Así es vivir en las Islas Malvinas: colombiano no aguantó la experiencia
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Así es vivir en las Islas Malvinas: colombiano no aguantó la experiencia

Juan Díaz relató cómo las difíciles condiciones de vida, el viento constante y la escasa oferta de entretenimiento afectan a los habitantes del remoto territorio
En un acto que generó reacciones diversas en redes sociales y medios internacionales, el creador de contenido colombiano Juan Díaz, conocido como Planeta Juan, documentó su experiencia en las Islas Malvinas, un territorio en disputa histórica entre Argentina y el Reino Unido.
Según reportó el youtuber en su canal, su visita incluyó un gesto simbólico que no pasó desapercibido: izar la bandera de Argentina en un monumento dedicado a los caídos en la Guerra de las Malvinas de 1982. Este acto, que calificó como un homenaje, fue ampliamente difundido en medios argentinos y suscitó debates sobre su significado y las implicaciones de realizarlo en un lugar tan cargado de tensiones históricas.
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En el video, Díaz expresó: “Esto, lo que es tan prohibido y tan polémico en Malvinas. El lugar donde aquí, después de conocer el recorrido y esta historia, por fin puedo sacar de mi bolsillo esta bandera para dejarla en un lugar donde seguramente será apreciada en este territorio”. Además, reflexionó sobre la posibilidad de que, en el futuro, las banderas puedan ondear libremente en cualquier sitio del mundo sin generar controversias.
Su experiencia marcada por el aislamiento y las dificultades del entorno
Más allá del gesto simbólico, el creador de contenido compartió en detalle cómo fue su estadía de ocho días en las Islas Malvinas, ubicadas en el océano Atlántico, a unos 500 kilómetros (310 millas) de la costa argentina. Según relató, la vida en este territorio remoto le resultó desafiante, tanto por las condiciones climáticas extremas como por el aislamiento geográfico. Díaz describió cómo el viento constante, las bajas temperaturas incluso en verano y la falta de actividades al aire libre influyen en la vida cotidiana de los habitantes.
“Hay gente que está hecha para esto, hay gente que no está hecha para esto. Yo definitivamente, con todo el respeto que merecen los habitantes de este lugar, yo no estoy diseñado para vivir en un sitio así“, detalló el creador de contenido.
El youtuber destacó que las Malvinas cuentan con una población de aproximadamente 3.000 personas, distribuidas en pocos barrios, y que las opciones de entretenimiento son limitadas. Según su experiencia, el aislamiento no solo afecta la vida social, sino también la salud mental de quienes residen allí.

“El aislamiento geográfico tiene un impacto en la mente del ser humano. Reduce la exposición a nuevas ideas, a nuevas culturas y a diferentes estilos de vida”, afirmó Díaz, quien también señaló que la desconexión con el mundo exterior puede generar una sensación de abandono y soledad.
Otro de los aspectos que llamó la atención del creador de contenido fue la infraestructura de las islas, especialmente en lo que respecta a la conectividad. Según detalló, el acceso a internet es costoso y de baja calidad debido al monopolio de una única compañía local. Los residentes deben pagar hasta 350 libras esterlinas (aproximadamente 1.600.000 pesos colombianos) al mes por un servicio limitado, lo que dificulta el acceso a plataformas digitales y herramientas de comunicación.

Aunque la llegada de Starlink, el servicio de internet satelital de Elon Musk, ha ofrecido una alternativa, Díaz explicó que su uso ha sido declarado ilegal por el gobierno local, que busca proteger su monopolio. Sin embargo, muchos habitantes recurren a esta tecnología de manera clandestina para garantizar una conexión más estable.
En su recorrido por los barrios de las islas, Díaz observó que las viviendas varían entre casas privadas y proyectos de interés social. Las primeras pueden costar hasta 300.000 libras esterlinas (aproximadamente 1.400 millones de pesos colombianos), mientras que las segundas están destinadas a personas de bajos recursos que reciben subsidios del gobierno. A pesar de las limitaciones, destacó que en las Malvinas prácticamente no existe la indigencia ni el crimen, en parte debido al reducido tamaño de la comunidad y al aislamiento geográfico.

El youtuber también señaló que la economía local se basa principalmente en la ganadería ovina, con la producción de lana y carne como principales actividades. No obstante, la agricultura es prácticamente inexistente debido a las condiciones del suelo y el clima. Los suministros básicos, como alimentos frescos, dependen de barcos que llegan esporádicamente, lo que obliga a los residentes a planificar cuidadosamente sus compras.
Impacto del clima y la salud mental
El clima extremo de las Islas Malvinas fue otro de los temas que Díaz abordó en su video. Según explicó, el viento constante, las bajas temperaturas y la falta de luz solar durante gran parte del año tienen un impacto significativo en la calidad de vida de los habitantes. Estas condiciones dificultan la realización de actividades al aire libre y pueden contribuir al desarrollo de trastornos como la depresión estacional.
Díaz también reflexionó sobre cómo el aislamiento y la falta de privacidad en una comunidad tan pequeña pueden afectar la salud mental. Según su relato, buscar ayuda psicológica en las islas puede ser complicado debido al estigma social y a la falta de especialistas. En casos graves, los pacientes deben ser trasladados fuera del territorio, lo que implica largos períodos de espera y separación de sus familias.

“Los pacientes deben ser trasladados por fuera de la isla, que si a usted le tienen que hacer un tratamiento, se tiene que subir en un avión del próximo sábado y si lo cancelan en el próximo sábado, 15 días para ir quién sabe a dónde. Lejos de su familia, para que lo curen, a que le hagan la vaina para después volver aquí. Es un tema complicado“.
Uno de los aspectos más preocupantes que destacó el youtuber es la migración de los jóvenes. Según explicó, muchos de ellos abandonan las islas para estudiar en el Reino Unido, aprovechando su pasaporte británico, y rara vez regresan. Esto ha generado una población envejecida y una comunidad cada vez más pequeña, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del territorio.
Díaz concluyó su experiencia con una reflexión sobre las dificultades de vivir en un lugar tan remoto y las lecciones que esta vivencia le dejó. Aunque reconoció el esfuerzo de los habitantes por mantener una comunidad funcional en condiciones adversas, también subrayó la importancia de valorar las comodidades y oportunidades que ofrece la vida en otros lugares.

“Los niños no pueden jugar en el parque. ¿Usted qué va a querer? ¿Salir a jugar fútbol con sus amigos siendo joven? ¿Pa qué? Pa que patee la bola y el viento se la lleve por allá a la otra isla. Eso no motiva para nada. La falta de sol, la carencia de la vitamina D, todos esos son factores que no llevan a ningún lugar feliz“. Igualmente, sumo que: ”Los jóvenes pueden sentirse desmotivados al no encontrar actividades sociales o recreativas que les permitan desarrollar nuevos intereses. Y aquí más o menos intentan”.
El viaje de Planeta Juan a las Islas Malvinas no solo puso en evidencia las complejidades de la vida en este territorio, sino que también abrió un espacio para reflexionar sobre el impacto del aislamiento, el clima y las limitaciones tecnológicas en las comunidades remotas.
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