Desafíos en materia de seguridad

Desafíos en materia de seguridad

SEÑOR DIRECTOR:

Abordar la situación de seguridad del país requiere, necesariamente, establecer mínimos comunes entre los distintos actores, de manera de poder construir políticas de Estado, con alto nivel de excelencia técnica y basadas en evidencia.

Por eso, lo primero es señalar que la delincuencia es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos como lo demuestran distintas encuestas, y también del gobierno. Y que pese a los avances, existe un alto nivel de temor, como lo señala en su editorial. Esto también se ve reflejado en la ENUSC 2023, donde la percepción de aumento de la delincuencia en el país, si bien tuvo una baja de tres puntos porcentuales, sigue ubicándose por encima de los promedios registrados entre 2015 y 2021.

Según el Informe Nacional de Víctimas de Homicidios Consumados, en 2023 la tasa de víctimas de homicidios consumados cada 100 mil habitantes registró una baja de 6% en relación a 2022, frenando así la tendencia al alza que se venía experimentado en Chile desde el año 2018. En materia de persecución penal, con la creación de los equipos ECOH del Ministerio Público, la tasa de casos con al menos un imputado formalizado aumentó de un 33,52% a 40,18%. Y de acuerdo al balance entregado por Carabineros de Chile, hay una baja de -1,1% en los casos policiales por Delitos de Mayor Connotación Social.

Más que tener una visión conformista, esta información es parte de la evidencia que hay que tener a la vista a la hora de evaluar las políticas públicas. Pero también es claro que un cambio en la legítima sensación de temor de las personas no es algo inmediato. La construcción de percepciones, como puede ser la sensación de temor, es un fenómeno complejo en el que intervienen distintos factores, como la experiencia personal y los discursos sesgados que reciben a diario los ciudadanos.

En tal sentido, para este año 2025 el país tiene dos desafíos relevantes. Primero, despolitizar la seguridad, porque hacer política desde el discurso del temor sólo genera más inseguridad. Y, en segundo lugar, avanzar en la instalación del Ministerio de Seguridad Pública, como un organismo sectorial, profesionalizado y con dedicación exclusiva para abordar la delincuencia y criminalidad. Debemos entender la seguridad como una tarea de Estado, más allá de los gobiernos de turno. Ese es el camino no ya para frenar la tendencia al alza que venían experimentando los delitos, sino para poder mostrar con resultados que podemos comenzar a reducir esos indicadores.

Luis Cordero

Subsecretario del Interior