Columna de Drago Vodanovic: De la sala de clases al mundo real: cómo los proyectos con empresas transforman la educación chilena

Columna de Drago Vodanovic: De la sala de clases al mundo real: cómo los proyectos con empresas transforman la educación chilena

En Chile, uno de cada cinco jóvenes menores de 25 años está desempleado. Sabemos que la formación académica y la conexión temprana con el mercado laboral son claves para reducir esta cifra. ¿Cómo podemos formar profesionales que no solo sean técnicamente competentes, sino también capaces de adaptarse a las necesidades reales de la industria?

Una respuesta efectiva está en vincular el aprendizaje de los estudiantes con proyectos reales que los conecten directamente con las demandas del mundo laboral. Este enfoque no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también fortalece las competencias que exige el mercado, como la resolución de problemas complejos, la innovación y el trabajo en equipo.

En la Universidad San Sebastián, hemos adoptado este paradigma, integrando a nuestros estudiantes en iniciativas tangibles que abordan problemáticas sociales y productivas. Sólo en 2024, vinculamos a cerca de 800 estudiantes con 100 organizaciones externas e instituciones. Estas experiencias tempranas en proyectos reales, con foco en tecnología y sostenibilidad, no solo benefician a las instituciones colaboradoras, sino que permiten a los estudiantes vivir en primera persona el impacto de su trabajo. Junto con desarrollar alta sensibilidad hacia los problemáticas y temáticas fundamentales que deben enfrentar sus territorios y las comunidades donde ellos residen, preparándolos para enfrentar de mejor manera los desafíos del mundo profesional en el futuro.

Esta vinculación temprana con el entorno laboral genera que los estudiantes no solo mejoren sus probabilidades de empleabilidad, sino también que puedan crear redes de contacto esenciales para su desarrollo profesional. Asimismo, la industria se beneficia de un talento joven y preparado para enfrentar los retos del presente y del futuro.

Ahora, el desafío está en multiplicar estas oportunidades y fomentar la colaboración entre el sector educativo, la industria y el ámbito público. Si queremos transformar la educación chilena y responder a las expectativas de un mundo laboral en constante evolución, debemos apostar por el aprendizaje experiencial y la integración de proyectos reales como parte esencial de la formación académica.

Por Drago Vodanovic, Decano de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño USS