Del odio al amor: el rol clave de Donald Trump en el futuro de TikTok

Del odio al amor: el rol clave de Donald Trump en el futuro de TikTok

Corría el año 2020 y en medio de la pandemia, el mundo recuperaba un poco de sanidad mental en base a bailes, memes y videos de perritos. ¿La fuente de todo esto? TikTok, una red social que ya en esos años acumulaba más de 460 millones de usuarios alrededor del mundo, impulsada sobre todo por el mundo adolescente que necesitaba demás un nuevo lugar donde alojarse tras ver que Facebook, Twitter e Instagram ya estaban pasando de moda.

La aplicación, de origen chino, logró rápidamente hacerse famosa por su formato de transmisión prácticamente infinita de videos cortos, en formato horizontal y con un foco en la creación de un algoritmo basado en los gustos del usuario que permite entregar contenido relevante a todo tipo de personas.

Un éxito que rápidamente elevó las sospechas del gobierno norteamericano, comandado en ese entonces por Donald Trump. Trump, crítico desde siempre de la posición de China sobre Estados Unidos ya había enfrentado a varias compañías asiáticas de tecnología para que se alejaran del territorio estadounidense. ¿La razón? Acusaciones de espionaje y competencia desleal cayeron sobre varias empresas de aquel país, citando como principal motivo los nexos entre el capital chino y el gobierno de aquella nación.

El caso más bullado fue el de Huawei, compañía que hasta el 2019 se perfilaba como uno de los grandes líderes en el mundo de la tecnología móvil. La empresa, fabricante tanto de celulares como de infraestructura telefónica, era el fabricante número uno en ventas alrededor del mundo, y sus teléfonos eran alabados por la comunidad tech por su gran calidad de fotos y duración de la batería.

Pero en mayo de ese año, la administración de Trump colocó a Huawei junto a otras 46 empresas de aquel país en una lista negra, la cual obligó al cese inmediato de las relaciones entre Huawei y cualquier actor estadounidense. Esto le significó no solo tener que salir del mercado estadounidense —donde en realidad no pegaba mucho— sino que tuvo que romper relaciones con Google, lo que le impidió seguir usando las aplicaciones de la compañía en sus celulares y con ello, la caída del fabricante chino al menos fuera de su propio mercado.

Y por supuesto, no sería el único objetivo de la administración de Trump.

Espías en el celular

La desconfianza sobre TikTok comenzó a esparcirse a través de todo el gobierno de Estados Unidos, sin distinción. En diciembre de 2019, por ejemplo, la Marina y la Armada de Estados Unidos prohibieron descargar la app en cualquier dispositivo entregado por el gobierno, así como también se propuso en el Senado un ley que impedía el uso y descarga de TikTok por parte de empleados federales.

¿Las razones? Todo apuntaba en su momento a la cantidad de datos que la aplicación obtiene de sus usuarios y lo que podría ocurrir con estos datos considerando que se trata de una aplicación china. TikTok es producto de una compañía llamada ByteDance, dedicada a la creación de aplicaciones virales.

Sus principales negocios son TikTok y Douyin (que es la versión china de TikTok) y de implementar todo un ecosistema alrededor de estas redes. Por ejemplo, son creadores de CapCut, un software de edición de videos pensado para teléfonos móviles que permite hacer contenido mucho más rápido y vistoso para redes como, por ejemplo, TikTok.

Pero por supuesto, como toda gran compañía de Internet que lidia con más de mil millones de usuarios alrededor del mundo, el verdadero negocio de TikTok está en el manejo y uso de los datos que sus usuarios le entregan —con y a veces sin consentimiento— para no solo poder personalizar su servicio, sino que también vender avisos.

Para ser justos, lo que hace TikTok no es muy distinto a lo que hacen otras redes sociales. El problema en este caso es que como TikTok es china, esos datos en lugar de quedarse dentro de Estados Unidos se irían hacia el enemigo asiático.

Así es como el 31 de julio de 2020, por recomendación del Secretario de Estado Mike Pompeo, Donald Trump anunció que prohibiría la operación de la app en Estados Unidos, a menos de que ByteDance la vendiera a una compañía norteamericana. El entonces presidente puso plazos, que progresivamente se fueron corriendo, a pesar de que hubo compañías como Microsoft y Oracle que estaban dispuestas a realizar la inversión.

Pero ByteDance nunca estuvo de acuerdo, y siempre prefirió el cierre de las operaciones en aquel país, antes de venderse y por supuesto, incurrió en acciones legales contra la presidencia de Estados Unidos. El juez Carl J. Nichols dictaría que la medida de Trump era arbitraria, que carecía de méritos y que el interés de gobierno era una razón insuficiente para garantizar una prohibición completa de TikTok. El caso se cerraría definitivamente cuando en el año 2021, Joe Biden se retractó de la orden ejecutiva de Trump, dejando a la demanda sin necesidad de existir.

Sin embargo, este no sería el final de los problemas para TikTok, sino que, todo lo contrario, ya que durante toda la administración de Biden, las críticas contra la aplicación china siguieron creciendo. En concreto, se acusaba de que, tal como en su momento se sindicó a Facebook y Twitter como herramientas usadas para manipular la opinión pública, TikTok podría hacer lo mismo, pero para ajustarse a la narrativa china.

Esta fue una de las razones por las cuales, en marzo de este año, el Congreso de Estados Unidos ingresó una ley, llamada el “Acta para Proteger a loa Americanos de Aplicaciones controladas por Adversarios Extranjeros” hecha especialmente para imponer, nuevamente, la obligación de que TikTok tenga que venderse o bien dejar de operar en ese país. La ley fue firmada en Abril por el presidente Joe Biden y para enero de 2025 quedó fijado el plazo final para que ByteDance ponga en venta su aplicación. Sin embargo, TikTok tiene aun una poderosa carta para jugar y salvarse de este embrollo y esa carta es la misma persona que lo comenzó todo: Donald Trump.

El enemigo de mi enemigo

A pesar de su fuerte postura asumida en el 2020, Donald Trump cambió de opinión y hoy es un defensor de TikTok. Fue a comienzos de este año, cuando la campaña presidencial en Estados Unidos comenzaba a calentarse y antes de que Biden firmara la nueva ley, que Donald Trump se refirió de esta forma a TikTok: “Hay cosas buenas y cosas malas con TikTok, pero lo que no me gusta es que sin TikTok vamos a hacer crecer a Facebook y considero que Facebook es un enemigo de la gente, junto con otros medios”.

Esta guerra contra Facebook se remite precisamente al año 2020, cuando Trump perdió la elección contra Biden y citó a la compañía ahora llamada Meta como uno de los principales culpables. Trump acusó al sitio de promover propagandas pro-demócratas, además de apuntar a las donaciones hechas por Mark Zuckerberg y su esposa hacia iniciativas que incentivaban el voto seguro durante la pandemia.

Donald Trump estuvo, además, suspendido de todas las plataformas de Meta durante dos años, producto de la insurrección al Capitolio liderada por el.

Por supuesto, hay más razones que explican el radical giro en la postura de Trump frente a la red china. Una de ellas es el multimillonario Jeff Yass, quien es un reconocido donante para campañas republicanas y que durante esta campaña se convirtió en la persona natural que más aportó dinero para la campaña republicana en todos Estados Unidos. Yass es también dueño del 7% de ByteDance, por lo que claramente no está en sus intereses el que la red tenga un final tan abrupto.

Lamentablemente para sus intereses, el reloj está en su contra. La fecha final para poner en venta a TikTok es el 19 de enero, y Trump asume la presidencia el 20. Por ahora, se está intentando a través de la Justicia que la fecha se aplace algo más, pero por ahora, de no mediar cambios es que el 19 de enero TikTok debería dejar de funcionar en Estados Unidos de no pasar a manos norteamericanas.

Sin embargo, esta semana Donald Trump se reunió con Shou Chew, CEO de TikTok de manera privada para hablar de lo que, suponemos, pueda ser el futuro de la aplicación. Y Trump, desde Florida, se refirió así a la aplicación: “Tengo un lugar cálido en mi corazón para TikTok, porque ganamos en los electores jóvenes por 34 puntos y hay quienes dicen que TikTok tiene algo que ver con eso”.

Habrá que ver entonces si Donald Trump logra deshacer el conflicto que inició originalmente por el desconocimiento de que tan lejos podía llegar a influir una app como TikTok, pero ahora que lo aprendió, claramente entendió que es mucho más útil tenerla de su lado y que los fantasmas del dominio pueden ahuyentarse muy fácilmente.