Columna de Giorgio Jackson: El móvil del Frente Amplio
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Columna de Giorgio Jackson: El móvil del Frente Amplio

Es frecuente escuchar analistas refiriéndose al problema de la desafección política y del riesgo que la debilidad de los partidos supone para la democracia. Sin embargo, a veces son precisamente los mismos analistas quienes contribuyen —paradójicamente— a esta desafección.
Es por ello que me quiero referir al camino que ha recorrido Chile los últimos 11 años, desde que quienes integramos el Frente Amplio tomamos la decisión de involucrarnos en la política institucional. No se trata de sorpassos ni del derrotero individual de cada uno de nosotros, sino de cómo, a través de la acción colectiva, hemos contribuido en empujar y dar sentido de urgencia a una dirección de mejora del desarrollo de nuestra institucionalidad democrática y de la calidad de vida de nuestros compatriotas.
Durante esta década ha habido aciertos, errores y aprendizajes propios de una fuerza emergente haciéndose espacio en un sistema político constituido. Y evidentemente ninguno de los logros conseguidos desde aquella fecha se deben ni principal ni exclusivamente a nuestra participación —de hecho, nunca hemos tenido mayoría—, pero avanzan en la dirección de aquello que nos moviliza.
Cómo no partir por lo estudiantil, la fuerza que nos llevó al Congreso. Si en 2011 reclamamos por el endeudamiento estudiantil, hoy son más de un millón que -desde la implementación de la gratuidad- no han tenido que pagar por sus estudios superiores. Y para quienes se han seguido endeudando, se prohibió el Dicom por estudiar y está avanzando el proyecto que termina con el CAE y la lógica del endeudamiento.
En educación básica o media, si en 2014 sólo el 45% de la matrícula estudiaba gratis, con el término del copago hoy ya es el 74%. Hoy casi un millón de padres y madres tienen más libertades para escoger el colegio de sus hijos que antes.
En las reglas de la política, pasamos de un sistema binominal a uno proporcional corregido (como proponía el expresidente Aylwin), de aportes reservados y de empresas a su prohibición, de reelección indefinida a límite de mandatos, y de sanciones irrisorias por incumplimiento a la potencial pérdida del escaño.
Como recordarán, a fines de 2014 la dieta parlamentaria era de 371 UF mensuales. Bueno: hoy es de 189 UF y no ocurrió de forma espontánea. En contraste, al asumir ese año el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, el salario mínimo era de 8,9 UF. Hoy es de 13,2 UF, casi un 50% más alto en términos reales. Con esto, si desde 2003 al 2015 la dieta parlamentaria fue equivalente a 40 o más sueldos mínimos, hoy esa brecha se redujo a 15.
En materia de salud, en sólo dos años de implementación del Copago Cero, más de 1.600.000 personas se han visto beneficiadas por un monto promedio superior a los 150 mil pesos. Y en materia de salud reproductiva, se legalizó la interrupción del embarazo en tres causales.
En materia de niñez, después del 2014 tenemos una Defensoría de la Niñez independiente, una ley de garantías en implementación y servicios especializados en protección y reinserción, que pusieron fin al Sename. Con la ley para el pago de pensiones de alimentos ya se han pagado más de 588 mil millones. Y la jornada laboral de padres y madres pasará de 45 horas semanales a 40, permitiendo a niños, niñas y adolescentes pasar más tiempo con ellos.
En libertades civiles, a diferencia del 2014, hoy las parejas del mismo sexo pueden legalizar su compromiso y vínculo amoroso, ya sea a través del AUC o del matrimonio igualitario.
Respecto de la soberanía de recursos naturales, el royalty logra captar más de 1.300 millones de dólares anuales de las rentas de la gran minería para destinarlos hacia las prioridades de los municipios, del desarrollo tecnológico regional y de las urgencias sociales.
En cuanto a las pensiones, al asumir en 2014, la Pensión Básica Solidaria era de menos de 3,5 UF, con un 60% de cobertura. Al cerrar este año, tendremos una pensión base de 6,4 UF y un 90% de cobertura. Pero también se terminará con la discriminación a las mujeres y un componente de reparto a 30 años mejorará aún más las pensiones de jubilados. Y pese al lobby y rechazo de la Asociación de AFP, se licitará el stock de afiliados, lo que por fin introducirá real competencia.
El cambio demográfico también trajo la necesidad de visibilizar los cuidados y se está legislando la institucionalidad sobre la que se construirá esta nueva capa de protección social.
Todos los esfuerzos del país en esta última década han contribuido a reducir la pobreza a menos de la mitad, del 13,9% de la Casen 2013 al 6,5% de la Casen 2022.
Y durante la mayor crisis política desde la vuelta a la democracia, el FA puso todo su capital a disposición de una salida democrática al conflicto, aunque haya significado un costo en popularidad.
¿Se consiguió todo lo que queríamos en todas las áreas? Por supuesto que no. Hay barreras políticas y presupuestarias, además de procesos dinámicos de maduración y diálogo con las necesidades y urgencias que Chile expresa.
Mientras hay críticas a la fragmentación política, el FA se fusionó, transformándose en el partido con más militantes de Chile, con liderazgos visibles y bien evaluados en importantes comunas del país. Y al mismo tiempo, empujamos una lista amplia y diversa con quienes —teniendo legítimas diferencias— compartimos la idea de seguir avanzando en este camino de más derechos y libertades. Lo que cree el Frente Amplio es lo que nos ha movilizado y el balance está dado por cómo eso ha impactado en las personas. Y en esos avances podemos sentirnos orgullosos, aunque nunca, pero nunca satisfechos.
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