Un órgano femenino fue considerado “inútil” por más de un siglo. Ahora, los científicos descubren su función
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Un órgano femenino fue considerado “inútil” por más de un siglo. Ahora, los científicos descubren su función

El rete ovarii es una estructura en forma de herradura que se encuentra debajo del ovario, justo en el punto de entrada de los vasos sanguíneos y nervios
Durante mucho tiempo, un pequeño órgano en el cuerpo femenino, conocido como el rete ovarii, fue considerado una estructura vestigial, es decir, un remanente evolutivo sin función significativa en la anatomía adulta. Sin embargo, una reciente investigación podría cambiar esta concepción.
El rete ovarii fue descubierto en humanos en 1870. A pesar de su presencia en varias especies de mamíferos, incluidos vacas, gatos, ovejas, cerdos, perros y monos, se pensaba que esta estructura carecía de propósito en el cuerpo adulto.
El nuevo estudio, publicado en la revista eLife, sugiere que podría desempeñar un papel crucial en el desarrollo y funcionamiento de los ovarios, y por ende, en la fertilidad femenina.
¿Qué es el rete ovarii?
El rete ovarii es una estructura en forma de herradura que se encuentra debajo del ovario, justo en el punto de entrada de los vasos sanguíneos y nervios. A pesar de ser una estructura altamente conservada entre los mamíferos, los científicos originalmente no pudieron identificar su función, lo que llevó a la conclusión de que era un vestigio evolutivo.
Adam Taylor, profesor de anatomía en la Universidad de Lancaster, explicó a Live Science que, en su momento, los científicos no contaban con las herramientas de imagen, microscopía y técnicas moleculares actuales que permiten estudiar cómo cambian las estructuras internas del cuerpo, lo que contribuyó a la idea errónea de su inutilidad.
Con los avances tecnológicos, los investigadores han podido aplicar métodos modernos para explorar en detalle el funcionamiento del rete ovarii.
Nuevos hallazgos
El estudio, que utilizó ratones como modelo experimental, descubrió que el rete ovarii tiene tres regiones distintas que maduran durante el desarrollo fetal y se mantienen en la adultez. Estas regiones incluyen el rete intraovárico (IOR), ubicado dentro del ovario; el rete extraovárico (EOR), formado por tubos enrollados que se unen en un bulbo en uno de sus extremos; y el rete de conexión (CR), una zona intermedia entre el IOR y el EOR.

Mediante el uso de espectrometría de masas, los investigadores identificaron miles de proteínas en las células del EOR que podrían estar involucradas en la función ovárica. Un hallazgo clave fue la presencia de la proteína IGFBP2, que podría influir en la actividad de los factores de crecimiento similares a la insulina, esenciales para el desarrollo de los folículos en el ovario.
Asimismo, al realizar un seguimiento del movimiento de un tinte fluorescente a través del EOR, los investigadores observaron que el fluido dentro de este compartimento se desplaza hacia el ovario, lo que sugiere que el rete ovarii podría tener un papel activo en la función de dicho órgano.
Una antena hormonal
El estudio también reveló que las células del rete ovarii expresan genes que codifican receptores hormonales, incluidos los de las hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona. Estas hormonas son fundamentales para la reproducción femenina, ya que regulan el ciclo menstrual y otros procesos reproductivos.
Según Taylor, el rete ovarii podría ayudar a regular el entorno del ovario y, potencialmente, actuar como una “antena” para recibir señales hormonales y nerviosas del resto del cuerpo. Los datos sugieren que esta estructura podría ser crucial para el equilibrio hormonal femenino.
La importancia del rete ovarii en la función ovárica abre nuevas posibilidades en el estudio de la salud reproductiva y las enfermedades ginecológicas. Entender cómo el rete ovarii responde a las señales hormonales y cómo sus proteínas influyen en la salud ovárica podría ayudar a desarrollar nuevas terapias para tratar diversas condiciones, desde trastornos hormonales hasta problemas de fertilidad.
Este descubrimiento también resalta la necesidad de reevaluar otras estructuras anatómicas que hasta ahora se pensaban innecesarias o sin función. Dilara Anbarci, bióloga del desarrollo y autora principal del estudio, expresó a Science News su esperanza de que este hallazgo inspire más investigaciones sobre lo que aún no entendemos sobre la anatomía femenina, en especial sobre el ovario y su desarrollo.
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