Vance esboza un plan de alto al fuego en Ucrania que favorece a Rusia
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Vance esboza un plan de alto al fuego en Ucrania que favorece a Rusia

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El vicepresidente JD Vance dijo que el plan congelaría el territorio a lo largo de las actuales líneas del frente del conflicto entre Rusia y Ucrania, y que EE. UU. se retiraría si ambas partes no estaban de acuerdo.
El vicepresidente JD Vance pidió el miércoles a Ucrania que acepte una propuesta de paz estadounidense que se parece mucho a lo que Rusia ha estado exigiendo, lo cual incluye "congelar" las líneas territoriales en la guerra que ya lleva tres años, aceptar que Rusia se anexe Crimea y prohibir que Ucrania forme parte de la alianza de la OTAN.
Se trata de la primera vez que un funcionario estadounidense plantea públicamente un acuerdo de alto al fuego en términos tan tajantes.
Para Moscú sería una buena noticia un plan de paz que deje a las fuerzas rusas en el interior del oriente de Ucrania. El presidente Vladimir Putin lleva casi un año diciendo que aceptaría un alto al fuego en el que Ucrania retirara sus soldados de las cuatro regiones que Rusia ha reclamado como suyas y abandonara sus aspiraciones de unirse a la OTAN.
Los comentarios del vicepresidente parecían destinados a aumentar la presión sobre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien lleva mucho tiempo negándose a aceptar la ocupación rusa del territorio de su país, incluyendo la toma de Crimea en 2014 y lo tomado por Rusia tras invadir Ucrania a principios de 2022.
En un segundo golpe a Zelenski, el presidente Donald Trump arremetió contra el mandatario ucraniano el miércoles por la tarde, escribiendo en Truth Social, su plataforma de redes sociales, que "puede tener Paz o, puede luchar otros tres años".
Vance, que estaba en un viaje a India, dijo que Estados Unidos se retiraría del proceso de paz si tanto Ucrania como Rusia se negaban a aceptar las condiciones estadounidenses. Sin embargo, era claro que el mensaje era para Zelenski.
"Hemos extendido una propuesta muy explícita tanto a los rusos como a los ucranianos, y ha llegado el momento de que digan sí o de que Estados Unidos se retire este proceso", dijo Vance a los periodistas. "La única manera de detener realmente la matanza es que ambos ejércitos bajen las armas, congelen este asunto y se dediquen realmente a construir una mejor Rusia y una mejor Ucrania".
Los comentarios del vicepresidente se produjeron pocas horas después de que Zelenski dijo que su país nunca aceptará como legal la ocupación rusa de Crimea de 2014, añadiendo que hacerlo violaría la Constitución de Ucrania. También dijo que su país no podría aceptar ninguna prohibición de formar parte de la OTAN.
"No hay nada de qué hablar. Esto viola nuestra Constitución. Este es nuestro territorio, el territorio del pueblo de Ucrania", dijo Zelenski a los periodistas en una conferencia de prensa.
El miércoles por la tarde, Yulia Svyrydenko, ministra de Economía ucraniana, también prometió que su país "nunca reconocerá la ocupación de Crimea". En la red social X, dijo que "Ucrania está dispuesta a negociar; pero no a rendirse. No habrá ningún acuerdo que brinde a Rusia las bases más sólidas que necesita para reagruparse y volver con mayor violencia".
En su comunicado, Trump acusó a Zelenski de hacer declaraciones "incendiarias" que, afirmó, prolongarían la guerra.
"Si quiere a Crimea, ¿por qué no lucharon por ella hace once años, cuando fue entregada a Rusia sin que se disparara un tiro?", escribió Trump. "La declaración hecha hoy por Zelenskii no hará más que prolongar el 'campo de matanza', ¡y nadie quiere eso!".
La amenaza de Vance de abandonar las conversaciones de paz fue similar a los comentarios que hicieron la semana pasada el secretario de Estado Marco Rubio y el presidente Trump, quien dijo en el Despacho Oval que si las dos partes no llegaban rápidamente a un acuerdo, "simplemente diremos que son unos necios, unos tontos, unas personas horribles, y pasaremos de largo".
El miércoles, Vance dijo a los periodistas en India que, según la propuesta estadounidense, "vamos a congelar las líneas territoriales a un nivel cercano al que están ahora".
"Las líneas actuales, o en algún lugar cercano a ellas, es donde en última instancia, creo, se van a trazar las nuevas líneas en el conflicto", añadió. "Ahora, por supuesto, eso significa que tanto los ucranianos como los rusos van a tener que ceder parte del territorio que poseen actualmente".
El vicepresidente no indicó a qué territorio tendría que renunciar Rusia. Este país actualmente ocupa el 18,7 por ciento de Ucrania, según DeepState, un grupo de investigación en línea vinculado al ejército ucraniano.
Congelar las líneas básicamente obligaría a Ucrania a ceder enormes extensiones de terreno a Rusia y violaría los principios de autodeterminación y fronteras que han motivado a Estados Unidos y a las naciones europeas a apoyar a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa.
El miércoles, un portavoz del Kremlin acogió con gusto las declaraciones de Vance.
"Estados Unidos continúa sus esfuerzos de mediación y, desde luego, los recibimos con agrado", dijo el portavoz, Dmitri S. Peskov. "Nuestras interacciones continúan pero, sin duda, hay muchos matices en torno al acuerdo de paz que deben discutirse".
La agresiva presión del gobierno de Trump para llegar a un acuerdo representa un duro golpe para los líderes europeos, quienes han pasado las últimas semanas intentando apoyar a Ucrania mediando en las conversaciones de paz con Estados Unidos. El primer intento ocurrió la semana pasada en París y estaba previsto que el miércoles comenzara otra sesión en Londres, antes de que Rubio anunciara el martes por la noche que ya no asistiría.
La decisión de Rubio de cancelar su asistencia tomó desprevenido al gobierno del Reino Unido, según un funcionario británico que dijo que el ministro de Asuntos Exteriores David Lammy había tenido la plena certeza de que el secretario de Estado iba a estar en Londres el miércoles.
Diplomáticos de menor rango del Reino Unido, Francia, Alemania, Ucrania y Estados Unidos sí se reunieron para mantener conversaciones técnicas. Sin embargo, la ausencia de Estados Unidos hizo temer que Ucrania y Europa quedaran marginadas, ya que el gobierno de Trump parecía estar trabajando principalmente con Rusia.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo el martes que está previsto que Witkoff viaje a Moscú esta semana.
Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucraniano, llegó a Londres el miércoles por la mañana para asistir a las conversaciones reducidas junto con los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de su país.
"A pesar de todo", escribió en la plataforma de redes sociales X tras su llegada, "seguimos trabajando por la paz".
Incluso antes de sus comentarios del martes, Zelenski había expresado su oposición a las exigencias estadounidenses en una conversación con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, según un funcionario familiarizado con la conversación. Zelenski expuso sus posturas sobre Crimea y la OTAN, dijo el funcionario, y Rutte llamó más tarde a Trump y le transmitió la respuesta de Zelenski.
En lugar de participar en una reunión más amplia, Lammy se reunió a solas con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, mientras que el secretario de Defensa británico, John Healey, se reunió con su homólogo ucraniano, Rustem Umerov. Lammy también asistió a un almuerzo en el que participaron consejeros de seguridad nacional de alto rango del Reino Unido, Francia y Alemania, así como la delegación ucraniana y el general Keith Kellogg.
Colaboraron con reportería Ségolène Le Stradic desde París; Steven Erlanger y Anton Troianovski desde Berlín; Nataliya Vasilyeva desde Estambul; y Andrew E. Kramer desde Kiev, Ucrania.
Michael D. Shear es corresponsal en la Casa Blanca de The New York Times. Ha reportado sobre política durante más de 30 años.
Mark Landler es el jefe de la corresponsalía en Londres del Times. Cubre el Reino Unido así como la política exterior estadounidense en Europa, Asia y Medio Oriente. Es periodista desde hace más de tres décadas.
Colaboraron con reportería Ségolène Le Stradic desde París; Steven Erlanger y Anton Troianovski desde Berlín; Nataliya Vasilyeva desde Estambul; y Andrew E. Kramer desde Kiev, Ucrania.
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