De estudiante rebelde a emprendedor de éxito, la inspiradora historia de Ravin Gandhi

De estudiante rebelde a emprendedor de éxito, la inspiradora historia de Ravin Gandhi

El joven que parecía destinado al fracaso encontró en su instinto emprendedor y disciplina la clave para construir su legado empresarial Ravin Gandhi superó una juventud marcada por malas notas para fundar una empresa líder en su rubro (Captura)

Ravin Gandhi creció en Illinois, en una familia inmigrante india que había llegado a Estados Unidos con la promesa de un futuro mejor. Su infancia estuvo marcada por los contrastes: un hogar lleno de amor y valores firmes, pero también de expectativas estrictas de unos padres que veían en la educación el camino hacia el éxito. Sin embargo, Gandhi, desde muy joven, desafió las normas establecidas. Sus años de secundaria fueron caóticos. “Era un estudiante terrible”, confesó en una entrevista con CNBC, riendo entre la vergüenza y el orgullo de haber superado esa etapa​​.

Era un joven que se resistía a los límites. En lugar de concentrarse en las clases, se dedicaba a montar negocios improvisados que, aunque modestos, despertaban su instinto emprendedor. Vendía fuegos artificiales, cartas de béisbol y videojuegos pirateados. Lejos de la mirada complaciente de los profesores, aprendía a calcular márgenes de ganancia, gestionar inventarios y lidiar con clientes difíciles​​. Aunque no lo sabía en ese momento, esas habilidades formaron los cimientos de lo que más tarde sería su carrera empresarial.

En el salón de clases, los maestros lo veían como un caso perdido. Sus reportes estaban llenos de notas bajas y comentarios críticos. “Sacaba promedios regulares (son aprobados) como C, D y hasta F, que es la peor calificación de todas,”, recordó Gandhi en diálogo con CNBC donde reflexionaba sobre su trayectoria. La ironía es que las únicas A (sobresaliente) que consiguió en esos años fueron en educación física y fotografía. Su madre, cuenta entre risas, sentía un escalofrío cada vez que revisaba sus boletas de calificaciones​​.

Sin embargo, a pesar de su desempeño académico, Gandhi no carecía de aspiraciones. Leía obsesivamente desde niño, un hábito que desarrolló por pura curiosidad y que lo mantuvo conectado con el aprendizaje, incluso cuando la escuela parecía un terreno hostil. Los cómics, las novelas de detectives y las biografías de grandes personajes eran su refugio. Esa pasión por la lectura lo ayudó a obtener buenos puntajes en exámenes estandarizados, lo que le permitió ingresar a la Universidad de Illinois en la carrera de contador público. Allí, algo cambió. Decidió que, si iba a aprovechar la oportunidad, debía transformarse. Y lo hizo.

Tras años de fracaso escolar, Gandhi ingresó a la Universidad de Illinois, obtuvo un MBA y transformó su visión en una compañía global con contratos multimillonarios (Captura)

Gandhi encontró su lugar allí. Aprendió a estudiar y a enfrentar los desafíos académicos con la misma dedicación que había puesto en sus pequeños negocios juveniles. Terminó su carrera con honores, pasó el examen CPA y fue aceptado en uno de los programas de máster en dirección de empresa, más prestigiosos del país. Para entonces, el joven, al que todos consideraban un fracaso, había demostrado que la disciplina, combinada con sus innatas habilidades prácticas, podía abrirle cualquier puerta​​.

En 2007, impulsado por su visión y la experiencia acumulada, fundó GMM Nonstick Coatings, una empresa dedicada a la fabricación de recubrimientos antiadherentes para utensilios de cocina. En poco tiempo, la compañía se posicionó como una de las principales proveedoras de este tipo de recubrimientos a nivel mundial. Con una mezcla de liderazgo innovador y enfoque estratégico, Gandhi logró firmar contratos multimillonarios con clientes globales, consolidando a GMM como un referente en una industria altamente competitiva​​.

En 2016, GMM fue adquirida por Showa Denko K.K., una multinacional japonesa. Aunque podría haberse retirado tras la venta, Gandhi optó por quedarse como CEO. Este rol le permitió supervisar la integración de la empresa en una nueva estructura corporativa y seguir liderando la expansión hacia mercados internacionales. Bajo su dirección, GMM mantuvo su liderazgo en el sector y continuó innovando en el desarrollo de recubrimientos más sostenibles y eficientes​​.

Como CEO, Gandhi describe su trabajo como un equilibrio entre estrategia y ejecución. Dedica gran parte de su tiempo a tomar decisiones clave que afectan a cientos de empleados y millones de consumidores. “Tienes que ser una fuente constante de energía y empatía”, explicó en la entrevista con CNBC. También se ha asegurado de que la empresa refleje sus valores, promoviendo un entorno laboral inclusivo y ético​​.

Su vida, sin embargo, no se define únicamente por los números de su éxito empresarial. En agosto de 2017, tras los incidentes en Charlottesville y la condena del entonces presidente Donald Trump hacia los grupos supremacistas blancos, Gandhi decidió alzar la voz. Publicó un artículo de opinión donde criticaba la falta de acción y denunciaba la creciente ola de racismo que él mismo comenzó a experimentar. Sus palabras resonaron a nivel nacional, pero también desataron una avalancha de odio. Empleados de su empresa recibieron amenazas, sus redes sociales se llenaron de mensajes racistas y su familia temió por su seguridad​​.

A pesar de las críticas de sus maestros, Gandhi desarrolló su instinto emprendedor desde niño, fundando en 2007 una empresa reconocida mundialmente por su innovación sostenible (Captura)

A pesar del riesgo, Gandhi nunca retrocedió. Para él, el silencio era cómplice. En esta entrevista, recordó las palabras del expresidente John F. Kennedy: “Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que, en tiempos de crisis moral, preservan su neutralidad”. Esa cita lo había acompañado durante toda su vida, pero cobró un significado aún más profundo tras las reacciones que enfrentó por su activismo​​.

Aunque su trabajo como CEO seguía siendo demandante, Gandhi encontró tiempo para diversificar su impacto. Se convirtió en inversor de capital de riesgo, apostando por empresas emergentes que innovaban en tecnología y sostenibilidad. A través de esta faceta, ayudó a startups como KeyMe y Amber Agriculture a consolidarse en sus industrias, mostrando que su capacidad para detectar oportunidades no se limitaba a un solo sector​​.

“Liderar es tener la valentía de tomar posiciones cuando importa”, dijo. Este principio lo guió en sus declaraciones públicas y en las decisiones éticas que tomó como líder de GMM, asegurándose de que su empresa reflejara los valores que él defendía​​.

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Infobae.com

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