Destrozó puestos de fruta con un hacha y ahora debe pagar USD 2,8 millones a los vendedores agredidos

Destrozó puestos de fruta con un hacha y ahora debe pagar USD 2,8 millones a los vendedores agredidos

Un residente de Woodland Hills, en el condado de Los Ángeles, California, tuvo un día de furia contra los trabajadores ambulantes. Lo declararon culpable de agresión y lo condenaron a una cuantiosa compensación

El ataque que conmocionó a la comunidad de Woodland Hills, en el condado de Los Ángeles, quedó capturado en un video que rápidamente se viralizó en redes sociales. En las imágenes, Daniel McGuire, un residente del área, es visto destruyendo violentamente un puesto de venta de frutas operado por vendedores ambulantes. Sin previo aviso y sin provocación, McGuire grita a los vendedores para que se vayan y procede a destrozar el puesto.

En una segunda confrontación, el agresor, armado con un hacha, volvió a atacar el puesto de frutas del vendedor Jonathan Álvarez, destrozando el lugar por completo. Las grabaciones de ambos incidentes fueron clave para el caso, demostrando el comportamiento intimidante y agresivo de McGuire, lo que más tarde resultaría en una condena legal significativa.

Condena por agresión y angustia emocional

El juicio contra Daniel McGuire culminó el miércoles, cuando un jurado lo declaró culpable de agresión y de causar daño emocional a los vendedores afectados. A pesar de que McGuire no causó daño físico directo a Jonathan Álvarez y su compañero de trabajo, su conducta violenta y las repetidas amenazas les dejaron una marca profunda. Según explicó su abogado, Christian Contreras, el comportamiento de McGuire fue completamente injustificado, ya que los vendedores no hicieron nada para provocarlo.

El tribunal determinó que las acciones de McGuire justificaban la sentencia que se le impuso. Los vendedores fueron expuestos a una situación de vulnerabilidad extrema, enfrentándose a una persona armada y con un comportamiento impredecible.

A pesar de que no causó daños físicos directos a Álvarez o a su compañero, la violencia de McGuire y el uso del hacha lo convirtieron en una amenaza no solo para sus víctimas directas, sino también para otros transeúntes y comerciantes ambulantes de la zona. El arma hizo que el caso tomara una dimensión aún más seria en el tribunal.

Sentencia de USD 2,8 millones

El veredicto del juicio resultó en una sentencia que obliga a Daniel McGuire a pagar USD 2,8 millones a los vendedores afectados como compensación por los daños causados. Esta significativa suma, que fue determinada por el jurado, se basa no solo en la agresión física y verbal que sufrieron Jonathan Álvarez y su compañero de trabajo, sino también en el profundo impacto emocional que los actos de McGuire les ocasionaron.

Según el abogado de los vendedores, Christian Contreras, este fallo representa una victoria para todos los vendedores ambulantes que son víctimas de violencia e intimidación. La compensación económica envía un mensaje claro de que este tipo de comportamientos no serán tolerados y tendrán graves consecuencias legales. Este fallo judicial marca un precedente en la lucha por proteger a los vendedores ambulantes de los crecientes actos de agresión y discriminación en las calles de California.

Protestas y respuesta pública

El ataque de Daniel McGuire contra los vendedores ambulantes provocó una fuerte respuesta de la comunidad de Woodland Hills. Tras los incidentes, se organizaron diversas protestas en la zona, con residentes y defensores de los derechos de los vendedores ambulantes exigiendo justicia y condenando la violencia dirigida hacia estos trabajadores.

Durante las protestas en su contra, McGuire también agredió a algunos de los manifestantes. Esto intensificó aún más la tensión en la comunidad, lo que llevó a que el agresor tomara la decisión de vender su casa y abandonar el estado de California, Estados Unidos según informaron los medios.

Tras el veredicto que lo condenó a pagar USD 2,8 millones a los vendedores ambulantes, el abogado de las víctimas, Christian Contreras, calificó la decisión como una victoria importante en la lucha contra la violencia hacia los trabajadores más vulnerables. “Daniel McGuire, que era residente de la zona, de repente, sin provocación, sin motivo alguno, atacó o al menos intentó atacar a mis clientes”, dijo Contreras en declaraciones a CBS.

Además, el abogado mencionó que la resolución del caso representa un precedente significativo en la defensa de los vendedores ambulantes, quienes frecuentemente enfrentan condiciones difíciles y agresiones en su lugar de trabajo.