Cuidar los dientes desde la niñez: crucial para una buena salud dental durante la vida

Cuidar los dientes desde la niñez: crucial para una buena salud dental durante la vida

“El cuidado dental de un niño debe comenzar en su etapa prenatal”, sentencia el odontólogo Carlos Marchant, presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile. La razón es de peso: una buena nutrición de la madre durante el embarazo es fundamental para que su guagua desarrolle dientes “de leche” de buena calidad.

A pesar de que no nos acompañan más allá de los cinco o seis primeros años de vida, estos dientes “de leche” tienen una importancia mayor de lo que muchos papás o mamás creen, explica el especialista: “Dentro de los errores más comunes que se escuchan de padres, madres y tutores, está el que ‘los dientes temporales no son importantes porque se cambian’.

Nada más alejado de la realidad. Primero, “porque la existencia de caries en los dientes de leche no está exenta de dolor para quienes la padecen y es un riesgo de salud innecesario en la niñez”, dice el doctor Marchant.

“Además, la presencia de los dientes de leche favorece el correcto desarrollo de las estructuras faciales y sus funciones, masticación , lenguaje y deglución, junto con preservar el espacio para los dientes definitivos y favorecer una correcta oclusión en la etapa adulta”.

El odontólogo agrega que es en este momento cuando se deben afianzar los primeros hábitos de salud bucal; por eso, “el cuidado de los dientes ‘de leche’ debe ser tan minucioso como los dientes definitivos”, dice.

¿Cómo y cuándo empezar?

Durante los primeros meses de vida, la leche materna es fundamental para mantener protegida la cavidad bucal de las guaguas.

“En ella se encuentran compuestos antimicrobianos, antiinflamatorios y enzimas que juegan un rol protector en la boca del bebé, por lo que -según los últimos estudios- no está recomendado higienizar la boca de los bebés cuando se alimentan con lactancia materna exclusiva”, dice el doctor Marchant.

En el caso de aquellos que reciben mamaderas con fórmulas, agrega, se recomienda limpiar en forma localizada la acumulación de leche en la lengua, usando gasa humedecida con agua hervida fría, para evitar la aparición de infecciones oportunistas.

¿Cuándo hay que comenzar con la rutina de cepillado? “Cuando aparece el primer diente”, afirma el especialista.

Es en este momento cuando se debe empezar realizando limpieza con un cepillo suave y una pasta dental de concentración adecuada. La concentración, detalla Carlos Marchant, se mide en ppm y esta información se encuentra en los envases de las pastas dentales.

“Desde el primer diente hasta los 2 años la medida debe ser del tamaño de medio grano de arroz crudo. La concentración de la pasta ideal va entre los 1.000 a 1.100 ppm de flúor”, dice el odontólogo.

Una pregunta importante que mamás, papás y cuidadores se hacen durante este período es: ¿cómo un niño menor de dos años podría desarrollar una caries?

“Su aparición temprana está relacionada con el consumo de azúcar oculta en jarabes, golosinas, cereales y jugos que consumen al iniciar la alimentación complementaria a los seis meses de vida, lo que coincide con la aparición de sus primeros dientes. Por eso, la recomendación más importante es evitar el consumo de azúcar en la dieta de los niños hasta los 2 años”, advierte el doctor Marchant.

De dos años en adelante: cepillado tres veces al día

A partir de esta edad, el lavado de dientes debe convertirse en una rutina reforzada por el ejemplo familiar, explica el presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile. La consolidación de este hábito será fundamental para tener una robusta salud dental durante la adolescencia y adultez.

“Lo ideal es cepillarse después de cada comida”, agrega. “Se recomienda como mínimo realizar tres cepillados en el día, los que deben ser supervisados por los padres hasta que los niños logren obtener suficiente motricidad para realizar por sí mismo la higiene dental. Esto ocurre alrededor de los 7 u 8 años”.

Entre los 2 y los 4 años, la cantidad de pasta dental ocupada por cada cepillado debe ser del tamaño de un grano de arroz crudo, con concentración de 1.100 a 1500 ppm de flúor.

Entre los 4 y los 6 años, la cantidad debe ser del tamaño de una arveja, con una concentración desde 1.100 a 1.500 ppm de flúor.

Desde los 6 años en adelante la dosis debe ser del tamaño de una arveja y concentración de 1.500 ppm de flúor.

¿Y cuándo ir por primera vez al dentista?

“Desde la aparición del primer diente”, dice el doctor Marchant. “La visita regular a la consulta del odontólogo, idealmente odontopediatra, permite orientar y apoyar a los padres sobre las conductas para mantener la salud de sus hijos, especialmente en los hábitos de dieta, dado que el alto consumo de azúcar no sólo causa caries, sino también obesidad y diabetes en niños y adultos.

Tan importante como este control, dice, es generar el hábito de ir al dentista: “Si los niños y niñas se acostumbran a visitar regularmente al dentista podrán prevenir sus enfermedades. Además, durante la adolescencia las visitas regulares pueden detectar signos tempranos de otros tipos de enfermedades complejas y/o malos hábitos tales como bulimia, tabaquismo, entre otras”.

El Día de la Salud Bucal, que se celebra este jueves 20 de marzo, invita a reflexionar sobre la importancia de mejorar los hábitos y el acceso a la atención dental.

En este marco, el programa “Sonrisas para Chile” de Pepsodent juega un papel clave, educando a niños y niñas sobre la higiene bucal desde una temprana edad y enseñándoles un correcto cepillado, junto al uso de pastas con flúor que ayudan a fortalecer los dientes y prevenir las caries. Durante 2024, dicho programa alcanzó aproximadamente a 2.000 niños y niñas, contribuyendo a la prevención y promoción de la salud bucal en Chile.