Columna de Ingrid Olea: SLEP Magallanes: dar el ejemplo
- 3 Días, 7 Horas, 47 Minutos
- LaTercera.com
- Noticias
Columna de Ingrid Olea: SLEP Magallanes: dar el ejemplo

Lo que pasa en las aulas es un reflejo de lo que pasa en la sociedad. Si hoy los estudiantes se enfrentan a una convivencia escolar compleja, también es porque los adultos no estamos dando el ejemplo. ¿Cómo inculcar en niños, niñas y adolescentes la relevancia de ir al colegio si los adultos, en este caso profesores y autoridades, no le dan importancia a que el año escolar no haya comenzado en Magallanes? ¿Qué mensaje reciben cuando ven a las autoridades educativas y políticas en disputas públicas a través de los medios, sin dialogar ni llegar a acuerdos?
La Nueva Educación Pública fue aprobada con apoyos transversales y con el objetivo de ser una política de Estado, pero este tipo de hechos sientan un mal precedente y descuidan su propósito. En este caso, estamos enredados entre culpas que apuntan al director del Servicio Local de Educación Pública Magallanes, alcaldes, autoridades del nivel central y docentes, mientras que 12 mil estudiantes siguen sin clases. Ante la ciudadanía, es el Estado en todos sus niveles el que está fallando al no lograr garantizar el derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes.
Este caso es un claro ejemplo de por qué se impulsó el proceso de desmunicipalización. La situación crítica que enfrenta la educación administrada por los municipios, no solo en Punta Arenas, tiene raíces en la disparidad de recursos, capacidades y criterios con que eran administrados los establecimientos. Estos han estado bajo autoridades políticas no especializadas en educación y sin una lógica de sistema que garantice cierta coherencia en su gestión a lo largo del país. Así llegamos al absurdo: asistentes de la educación con sueldos desproporcionados, heredados de decisiones locales que el SLEP no puede revertir.
En este caso hay responsabilidad interna del SLEP Magallanes, por una dirección que no supo anticipar ni gestionar esta crisis: sin planificación presupuestaria adecuada, sin vínculos sólidos con los gremios, y sin presencia territorial efectiva, que permitiera no solo adelantar gestiones, sino que resolver el problema antes del inicio del año escolar. Y sí, también es momento de interpelar a los profesores. Entendemos su malestar, pero no se puede mantener sin clases a las y los estudiantes. Todos podemos discutir con fuerza nuestras demandas, pero nunca a costa de quienes no pueden hacer nada por solucionar este conflicto.
La salida inmediata debe encontrar la forma de volver a clases, para luego pasar a una solución de fondo. Para esto último, la Dirección de Educación Pública tiene que brindar más y mejores apoyos a los SLEP, reforzando su vínculo con cada uno para llegar a tiempo a resolver conflictos complejos. Además, se debe fortalecer el proceso de selección de las autoridades del sistema, para que cuenten con personas idóneas que tengan tanto la formación como el apoyo político y técnico necesario. Finalmente, esta crisis y otras deben ser analizadas en profundidad por la DEP y los SLEP, con foco en aprender de ellas y prevenir que vuelvan a suceder.
La cadena de errores que generó esta nueva crisis era evitable. Sin embargo, hoy estamos con miles de estudiantes sin clases por decisiones que ellos no tomaron. La educación pública debe ser el corazón de un país más justo, ampliemos el diálogo para llegar a soluciones que sean ejemplo para el sistema educativo completo.
Por Ingrid Olea, directora ejecutiva de Educación 2020
Comentarios