Columna de Pía Greene: Las instituciones importan

Columna de Pía Greene: Las instituciones importan

Finalmente salió el proyecto de ley que crea el Ministerio de Seguridad. A más de tres años de su ingreso, la comisión mixta del Congreso lo despachó con la satisfacción de un deber cumplido en el avance de políticas en materia de seguridad, pero sin el apoyo técnico transversal que requiere un área de particular especialización y sensibilidad.

El Ministerio del Interior y Seguridad Pública creado en 2011 no logró cumplir con los objetivos específicos que se le entregaron en materia de seguridad y, a poco más de 10 años de su instalación, había consenso sobre la necesidad de un nuevo ministerio, con dedicación exclusiva a seguridad, principal preocupación de los chilenos.

Así, la creación de la estructura es adecuada, más aún en esta crisis de seguridad que está viviendo el país. Sin embargo, el diseño de la nueva institucionalidad no consideró todos los aspectos técnicos necesarios para que – ahora sí – logre los cometidos que le serán encomendados.

Si bien el proyecto consagra un necesario sistema de seguridad pública, esto no se traduce en una autoridad con jerarquía, poder y presupuesto condicionado que sea capaz de alinear los incentivos de todas las instituciones que participan de la seguridad para que trabajen por un objetivo común. Habrá que esperar la instalación en junio de 2025 para ver si realmente se logra un ministerio con la fuerza que se requiere para liderar el tema prioritario hoy.

Por otra parte, se mantiene la estructura de dos subsecretarías, una de seguridad y otra de prevención del delito, lo cual resulta redundante desde el punto de vista burocrático y, si se mantienen las funciones actuales, se pueden prever las faltas de coordinación existentes en la actualidad.

Otros temas relevantes que quedan aún sin encontrar una respuesta contundente son la no inclusión del Servicio Nacional de Prevención y Respuestas ante Desastres el cual, contrario a todo lo que la evidencia y experiencia comparada muestra, se mantiene en la cartera de Interior, o la descentralización, con la creación de secretarías regionales ministeriales con doble dependencia en materia de orden público.

No obstante, existen otros puntos que sí resultan un avance en la institucionalidad, como el Sistema Nacional de Protección Ciudadana o la posibilidad de convocar a fuerzas de tarea, los cuales contribuirán a la coordinación necesaria para enfrentar el nuevo fenómeno criminal presente en el país.

Existen múltiples desafíos en materia de seguridad y extensa literatura y experiencia de que las instituciones importan a la hora de diseñar e implementar políticas públicas. Esperemos que la instalación de este nuevo ministerio sea una oportunidad real y concreta para avanzar en este tema y, junto a ello, avanzar en seguridad.