Crónica del atentado terrorista contra la revista Charlie Hebdo: mataron a 12 personas “por el honor” de Mahoma
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Crónica del atentado terrorista contra la revista Charlie Hebdo: mataron a 12 personas “por el honor” de Mahoma
Calle Nicolas-Appert, número 10, ciudad de París. La puerta de la oficina estaba blindada y necesitaba un código para abrirse. Pero esa mañana del 7 de enero de 2015, nada podría detener a los dos hombres que, vestidos de negro, con el rostro cubierto y armados, provocarían uno de los peores atentados terroristas en Francia contra la revista Charlie Hebdo.
Eran pasadas las 10 de la mañana cuando los dos yihadistas, identificados como los hermanos Saïd y Chérif Kouachi, tomaron de rehén a la dibujante Corinne Rey —más conocida como Coco— para que marcara el código que les abriría el paso al lugar donde se redactaba el semanario francés.
Con fusiles Kalashnikov en las manos, los terroristas lograron ingresar al segundo piso y comenzaron a buscar la sala de reuniones. A gritos, pedían a “Charb”, el apodo del director Stéphane Charbonnier. El francés sería su primera víctima.
¿La razón?
El par de terroristas buscaban vengar “el honor de Mahoma”, el fundador del Islam, después de que su figura fuese satirizada por los periodistas y dibujantes de Charlie Hebdo, la revista cuyo espíritu era la crítica irónica a través de dibujos e ilustraciones.
Esta es la crónica del atentado yihadista que, diez años después, continúa siendo recordado por los franceses y el resto del mundo como un golpe a la libertad de expresión y un crimen despiadado.
Cómo fue el atentado terrorista en las oficinas de Charlie Hebdo
Los dos yihadistas apuntaron con sus fusiles a Stéphane Charbonnier, el dibujante francés que estaba en la lista de “los más buscados” de Al-Qaeda, en consecuencia de las sátiras del Islam que solía caricaturizar.
“Charb” fue el primero del equipo en morir.
Antes de ingresar, los terroristas asesinaron a tiros a uno de los empleados de mantenimiento. Y después de terminar con la vida de “Charb”, continuaron disparando a sangre fría contra el resto de las personas presentes en la sala de reuniones.
Se registraron más de 50 disparos en tan solo un minuto y 49 segundos.
Fue en ese momento que murieron ocho integrantes del equipo de redacción, un invitado y el policía Franck Brinsolaro, que protegía a algunos de los caricaturistas, pues previamente habían sido amenazados y recibido otro tipo de ataques terroristas.
El piso de la redacción de Charlie Hebdo vio caer a once muertos.
Entre ellos, estaban los dibujantes Stéphane Charbonnier (Charb), Jean Cabut (Cabu), Bernard Verlhac (Tignous), Georges Wolinski, Philippe Honoré, Bernard Maris, Mustapha Ourad y Elsa Caya.
También fueron asesinados el conserje de Sodexo, Fréderic Boisseau, y el fundador del festival Rendez-vous du carnet de Voyage e invitado a la reunión, Michel Renaud.
Con vida, pero muy dañados, quedaron los periodistas Philippe Lançon —herido gravemente en el rostro— y Fabrice Nicolino —quien recibió una bala en la pierna—, el dibujante Laurent Sourisseau y un empleado de mantenimiento del edificio.
El escape de los hermanos Saïd y Chérif Kouachi en París
Después del despiadado ataque, los dos hermanos yihadistas escaparon de las oficinas de Charlie Hebdo y se subieron a un vehículo negro, marca Citroën C3, que estacionaron en las afueras del edificio.
Aceleraron a toda velocidad, pues las sirenas en la lejanía ya habían comenzado a sonar.
Los policías franceses los alcanzaron en distintas patrullas policiales y comenzó un tiroteo. Fue allí donde otro policía falleció después de recibir una bala en el abdomen.
Cuando estaban a 4 kilómetros de las oficinas de Charlie Hebdo, colisionaron con otro auto en la plaza Colonel-Fabien. Tuvieron que descender del vehículo y robar otro auto para seguir su escape. Después de amedrentar a un conductor, consiguieron un Renault Clio con el que salieron de Paris a toda velocidad.
La policía les perdió el rastro.
Pero la mañana del día siguiente, 8 de enero, se informó que vieron al auto robado a 65 kilómetros al norte de la capital. Las autoridades los estaban buscando incansablemente, y habían desplegado fuerzas antiterroristas en toda la ciudad para hallarlos.
París estaba en máximo nivel de alerta. Se reforzaron los servicios de emergencia y de las fuerzas del orden, controlaban a personas de forma aleatoria y se intensificó la búsqueda de explosivos y la vigilancia en cada rincón.
La mañana siguiente, nuevamente localizaron a los terroristas prófugos en Montagny-Sainte-Félicité, a 45 kilómetros de París, donde nuevamente protagonizaron un tiroteo tratando de escapar.
Lograron zafar por la Ruta Nacional 2, cerca de la frontera con Bélgica, para finalmente refugiarse en una imprenta. Se encerraron, mientras los policías los rodeaban y cercaban.
Pese a que las autoridades les decían que se entregaran, nunca se rindieron, y finalmente murieron abatidos por los disparos a las 5 de la tarde.
El caos terrorista que desató la matanza de Charlie Hebdo
Mientras equipos antiterroristas buscaban a los perpetradores de la masacre, una ola de atentados se desató en París.
Un integrante de Al-Qaeda asesinó a un policía y dejó a otro herido en Montrouge, al sur de París. Escapó y, al día siguiente, ingresó a un supermercado en el XX Distrito de París, donde tomó de rehenes a empleados y clientes.
Cuando llegó la policía y se enfrentaron, murieron cuatro civiles y se registraron otros cuatro heridos.
Además, en distintos puntos de Francia se produjeron atentados (incluso con granadas) contra recintos que la comunidad musulmana utilizaba como culto.
En paralelo, los franceses salieron a las calles para protestar por la libertad de expresión y solidarizarse con las víctimas del ataque terrorista y sus familias.
El juicio contra los responsables del ataque a Charlie Hebdo
Después de una ardua investigación, las autoridades francesas encontraron que detrás del atentado contra la revista Charlie Hebdo, había al menos 14 cómplices que participaron en distintos grados.
Pudieron detener a 11 de ellos.
Estas personas habrían operado de distintas formas: algunas ayudaron en la logística del ataque, otras financiaron el ataque, entregaron las armas e incluso prestaron su domicilio para las reuniones previas.
En 2020, se realizó el juicio contra todas ellas.
Las condenas más altas fueron de 30 años de cárcel por el delito de terrorismo para quienes tenían un rol más preponderante en el ataque, mientras que seis de los imputados fueron culpados por delitos menores.
El presente de la revista Charlie Hebdo en Francia
Diez años después del ataque, la oficina de redacción de Charlie Hebdo decidió establecerse en un lugar secreto, protegido por la policía francesa.
Este 7 de enero de 2025, la revista satírica sacó una edición especial: publicaron las caricaturas ganadoras de un concurso que lanzaron hace un mes. La temática era dibujar las representaciones “más graciosas y crueles de Dios”.
“No mataron a Charlie Hebdo”, dijo el redactor en jefe de la revista, Gerard Biard, a la agencia AFP. “Queremos que dure mil años”.
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