Corridas y un herido: el detrás de escena de los incidentes en la barra de Independiente en el clásico ante Racing

Corridas y un herido: el detrás de escena de los incidentes en la barra de Independiente en el clásico ante Racing

Hubo dos enfrentamientos: uno fuera del estadio y otro en plena tribuna. Los entretelones de una interna al rojo vivo

Independiente no tiene paz. No importa que el equipo esté primero en su zona, que remonte un clásico complicado ante Racing hasta empatarlo y después seguir yendo al frente, que su gente haga del Ricardo Bochini un auténtico infierno encantador. Porque al lado de ese presente venturoso está la interna de la barra brava del Rojo, que viene cobrándose capítulo tras capítulo y que ayer tuvo otros dos episodios que podrían haber terminado muy mal. Uno habitual, entre el grupo oficial que lidera la tribuna y el disdente, por la mañana, cuando se estaba armando todo el tema de las banderas y los globos; y otro ya directamente dentro de la popular Norte, entre dos bandos de la propia barra oficial que no se pueden ni ver. El resultado fue el de varios hinchas golpeados, un montón de simpatizantes intentando huir de la batahola y un barra con una herida cortante al que debieron darle dos puntos de sutura en el mismo club. Porque hasta en una jornada que debía ser de fiesta, la barra dejó su marca violenta.

El primer episodio sucedió antes del mediodía, cuando el grupo de Villa Domínico se arrimaba hasta el estadio para reforzar el cotillón que desde las 11 de la mañana Los Dueños de Avellaneda, tal el nombre de la barra oficial, habían convenido instalar con las autoridades. Cuando estaban a unas 20 cuadras del estadio fueron atacados por un grupo disidente que se referencia en los hermanos Escubilla y por suerte la cuestión no pasó a mayores, ya que dos patrulleros que circulaban por la zona vieron la situación e intervinieron y pidieron refuerzos.

Daba la sensación que esa sería la única mancha dentro de una tarde ideal para disfrutar del fútbol. Claro que antes de comenzar el partido ya el clima estaba caldeado porque o hubo sobreventa de entradas, o reventa por doquier, o se colaron bastantes personas, ya que la capacidad del Bochini parecía rebalsada. Cualquier movimiento poco feliz podía armar una avalancha o algún incidente. Que llegó finalmente de la forma menos esperada: cuando Independiente empató, en medio del festejo, uno de los barras de Villa Tranquila, la zona de Dock Sud donde manda el Rojo, aprovechó para pegarle a uno de Berazategui, grupo con el que hay pica. La insólita situación derivó en que la facción de Hudson de la barra se metiera en apoyo a la de Berazategui y eso generó corridas en el medio de la popular que se extendieron al bajo tribuna y hasta el codo pegado a la platea, con la consiguiente zozobra para los hinchas que se ubicaban en ese sector.

Fueron hechos de violencia con los mismos protagonistas que se supone quedaron registrados en el sistema de audio y video del estadio, y que podrán ser reconocidos por las autoridades para ser incluidos en el derecho de admisión. El primero de los hechos se dio temprano y tenía que ver con la ubicación de cada sector en el paravalanchas (según el lugar que ocupe cada barrio eso le otorga una jerarquía diferente en la barra), el segundo tras el gol, y el tercero ya en el bajo tribuna. Ciertamente, el núcleo duro de la barra no participó de estos acontecimientos dado el antecedente de su jefe, Juan Ignacio Lecznicki, quien tiene prohibición de concurrencia por seis meses porque quedó filmado ejerciendo violencia contra tres socios, entre ellos una mujer. Así, quien comparte la jefatura y es ahora el único que puede entrar, Mario Nadalich, no aparece en los videos. Aunque su grupo de Barracas sí respaldó al de Villa Tranquila en la gresca.

El saldo podría haber sido mucho peor teniendo en cuenta la calaña de los personajes que se trenzaron en la pelea y que había un montón de hinchas genuinos y pacíficos en el codo, que intentaron protegerse y hasta pasar a la platea Arsenio Erico baja, cuando las corridas se trasladaron a ese sector. El herido que fue atendido en el club se retiró por sus propios medios y en la institución aseguran que el corte no fue producido por un cuchillo o faca, como se dejó trascender, sino con una llave. Más allá de la diferencia entre un objeto y otro, lo que es tremendo es que se produzca semejante pelea en un espacio público que algún día debería estar libre de barras.

El Rojo vuelve a jugar de local en la próxima fecha, lo que aumenta la tensión que de por sí se viene viviendo hace muchas jornadas en el Libertadores de América. Pero por el paréntesis de la Copa de la Liga por las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, eso será recién en dos semanas. Tiempo suficiente para aplacar los ánimos y para que la Seguridad bonaerense, analizando las cámaras, dé con quienes empezaron la gresca y les aplique el derecho de admisión, porque si no la impunidad los llevará a seguir creyéndose los amos de un club que tiene un déficit importante en su relación con los violentos.

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Infobae.com

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