Donaciones a universidades 2013-2023: ¿Cuáles son las mayores beneficiadas y quiénes son sus mayores aportantes?

Donaciones a universidades 2013-2023: ¿Cuáles son las mayores beneficiadas y quiénes son sus mayores aportantes?

Entre los años 2013 y 2023, la educación superior recibió un total de $ 252.432 millones en donaciones, o sea, unos US$ 270 millones al cambio actual. Es decir, en un periodo de diez años, lo recibido por todas las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica en forma de colaboración de privados, no alcanzó a ser ni siquiera el 10% del presupuesto estatal para la educación superior del año pasado, que llegó a $ 2.804.920 millones (alrededor de US$ 3.050 millones).

El año 2022 fue el que registró la mayor cantidad de dinero en donaciones a la educación terciaria, con $ 32.497 millones (US$ 35 millones), tendencia que venía creciendo desde 2019. Sin embargo, en 2023 los montos bajaron un 22%, a $ 25.288 millones (US$ 27 millones).

Del total del periodo 2013-2023, sólo dos universidades se llevaron más del 60% de las donaciones: la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Los Andes, ambas ligadas a la Iglesia Católica, la primera, directamente al Vaticano, y la segunda, al movimiento confesional Opus Dei. La UC recibió 7.765 donaciones por un total de $79.987 millones (US$87 millones) en la última década y la UAndes captó 1.409 aportes por $74.196 millones (US$80 millones), de acuerdo a información entregada por la Subsecretaría de Educación Superior vía Transparencia. En los últimos dos años, esta constante se repitió: en 2023, la mayor beneficiada fue la UC y en 2022, la UAndes, aunque llamó la atención que entre los tres primeros receptores se ubicó el Instituto Profesional DuocUC, dado que este tipo de instituciones no son recurrentes beneficiados de estos aportes. En la década, el DUOC aparece como el cuarto mayor beneficiado, con $14.607 millones (casi US$16 millones).

La tercera mayor receptora fue la estatal Universidad de Chile, con $16.433 millones (US$18 millones) y más de 2 mil donaciones.

La Universidad Católica es la casa de estudios que más donaciones recibió entre 2013 y 2023.

La gran mayoría de las donaciones a la educación superior se realiza a través de la Ley 18.681 de 1987, que establece el beneficio de poder rebajar como un crédito una determinada parte de los montos efectivamente donados a las instituciones de enseñanza. Estas donaciones se eximen del impuesto a las herencias y donaciones establecido en la Ley Nº 16.271.

Los destinos de estas donaciones van especialmente a tres cosas: infraestructura, investigación y becas”, comenta Magdalena Aninat, presidenta del consejo asesor del Centro de Filantropía e Inversiones Sociales de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), que en el ranking aparece como la vigésima universidad receptora. “Para las empresas, hay un beneficio reputacional, pues no existe una contraprestación directa de la universidad beneficiada, pues la ley es bien estricta al prohibir tales contraprestaciones”, añade en referencia al numeral 24 del artículo 97° del Código Tributario.

La empresa, o el donante personal, cuenta con beneficios tributarios para donar. Sin embargo, dice Aninat, esa no es la justificación para hacerlo. “La rebaja tributaria no es motivación per se, sino que es un incentivo, pues si no existiera, encarecería la donación y podría no hacerse. Nadie hace una donación para reducir impuestos, además que compite con otros destinos de donación”, explica.

Las empresas que más aportan

Un elemento en común que tienen las dos mayores receptoras de donaciones es que sus beneficiarios provienen de las mayores empresas privadas del país y, como consecuencia, de los principales grupos económicos.

Sin embargo, el mayor donante de la década es una empresa de capitales extranjeros: el Banco Santander, que, a diferencia de la mayoría de las compañías nacionales y sus propietarios, se ha caracterizado por aportar a las finanzas de todas las universidades del país, pero no de forma pareja: proporcionalmente, la UC ha sido la más beneficiada.

La entidad financiera dijo tener una definición corporativa a nivel global de apoyo a la educación superior, que viene aplicándose desde hace 26 años y que hoy está focalizada en programas de becas, empleabilidad y emprendimiento. Las diferencias en los aportes a cada centro de estudios, explicó, proviene de la manera a través de la cual se relacionan con ellos.

“Las instituciones de educación superior nos presentan una serie de iniciativas que, fundamentalmente, están relacionadas con programas de becas y emprendimiento. Varias de ellas contribuyen no solo a su institución, sino que a alumnos o académicos de otras casas de estudio a nivel nacional, por lo que dependiendo del impacto que tengan, se efectúa la evaluación de cada uno de estos proyectos. Sólo a nivel nacional, el año pasado en los distintos programas apoyados por Grupo Santander se beneficiaron cerca de 11.000 personas residentes en Chile”, comentó Rodrigo Machuca, gerente de Santander Universidades, a Pulso.

La segunda compañía que más donaciones ha realizado en la última década es Empresas CMPC, la principal firma del grupo Matte, y sus filiales. CMPC explicó a Pulso que ha desarrollado varias alianzas con centros de estudio, en especial en zonas donde tienen operaciones, como la Universidad de Concepción y con DuocUC, con el que ayudaron a financiar el Campus Nacimiento CMPC DuocUC. Pero también tienen un acuerdo con la UC, a través de la cátedra de Biodiversidad y Desarrollo Sostenible, incluida en el Endowment UC, el fondo patrimonial que busca dar sustentabilidad financiera en el tiempo a la entidad, una vía que han utilizado varios donantes para sus aportes.

El instituto profesional Duoc UC está entre los tres que más donaciones recibieron en los últimos dos años.

El grupo Copec, controlado por la familia Angelini, es el tercero en aportes. Y buena parte de tales recursos también están concentrados en la UC, principalmente mediante dos vías de alianzas estratégicas: la Fundación Copec-UC y el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini. “La fundación -dice la compañía- desde 2002 mantiene una alianza con la UC, con el objetivo de promover la investigación científica-tecnológica orientada a generar innovaciones de alto impacto principalmente en los sectores de recursos naturales y la energía”, mientras que, para el centro de innovación, que depende de la Vicerrectoría de Investigación de la universidad, el grupo realizó una donación inicial hace 10 años y hoy se autofinancia.

Otro banco que destaca en la entrega de aportes es el BCI, de la familia Yarur, donde dicen que, en los últimos 10 años, han trabajado con más de 25 universidades en proyectos de perfeccionamiento de profesores, impulso a la innovación y emprendimiento, y en acompañamiento para mantener a los jóvenes en la educación superior. “Una de las maneras de trabajar con las universidades es entregando aportes económicos que permitan financiar el diseño, producción, implementación y medición de proyectos definidos”, explicaron desde el BCI.

Aportes personales

Al analizar los aportes de personas, la mayoría de los donantes con nombre y apellido han dirigido sus fondos a la Universidad de Los Andes. De hecho, los cinco primeros del ranking encauzaron mayoritariamente sus dineros al centro de estudios ligado al Opus Dei.

La Universidad de Los Andes, el destino favorito de las donaciones de las familias Fernández León e Izquierdo Menéndez.

Y aquí hay dos nombres que sobresalen: María del Carmen Izquierdo Menéndez, la mayor donante individual en los últimos 10 años, con casi $10 mil millones destinados a esa casa de estudios, y los integrantes de la familia Fernández MacAuliffe, que suman en total $22.845 millones aportados a universidades, mayoritariamente a la UAndes.

Este tipo de donaciones personales se explican, según Aninat, por la vinculación que les genera el proyecto, que puede estar relacionado con visiones particulares, por ejemplo, de adhesión religiosa.

Fuente

LaTercera.com

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