Con los Globos de Oro, en la pelea entre ‘The Brutalist’ y ‘Emilia Pérez’ ya solo puede quedar una

Con los Globos de Oro, en la pelea entre ‘The Brutalist’ y ‘Emilia Pérez’ ya solo puede quedar una

Es cierto: la HFPA (la asociación de la prensa extranjera en Hollywood) era una banda de corruptos, un centenar de periodistas que con su club cerrado fueron capaces de nominar a Angelina Jolie y a Johnny Depp por el remake de The Tourist, una payasada sin gracia. Que dejaban la ceremonia de los Globos de Oro en manos de Ricky Gervais, y después se lavaban las manos. Que premiaban series y películas con un criterio calificable, como poco, de peculiar. Pero hay que reconocer que era muy divertido machacarles, fascinaba ver tal derroche de ponzoña. En esa crítica había cierta satisfacción y reivindicación desde la barrera de “no tenéis ni idea, suerte que quedamos cinéfilos en el mundo”. Sin embargo, en la gala celebrada este domingo, los Globos de Oro 2025 han reivindicado el buen cine con The Brutalist y Emilia Pérez, han premiado como mejor actriz de drama a una intérprete brasileña, han señalado el camino al Oscar a Zoe Saldaña, Adrien Brody y Demi Moore (su discurso de autoafirmación se va a repetir en numerosas entregas esta temporada y cosechará cada vez halagos más grandes), y solo han dejado algunos borrones. Así pues, se han convertido en una gala de cine como las decenas que se están celebrando en EE UU desde inicios de diciembre hasta el día de los premios Oscar, el 3 de marzo. Perdida su idiosincrasia putrefacta, ahora, ¿de quién nos vamos a mofar?

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