Ampliar deciles de copago o revisar cómo se retribuye: los cambios al FES a los que se abre indicar en marzo el gobierno

Ampliar deciles de copago o revisar cómo se retribuye: los cambios al FES a los que se abre indicar en marzo el gobierno

Pasadas las 16 horas del martes 17 de diciembre la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de ley del gobierno que pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE) y da paso al Financiamiento público para la Educación Superior (FES). Y aunque el hecho fue un primer paso importante, en el Ejecutivo saben que es aún incipiente, toda vez que ya entendieron que si quieren que el nuevo instrumento prospere deberán abrirse a modificaciones, algunas sustantivas. De todo eso, sinceran fuentes de distintas carteras, se han ido dado cuenta desde que arrancó formalmente la discusión en octubre.

Las críticas a ciertos aspectos del proyecto han venido de sectores incluso aliados. Por ejemplo, Osvaldo Corrales, rector de la U. de Valparaíso y presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech), dijo apenas aprobado en general el proyecto que si bien ven necesario que se supere el modelo de financiamiento actual, también les parecía importante “que entre los deciles 7 y 9 se establezca la posibilidad de un copago progresivo que haga posible el funcionamiento de nuestras instituciones, especialmente de aquellas que son más complejas”, subrayando que “el proyecto avanza en un sentido correcto, sin perjuicio lo cual creemos que para que sea sostenible y viable en el tiempo deben incorporarse algunas correcciones”.

Y desde el Consejo de Rectores (Cruch), el vicepresidente ejecutivo de la instancia y rector de la U. de Tarapacá, Emilio Rodríguez, puso sobre la mesa que el CAE “no es viable” en el tiempo, pero que en relación al FES los rectores del Cruch consideran necesario que se contemple un copago acotado más amplio y gradual; retribuciones basadas en contribuciones contingentes al ingreso, pero diseñado con criterios de flexibilidad y proporcionalidad; o un financiamiento de la duración efectiva de las carreras.

Y es que diversos actores han planteado reparos a algunos de los puntos que plantea el proyecto de ley del gobierno, el que además de modernizar el sistema de financiamiento de la educación superior, trae aparejada la condonación parcial del CAE comprometida en el programa presidencial de Gabriel Boric. Esta última, de hecho, es una de las aristas que genera conflicto fuera del mundo de los rectores, toda vez que no genera acuerdos políticos con parte de la oposición. Pero no es la única.

Los grandes nudos en la discusión del proyecto del gobierno que supera al CAE

Sobre el nuevo sistema, por ejemplo, hay quienes plantean que es un impuesto, toda vez que según se ha proyectado, algunos beneficiarios podrían terminar pagando más de lo que realmente cuesten sus respectivas carreras al calcularse la retribución en una escala de tiempo (años de pago = semestres cursados con FES multiplicados por 2) y no de dinero. Pero además se ha criticado fuertemente que la propuesta del Ejecutivo sólo permite un copago a los estudiantes pertenecientes al décimo decil, obligando al resto de los que opten por FES a que sea el nuevo instrumento el que financie al 100%. Las eliminación de las becas aparejada con la propuesta también ha sido cuestionada, así como los nuevos aranceles regulados que trae la ley, de los que se ha dicho que podrían desfinanciar a las instituciones.

Y sobre todo de cara a algunas -no todas- de las situaciones anteriormente mencionadas y criticadas con mayor fuerza es que el gobierno se abrió a realizar modificaciones a su proyecto, todo con la idea de que vea la luz antes de que se acabe esta administración y poder dejar así un legado en materia educativa.

Desde el Ejecutivo reafirmamos nuestra disposición para abordar todos los aspectos de la discusión legislativa sobre FES y sobre el plan de reorganización y condonación de deudas educativas, con el compromiso de presentar un paquete de indicaciones en marzo próximo. Continuaremos trabajando de manera colaborativa con la Comisión de Educación de la Cámara, buscando puntos de consenso que nos permitan enfrentar con éxito los desafíos asociados a este proyecto, en beneficio de la educación superior, del desarrollo de nuestro país y el bienestar de las familias”, dicen sobre lo que viene para el proyecto desde la Subsecretaría de Educación Superior.

Pero, ¿cuáles son los puntos más relevantes a los que se abre a revisar el Ejecutivo? Básicamente, según fuentes conocedoras de la discusión, son tres: ampliar los deciles de copago más allá del décimo, revisar la forma de retribución, y restituir de alguna forma las becas.

Para lo primero se ha analizado que el copago podría ampliarse hasta el séptimo decil como ocurre hoy con el beneficio de la gratuidad. Para lo segundo, en tanto, en el gobierno estudian cómo se podría calcular de otra forma el monto -o tiempo- a pagar, abriéndose incluso a la posibilidad de algún tipo de prepago, cosa de no obligar a años inflexibles de retribución. Y para lo tercero fuentes de Palacio señalan que podrían mantenerse para algunas personas determinadas.

Algo de esto ya adelantaba el propio subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, el día que se aprobó en general el proyecto.

“Hay nudos en el debate, como por ejemplo mayor flexibilización. Nosotros consideramos que el instrumento trae un grado de flexibilidad, dado que no es necesario pedirlo siempre. Puede por ejemplo un semestre solicitarse FES y otro semestre, no. No obstante, entendemos que hay distintos sectores que han planteado la necesidad de mayor flexibilización y de aumentar la participación de las familias en el financiamiento de la educación superior respecto de cómo viene el proyecto. Quisiera decir que el Ejecutivo está disponible para ese nudo abordarlo en un paquete de indicaciones que conversemos en esta comisión junto a los diputados y diputadas de oposición de tal modo de llegar a consenso en esta materia y poder enfrentar este desafío. Tenemos total disposición de flexibilizar nuestra propuesta y de tender hacia, como lo han planteado distintas actorías, avanzar en esta situación”, se extendía en primer orden.

Además, señalaba “respecto al segundo nudo de debate, que tiene que ver con la posibilidad teórica de que una persona retribuya mucho más que el costo actualizado de su carrera... la Biblioteca del Congreso hizo un estudio que demostró que para el 90% de la población es mucho más conveniente el FES que el CAE. No obstante, estamos disponibles a discutir la flexibilización también en este plano, y por lo tanto un eventual tope, o una discusión de estos casos atípicos. Estamos disponibles a conversar estas materias y, en suma, ofrecemos un diálogo abierto a la oposición en estas materias”.

Y aunque en el gobierno ven además espacio para otros cambios menores, dicen que lo descrito en esta nota debería ser lo sustancial que podrían modificar, porque tampoco quieren soltarle la mano completamente a su propio proyecto. Y que, en ese sentido, la condonación la defenderán tal y como está. Que ya bajaron lo suficiente lo planteado inicialmente en el programa de gobierno, aun cuando saben que hay voces disidentes al respecto, pero que las mismas concuerdan -dicen- en que tiene que haber una política de reorganización de la deuda, para recaudar fondos que hoy no.

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LaTercera.com

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