evitando su prescripción innecesaria y aplicando protocolos de optimización, como ejemplos concretos que apuntan a reducir tanto la aparición de resistencias como las tasas de infección. Desde la AEV reiteran que la suma de estas estrategias puede contribuir de manera sustancial a limitar la amenaza de las resistencias antimicrobianas.
En conclusión, según detalló Europa Press, los especialistas coinciden en que el refuerzo de los programas de vacunación y la concienciación sobre su importancia representan elementos centrales en la batalla contra la resistencia bacteriana, acompañados de políticas sanitarias orientadas a la prevención de infecciones y a la administración controlada de fármacos. El objetivo es salvaguardar la eficacia de los tratamientos disponibles y amortiguar el impacto de una amenaza que afecta ya a millones de personas en todo el mundo.
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