Juan Tagle: “No me veo más allá de 2028 como presidente de la UC; más bien me imagino menos tiempo”
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Juan Tagle: “No me veo más allá de 2028 como presidente de la UC; más bien me imagino menos tiempo”
Juan Tagle (57 años) fue reelecto como presidente de Cruzados por los próximos tres años. El abogado llegará a una década al mando de la UC.
¿Por qué decide seguir?
Me motiva la pasión por la Católica. Eso es lo principal. Luego, poder terminar el Claro Arena. Quiero revertir el mal momento deportivo. Me desmotivaría irme en un mal momento. Me gustaría ser partícipe también del cambio importante que queremos hacer también en el tema deportivo. Dar un salto en la estructura organizacional con el uso de mayores tecnologías, el uso de data, ponernos a la altura de lo que son los clubes internacionales más importantes del mundo. Esas tres verticales son lo que me tiene con la misma energía de siempre.
¿Su familia no se opuso?
Es difícil. Sobre todo para mis hijos, que son muy futbolizados, fanáticos de Católica y consumidores de redes sociales. Ellos pasaron una época donde era maravilloso porque todo el mundo me felicitaba, me apoyaba. Era súper entretenido ver que a tu papá todo el mundo lo aplauda. Ahora lo que rige en las redes sociales es atacar e insultar. Eso a la familia le afecta, pero ellos están tan empapados como yo de este proyecto, y también mantienen la motivación. Una parte de su corazón probablemente quiere, y me lo han dicho, que ya lo deje, y en algún momento lo voy a dejar.
¿No seguirá después de 2028?
No me imagino más tiempo que eso. Más bien me imagino menos tiempo. No es como si fuera el presidente de la República que tiene cuatro años asegurados. Aquí el directorio en algún minuto puede decir, “sabe que, es bueno que haya otro presidente”. O yo también puedo decir, “estoy cansado, tengo tal problema”. Hay gente muy capaz que va a poder sucederme, accionistas que han ido aumentando su participación, que ponen recursos importantes y están muy motivados. La continuidad del proyecto está asegurada.
¿Es el peor momento deportivo en los 15 años de Cruzados?
Hubo campañas peores. La de Falcioni (2014), el 2017 fue malo. Yo diría que lo que más nos ha golpeado han sido los tres años de haber perdido el partido de Copa Sudamericana. Si hoy estuviésemos jugando la fase de grupos, estaríamos todos felices. Esos partidos son lo más difícil para Cruzados.
¿Qué sostiene a Tiago Nunes? A otros entrenadores los sacaron tras la Copa Sudamericana...
Cada salida de técnico tiene una explicación distinta. A Nicolás Núñez lo ratificamos después del torneo 2023, donde termina bien el año, pero el equipo se ve muy mal al comienzo del 2024, y en especial la manera en que perdemos frente a Coquimbo, creo que es muy distinta a cómo perdimos ahora, el contrato con Nico contemplaba una salida después de ese partido. Con Ariel Holan había un desgaste muy grande, con el plantel, con la gerencia deportiva. Los tres trabajan bien. Uno toma muchos elementos para estas decisiones. Ve cómo está la relación del cuerpo técnico con el plantel, cómo es el trabajo que se está realizando en el día a día, el nivel de credibilidad tiene el entrenador con el equipo. Lo que nos permite sostener este proceso es un buen trabajo, pero sobre todo la llegada del técnico con el plantel.
Pero Nunes también sumó la eliminación de la Copa Chile...
Ese día, después de caer frente a San Luis, tuvimos una reunión entre dirigencia, cuerpo técnico y plantel, algo que no era habitual. No tengo recuerdos que hubiéramos hecho algo así, nació en el momento. Fue una idea que primero tuvo Tati, que la comentamos con Tiago, después con Fernando Zampedri, también con Felipe Correa que era el vicepresidente, y todos dijimos que sentimos que este equipo puede dar mucho más. Vemos que el plantel le sigue creyendo a Tiago. Teníamos la posibilidad de ir cada uno ir por su lado y sacar declaraciones, o al revés, fortalecernos en esta adversidad. Uno siente un espíritu todavía de querer revertir. Debemos terminar la primera rueda en la parte alta de la tabla, y poder disputar el título hasta el final.
¿En qué está la situación de Thomas Gillier?
La discusión no va tanto por el lado económico. Va más bien por lo que él está evaluando cómo desarrollar su carrera. Y en ese punto donde no hemos logrado ese acuerdo. La experiencia que nosotros hemos tenido con los jugadores que se han ido muy temprano contra aquellos que se han ido consolidados, es bien clara.
¿Tienen diferencias con sus representantes?
Algunos dicen que Thomas se va molesto porque lo sacaron del equipo el año pasado. O que es por no trabajar con un determinado representante. ¿Cuál es el gusto de ensuciar la actividad? El tema de quién es su representante no tiene nada que ver con esta discusión. Nosotros nos entendemos con ellos. Por otro lado, la decisión de Thiago de darle el puesto titular a Sebastián Pérez es una decisión técnica. Consideró que para la etapa final del torneo podía venir bien un arquero con más experiencia. Nosotros no influimos nunca en eso. Pero acá existe el gusto por manchar y vender. Nosotros llevamos un buen tiempo con la intención de renovar su contrato. Lo último que Thomas nos señaló es que está evaluando todavía. No hay elementos extraños, no hay influencias externas. Es un diálogo directo, honesto, legítimo con un jugador que quiere tomar su decisión.
¿Gillier se irá a costo cero?
Genera recursos por derecho de formación, que no son menores. Pero sí son menos de lo que aspiraríamos al venderlo.
Ya les pasó algo similar con las salidas de Tapia y Saavedra...
La salida con Gonzalo fue amistosa. Siempre nos señaló que esa era su decisión y que quería dejarle dinero al club. Leí un artículo en un medio que citaba casos de juveniles que se fugan. Es absurdo, porque Saavedra fue multicampeón. Terminó su contrato y había más que cumplido acá.
¿Cambió su relación con los futbolistas después de lo vivido con Parot y Castillo?
Tengo pocas ganas de seguir hablando de eso, porque cuando digo algo, aparece una réplica. Nosotros hemos dado nuestra versión. Cumplimos con las formas y los tiempos. En el caso de Nicolás, fue una decisión deportiva. Entendemos que no le haya gustado, pero creo que no merecemos el trato que hemos recibido. Con Alfonso (Parot) hubo un tiempo largo donde estuvo nuestra propuesta y él no quiso tomarla. Me da un poco de pena la molestia con la que se fue, pero ya habrá alguna oportunidad para resolverlo.
Lo llevo a otro tema, ¿cómo visualiza la lucha contra la violencia en los estadios?
El fútbol no puede combatir a grupos delincuentes como lo que hemos visto. Necesitamos un trabajo mancomunado con el gobierno y Carabineros. No quiero volver a la discusión de que si están o no los carabineros dentro del estadio. Me lo han respondido varias autoridades. Me parece que es algo razonable, sobre todo en este momento. Pero cuando se están produciendo delitos flagrantes dentro de un estadio, uno tiene derecho como ciudadano a pedir la protección del estado.
A ustedes les tocó un episodio complejo ante Unión Española...
Ocurrió a vista y paciencia y nadie hizo nada. No quiero polemizar con Carabineros porque hacen una labor increíble en muchos ámbitos, pero debemos tener claridad sobre cuáles son las medidas de seguridad los clubes podemos implementar.
¿Cómo lo harán en el Claro Arena?
Este estadio no tiene rejas. No es una acción irresponsable. Lo hacemos con mucho trabajo. Hay más de 200 cámaras de la más alta tecnología, barroteras en el caso de un intento de ingreso masivo, la altura del estadio impide el lanzamiento de objetos desde afuera. El ingreso será con torniquetes y reconocimiento facial. La gente que entre con intenciones de cometer algún acto inapropiado será identificada y sancionada.
¿Recibirán público del equipo visitante?
Está destinado un lugar, que es el único que tiene algo de separación. Es el 5% del estadio, lo que exige la normativa. Nosotros jugamos aquí muchas veces con público de visita. Recuerdo cuando llegué al directorio de Cruzados, una de mis grandes banderas de lucha era ser locales en San Carlos durante los clásicos. Y lo logramos a partir del 2011, con público de Colo Colo y de la U. No hubo incidentes en todos estos años. Aquí hay accesos totalmente separados. Aspiramos a jugar con público de visita, pero también debemos ir viendo la situación de violencia para tomar la determinación. Lo primero acá es la seguridad de nuestros asistentes y de nuestros vecinos.
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