A Ca7riel y Paco Amoroso el escenario les quedó chico: el dúo argentino da uno de los shows más vibrantes de Lollapalooza

A Ca7riel y Paco Amoroso el escenario les quedó chico: el dúo argentino da uno de los shows más vibrantes de Lollapalooza

Los argentinos Ca7riel y Paco Amoroso estaban esperando el momento para volver a Chile. Luego de una pequeña presentación en la Blondie el pasado septiembre, el dúo regresa al país con el recién estrenado Papota (2025), disco que sigue a Baño María (2024) en Lollapalooza.

Papota es un álbum aventurero, con una propuesta lírica y musical muy original que recoge inspiraciones de artistas de épocas variadas. Cada canción tiene su propio mundo sonoro. Sus voces, bastante distintas entre sí, se mueven en el trap experimental, combinado con hip hop, tecno y pop. Además, se considera un álbum conceptual: las analogías presentes en los videos y en las mismas canciones sobre los estereotipos, la fama, la industria musical, el síndrome del impostor y la inteligencia artificial son algunas de las temáticas.

Se conocieron a los seis años, siendo compañeros de clases. Formaron un grupo llamado Astor y las Flores de Marte y cerca de 2018, se denominaron Ca7riel y Paco Amoroso. Cada uno tiene proyectos musicales en solitario y, ahora, esos temas también son incluidos en las presentaciones en conjunto.

Lollapalooza: el momento para brillar

El dúo lleva haciendo historia desde los escenarios de Lollapalooza. El año pasado, en Argentina, utilizaron el espacio para hacer una especie de listening party de Baño María, algo similar a lo que hizo Young Cister en el Movistar Arena. Ahora, llegan con una fanaticada en ascenso.

Desde la apertura de puertas, a las 13 horas, ya se veía a fans con las icónicas poleras con sus caras. Estas se hicieron populares luego del Tiny Desk; el momento en que su carrera explotó. La sesión musical producida por NPR Music se lanzó solo hace cinco meses. Tiempo suficiente para posicionarse como referentes a nivel mundial. Se anunció hace poco que también serán parte de Lollapalooza París y Chicago; un logro destacable.

Y en Chile no hacen menos. A pesar de que en Argentina la puesta en escena tenía dos globos gigantes con los rostros de los cantantes al fondo del escenario y un gran número de bailarines musculosos, acá hay una producción distinta: dos pendones enormes se despliegan al fondo del escenario, con los rostros de Ca7riel y Paco editados con un filtro “Chad”. La cabeza digital de CHAD GPT –personaje que apareció por primera vez en el short film de Papota–, que guiaba el show desde la pantalla en el país trasandino acá tampoco aparece. Pero nada de eso es necesario, tienen el éxito asegurado.

Ca7riel es el identificable por el cabello largo, mientras que Paco, es el rubio, ambos aparecen vestidos con buzos estampados con cuerpos musculosos. Toda la presentación, desde el vestuario hasta la infraestructura, hace referencia a Papota, que en Argentina es la proteína para obtener músculos, un concepto con el que bromean bastante.

Comienza la euforia

Quince minutos antes de que comenzara el show sube parte del staff a servir whisky y el público ya gritaba pidiendo que los argentinos comenzaran. Dos minutos antes la situación se volvió aún más ruidosa, y no haría más que aumentar. Ya era notorio que el escenario Smart fit les había quedado pequeño. Era show para uno de los principales.

Parten sentados al centro del escenario, muy al estilo Tiny Desk, con Dumbai, un hit que prende automáticamente al público. Le sigue la motivada Baby Gangsta: los primeros temas de Baño María. Continúan con Mi diosa, Impostor, hacen un mix con Mi deseo y Bad bitch –ambas de sus proyectos solistas–, hasta llegar a La que puede, puede, se paran de los asientos y el ambiente se convierte en una fiesta digna de saltos y más gritos. Ya los tienen en la palma de la mano.

Fue necesario subir el volumen de los micrófonos. El coro de los fans fue uno de los más ruidosos del festival, y los artistas lo hacían notar: detenían su canto para escuchar a la audiencia, que se mantenía en euforia máxima. Si bien era un grupo mixto, había más hombres que mujeres, a diferencia de otros conciertos pop del fin de semana.

Los peinados, el vestuario, distintos elementos que aportan a una visualidad colorida y extraña que ya los caracteriza. Los músicos no pasan inadvertidos, sus poleras, simples en apariencia, también tienen estampadas músculos.

Cantan McFly y Todo el día en versión covers de sí mismos —el único momento en el que no comparten escenario—, y ya para la recta final llegan dos de las grandes: El día del amigo, que se ha vuelto muy viral y #Tetas. Haciendo referencia a los pectorales masculinos, la canción es una sátira de la industria musical y sus estereotipos; lo que queda clarísimo con el videoclip. En ese, CHAD GPT les dice que tienen que ir al gimnasio y contornear sus cuerpos, también tienen que vestirse como una boyband y hacer viral un hashtag. Ahí aparece #Tetas, trayendo de vuelta incluso al movimiento “dab”.

Un final explosivo

El ambiente se ha mantenido enérgico durante todo el show. Cada vez se suman más y más asistentes que se sienten atraídos ya sea por la emoción del público como por la interesante presentación. Pero todo tiene un final. El dúo cierra con El único, tema con el que principalmente surgieron. La trama es sencilla: ambos estaban con la misma mujer sin darse cuenta. Se corean a viva voz los versos: “¿Tatuaje en el cuello? Sí. ¿El pelo negro? Sí. ¿De silicona? Sí (...) Tú por la noche, yo por el día, quién lo diría”. Incluso antes de comenzar el público ya coreaba el inicio de la canción, provocando sonrisas por parte de toda la banda.

Cierran bajo ruidosos aplausos, se siente un poco apresurado, pero los horarios son estrictos. A pesar del síndrome del impostor y de los miedos del estrellato, lo lograron: ya poseen fama mundial y Chile es otro de los países bajo su encanto.

Sigue leyendo en Culto:

Fuente

LaTercera.com

LaTercera.com

Lo + visto

Comentarios

Escribe un comentario