Columna de María de los Ángeles Fernández: Natalidad, ¿un tema tabú?

Columna de María de los Ángeles Fernández: Natalidad, ¿un tema tabú?

No solo de balances se vive al final de cada año. También se busca auscultar lo que viene. El periodista y escritor Moisés Naím advierte, con vistas a 2025, de la existencia de tendencias subterráneas que denomina “eventos de alto impacto que no reciben la atención que merecen”.

Una de ellas es la despoblación global que caracteriza a los países de mayores ingresos, la que generará presiones sociales y políticas difíciles de manejar. Algunos no son tan fatalistas. El fenómeno podría neutralizarse con el impacto de las migraciones, así como con el incremento de la longevidad y de los nuevos modelos familiares, entre otros.

Chile viene caracterizándose por tasas de natalidad por debajo de lo requerido para contener el declive poblacional, con 1,5 hijos por mujer (cuando lo requerido es 2,1). Integrar el grupo de los países con las tasas de natalidad más bajas de América Latina no es extraño. Piénsese solamente que el debate sobre las modificaciones a la ley de sala cuna partieron en 2008 y todavía no hay humo blanco al respecto.

Hablar de natalidad es hablar de maternidad (y no tanto de paternidad, mientras no exista una corresponsabilidad efectiva). Recubierta de un discurso normativo que idealiza un rol que se supone natural a la mujer, al tiempo que se enfatiza un enfoque economicista sobre la reproducción y la crianza como barreras para ingresar al mercado laboral, ya decía Adrianne Reich que era poco conocida: “Sabemos mucho más acerca del aire que respiramos o de los mares que atravesamos que acerca de la naturaleza y significado de la maternidad”.

El asunto, obviamente, produce tensiones con la aspiración a autonomía reproductiva de las mujeres. Lo sintetiza Raquel Cusk en “Un trabajo para toda la vida. Sobre la experiencia de ser madre”: “El parto y la maternidad son el yunque sobre el que se forjó la desigualdad sexual y es legítimo que, en nuestra sociedad, las mujeres con responsabilidades, expectativas y experiencias similares a las de los hombres afronten la situación con inquietud”.

La situación la constató bien un expresidente chileno con quien, hablando sobre dilemas de futuro, me señaló su preocupación por la baja natalidad. Sin embargo, no se animaba a plantearlo “por temor a la reacción de las feministas”. No se avizoraban todavía ni redes sociales ni cancelaciones, pero, igualmente, terminó sometiéndose a una forma de autocensura.

Aunque es indesmentible el papel del feminismo en el avance de los derechos de las mujeres, soslayar el asunto ha llevado a un vacío llenado “por una avanzada tradicionalista”, más vociferante que propositiva, como señalan Josefina Araos y Catalina Siles. De no enfrentarlo en su complejidad, en el plazo más largo ¿qué nos espera? Tal vez algo así como la obsolescencia.

Por María de los Ángeles Fernández, doctora en Ciencia Política

Fuente

LaTercera.com

LaTercera.com

Lo + visto

Comentarios

Escribe un comentario