Columna de Gabriela Clivio: No más impuestos

Columna de Gabriela Clivio: No más impuestos

Extrañamente, y aun cuando el título de esta columna se llama “No más impuestos”, esta vez voy a hablar de otro tema de mi expertise: la reforma de pensiones. Entonces, ¿porqué esta columna se titula “No más impuestos”? Por la simple y sencilla razón de que cualquier porcentaje de la cotización de un trabajador, que no se destine a su cuenta de capitalización individual, no es más que un impuesto al trabajo. Así no más, las cosas por su nombre. Muchos son los que dicen hoy en día que el tema del porcentaje que no vaya a la cuenta personal es apenas un detalle en el margen y que lo importante es el aumento de la cotización y la profundidad del mercado de capitales. Varios de quienes hoy en día mencionan la importancia del mercado de capitales doméstico, que se desarrolló gracias a la industria de las AFP, en su momento se manifestaron a favor de los retiros que además de dejar a cerca de 3,8 millones de personas sin fondos previsionales, lo que hicieron fue debilitar el mismo mercado de capitales. Pero no quiero detenerme en eso.

Nadie está en desacuerdo de aumentar la cotización y, a estas alturas, el alza de 6% es algo que está no solo aceptado sino validado. No es muy difícil de entender que alguien que cotiza 40 años y sin lagunas, ahorrando apenas el 10% de su remuneración bruta, al final de su vida laboral habrá aportado el equivalente a 4 años de sueldos. Por suerte, gracias a la rentabilidad de las inversiones y a la magia del interés compuesto, esos 4 años de aportes se traducirán en un monto ahorrado de algo superior a 12 años de sueldo, pero aún así, dada la mayor expectativa de vida, puede traducirse en bajas tasas de remplazo. Ni siquiera quiero detenerme en la aberración de haber comenzado a hablar de una reforma de pensiones sin mencionar cuál era la tasa de remplazo que se buscaba alcanzar. Tampoco voy a mencionar la gran verdad de que ahora no tenemos más en Chile un régimen de capitalización sino un régimen mixto en el cual la PGU juega un rol más importante y es un componente de solidaridad importante del sistema previsional.

Vivimos hoy en día en un país donde el ingreso per cápita no hace más que retroceder desde el año 2014, donde la tasa de impuesto de primera categoría se ubica por sobre la tasa de impuesto corporativa de los países de la OCDE y donde apenas el 25% de las personas paga impuesto a la renta. Por si fuera poco, cerca del 30% de la fuerza laboral es informal lo que duplica el mismo indicador en los países de la OCDE donde esta se ubica en 15%. Todo esto para decir que la carga tributaria que soporta el sector formal es todo lo contrario a poco. Por todo esto, digo: no más impuestos. Dejemos de innovar y de nadar contracorriente, subamos la cotizaciones de una vez, algo en lo que todos estamos de acuerdo. Pero, que el 100% del aporte adicional se destine a las cuentas individuales, algo que solamente al gobierno no le convence pero que seguramente ayudará a darle más profundidad al mercado de capitales y a mejorar las pensiones.

Por Gabriela Clivio, economista y académica