Choque Boric-Milei: el desencuentro que eclipsó los 40 años del tratado de paz entre Chile y Argentina

Choque Boric-Milei: el desencuentro que eclipsó los 40 años del tratado de paz entre Chile y Argentina

Una nueva polémica se produjo este lunes entre el gobierno del Presidente Gabriel Boric y la administración de su par de Argentina, Javier Milei. Esto, luego de que este lunes el canciller trasandino, Gerardo Werthein, se ausentara de la conmemoración de los 40 años del Tratado de Paz y Amistad que se realizó en la Santa Sede del Vaticano, ante la presencia del propio Papa Francisco, de nacionalidad argentina.

Se trata de una controversia más, que se originó luego de que en la última Cumbre del G20 -que se hizo en Río de Janeiro, Brasil-, Milei y Boric tuvieran un “desencuentro” por motivos ideológicos. Y es que no es un misterio la distancia que tienen ambos presidentes en el plano político. El inquilino de La Moneda, por un lado, es del Frente Amplio, colectividad de izquierda; mientras que el mandamás de la Casa Rosada pertenece a las filas de La Libertad Avanza, tienda de la denominada derecha libertaria.

Estas diferencias ideológicas se manifestaron al interior del G20, luego de que -según transmitió el medio brasileño O Globo-, Milei cuestionara el rol del Estado en el combate contra la desigualdad. A ello sumó una defensa a la tarea que, en ese contexto, sí consideró que tienen el mercado y el sector privado.

Luego, uno de los que tomaron la palabra, en calidad de invitado, fue el Presidente Boric, quien, a contrapelo de lo que expresó su par argentino, habría blindado la labor estatal y cuestionado los efectos del neoliberalismo en Chile.

Al ser una ronda de exposiciones, también estuvieron presentes figuras como Xi Jinping o Joe Biden, ambos mandatarios no habrían tenido la posibilidad de ahondar en los puntos que defendieron durante el G20, ni de conversar, posteriormente, de forma bilateral, como lo señaló a este medio la Cancillería chilena. No hubo solicitud de bilateral por parte de Argentina”, indicaron desde la cartera.

Tras ello, Milei optó por ordenarle a su canciller restarse del hito conmemorativo, que se estaba preparando desde hace semanas y en cuyo diseño inicial incluso no se descartó la presencia de ambos presidentes en una actividad conjunta, aunque esto como hito aparte del encuentro en el Vaticano, lo que, según el ministro Van Klaveren, finalmente se desechó por problemas de agenda.

Se trata de un acto con el que, a su vez, se iban a rememorar los 40 años de un acuerdo crucial, que en 1984 evitó un conflicto diplomático de gran calado entra ambas naciones.

La situación fue confirmada por el canciller Werthein, quien indicó este domingo que “desafortunadamente, a veces ocurren situaciones dentro de las relaciones bilaterales que afectan estas dinámicas”. Desde la Cancillería chilena también entregaron su versión.

“En la reunión del G20 hubo un diálogo entre todos los líderes presentes. Y, precisamente, de eso se trata este tipo de foros, de generar intercambio de ideas. El Presidente Boric presentó la posición de nuestro gobierno, que fue bastante coincidente con la de la gran mayoría de los asistentes. No hubo un diálogo bilateral, menos un enfrentamiento. Nuestro Presidente se expresó de manera correcta, e incluso subrayó que tenía respeto por visiones distintas”, comentaron desde Teatinos 180.

Lo cierto es que lo ocurrido empañó la cita a la que sí asistió el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Alberto van Klaveren, quien llegó este domingo a Italia, junto con una delegación conformada por el monseñor Fernando Chomali; el presidente del Senado, José García Ruminot; el vicepresidente de la Cámara, Eric Aedo, entre otros. Por parte de Argentina, la delegación estuvo encabezada por el embajador que tienen en la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino, ya que el representante de Buenos Aires en Santiago, Jorge Faurie, tampoco llegó.

Desde Chile, al mismo tiempo, han buscado evitar aumentar el tenor de la polémica. De hecho, la línea que han bajado desde el Ejecutivo es que, quienes deben dar explicaciones por la inasistencia argentina son los personeros de la administración de Milei.

En esos mismos términos han conversado los integrantes de la delegación que está en el Vaticano. El diputado Eric Aedo, por ejemplo, dijo a La Tercera que “obviamente que hubiese sido positivo que estuviera el propio canciller. Su ausencia es algo que debe explicar Argentina, Chile ha estado a la altura de las circunstancias”.

Por su parte, la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, indicó desde La Moneda que “estas son instancias de diálogo y no de confrontación. (...). Cada país manifiesta sus posiciones en torno a cómo combatir la pobreza y el hambre, cómo enfrentar la crisis climática de manera conjunta (...). Y todos los países manifiestan sus posiciones y de hecho, Chile está totalmente alineado con la declaración que sacó el G20 aún no siendo parte oficial del G20″.

Sobre los motivos que han planteado desde el gobierno de Milei, la vocera indicó que “las razones de qué consideró Argentina, es algo que no nos corresponde a nosotros responder, sino que a ellos”.

Para el excanciller chileno Heraldo Muñoz, la situación “me parece lamentable. Es una señal pésima, este tipo de actitudes contradicen el legado de fraternidad de O’Higgins y San Martín. Las relaciones entre Chile y Argentina tienen un carácter estratégico, que van más allá de las desavenencias puntuales”.

Y añadió: “Entiendo que al presidente Milei no le habría agradado el discurso del Presidente Boric en el G20. Entiendo, porque he consultado con amigos trasandinos, que a Milei tampoco le habrían agradado algunas declaraciones del Papa Francisco criticando duramente al gobierno de Netanyahu”.

El rechazo a la actitud de Milei también vino desde la derecha. El exasesor de Sebastián Piñera en materia internacional, Benjamín Salas, indicó que “es un error lamentable, porque la señal que se envía, por parte del gobierno argentino, es que las diferencias políticas entre ambos gobiernos tienen mayor relevancia que las relaciones bilaterales entre ambos Estados. (...). Fue una buena decisión del Presidente Boric que nuestro país estuviera se todas formas representado por el canciller Van Klaveren”.

Historial de diferencias

Esta no es la primera vez que el gobierno de Boric debe enfrentar polémicas con el Ejecutivo de Argentina.

Las diferencias se hicieron notorias incluso desde que Boric ganó la elección presidencial. En esa época, Milei comentó en redes sociales que era “una noticia espantosa”. Luego, cuando el Mandatario chileno asumió el mando, publicó que “si Boric decide llevar a cabo lo que ha declarado en su discurso -con el que ascendió al cargo-, estamos en el inicio de la decadencia de Chile”.

Los dardos de Milei a Boric se intensificaron cuando el trasandino comenzó su campaña presidencial. Así, en 2023 el libertario vino a Chile y planteó que “así como esperamos sacar la plaga kirchnerista, en realidad toda la plaga socialista que azota a Argentina por más de 100 años, espero que ustedes tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también a este empobrecedor de Boric”.

Esto obligó al canciller Van Klaveren a salir a responder: “Observe un respeto mínimo hacia nuestras autoridades y a nuestras instituciones, partiendo por el Presidente y la institucionalidad chilena. Le pedimos que restrinja su campaña a Argentina y no la extienda a Chile”.

En junio de este año, ya con Milei en la Casa Rosada, el Presidente chileno debió remarcar, en una gira en la Región de Magallanes, un mensaje de soberanía chilena en el sur, luego de que desde el país vecino se instalaran paneles en suelo nacional de Tierra del Fuego, los que, posteriormente, debieron ser retirados. “O los sacan ellos o los sacamos nosotros”, advirtió en esa oportunidad Gabriel Boric.

En el mundo diplomático también recuerdan que, en agosto pasado, cuando Milei vino a Chile, lo hizo no como visita de Estado, sino que obedeció a una invitación particular que vino desde el mundo privado. Según consignó por esas fechas el medio Clarín, fue a raíz de “la celebración de GasAndes del primer TCF (por las siglas Trillion Cubic Feet, que equivalen a 28.000 millones de metros cúbicos) de gas natural transportado de Argentina a Chile a través del gasoducto que cruza la cordillera”.

Todos estos antecedentes también son reflejo de una distante relación entre ambos países.

Fuente

LaTercera.com

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