Columna de María José Naudon: Jugar a la ofensiva

Columna de María José Naudon: Jugar a la ofensiva

La derecha, liderada por Evelyn Matthei, enfrenta el desafío de dejar de jugar a la defensiva y retomar el control, jugando a la ofensiva. La diferencia, obviamente, es  estratégica. Jugar a la defensiva significa reaccionar ante las amenazas o ataques, adaptándose constantemente a lo que el adversario impone, sin capacidad de liderar el debate ni marcar la agenda. Por el contrario, jugar a la ofensiva implica tomar la iniciativa, proponiendo ideas y soluciones que no solo respondan a las críticas, sino que visibilicen un proyecto.

Frente a este desafío, Matthei ha enfrentado las dificultades de una “pole position” prolongada, y aunque la estrategia defensiva puede tener sentido, el escenario actual exige algo distinto. Hoy resulta fundamental una articulación política que respalde la gestión de contenidos. El desarrollo programático del proyecto necesita maximizar su impacto. Por el contrario, la falta de foco puede poner en riesgo el avance de la campaña, algo que ya hemos visto en experiencias anteriores.

¿Dónde pueden estar los puntos débiles?

Una de las críticas frecuentes a esta candidatura es que está atrapada en la figura de Piñera y, en ese sentido, solo ofrecería una continuidad. ¿Es esto un problema? Sí y no. En muchos aspectos, la gestión de Piñera logró avances significativos y es legítimo que Matthei se apoye en esos logros. Sin embargo, es relevante visibilizar que su propuesta va más allá enfatizando la necesidad de caminar hacia una sociedad más equitativa. Matthei tiene la oportunidad de retomar la senda del crecimiento y la gestión para actualizarla con un enfoque que responda a los desafíos actuales, sellando su impronta y, a su vez, marcando una diferencia clara con los discursos vacíos y polarizadores. Reducir los desafíos políticos a dimensiones puramente económicas, como hemos visto en el pasado, no es suficiente. Los ciudadanos buscan bienestar económico, pero también necesitan reconocimiento, sentido de pertenencia, esperanza, realización personal y conexión emocional.

Otra crítica frecuente, es que Matthei ha recibido el golpe de la estridencia de J. Kaiser quedando sin capacidad de reacción. Este diagnóstico debe ser abordado con urgencia. Aquí es donde juega un papel crucial la idea de “jugar a la ofensiva”. Matthei tiene una fortaleza clave: su experiencia política, que le otorga una base sólida de principios, claridad en los objetivos y una comprensión profunda de la gestión pública. Sin embargo, para aprovechar esta fortaleza, debe visibilizar, priorizar e instalar en el debate sus propuestas. El desafío no es solo responder a las críticas, o apostar más fuerte, sino adelantarse. Mientras que figuras como Kaiser apuestan por la polarización emocional, Matthei tiene la oportunidad de presentarse como una líder pragmática, capaz de generar consenso sin caer en el populismo ni en los discursos vacíos. De esta forma, puede transformar la crítica sobre su falta de “relato” en una fortaleza: en lugar de depender de impulsos emocionales, la consistencia se basa en propuestas sólidas, que inspiren confianza en los votantes.

Por último, se le critica su capacidad de liderazgo. Sin embargo, es innegable que los partidos políticos la respaldan firmemente. No obstante, es cierto que para maximizar el impacto de su candidatura es fundamental contar con una figura que actúe como un articulador político, un “generalísimo” que coordine eficientemente los esfuerzos, apoye la gestión de contenidos y evite acciones impulsivas. Un equipo político bien organizado, con roles claramente definidos y tareas distribuidas de manera efectiva permite dirección y coherencia. El rol debe combinar experiencia y novedad, así como la habilidad de ofrecer una visión coherente con el programa. Quizá un buen par de “cónsules” sea estratégico. A su vez, contar con una buena vocera es fundamental para conectar de manera efectiva con el electorado y comunicar de forma clara las propuestas y objetivos de la campaña. Los nombres deben aparecer a la brevedad.