Dr. José Rodríguez, uno de los científicos chilenos más citados del mundo: “La principal fuente de energía del futuro va a ser la energía solar”

Dr. José Rodríguez, uno de los científicos chilenos más citados del mundo: “La principal fuente de energía del futuro va a ser la energía solar”

El Dr. José Rodríguez, director del Centro de Transición Energética (CTE) de la Universidad San Sebastián (USS), esta semana fue galardonado con el “Premio Educación 2024″ del Colegio de Ingenieros de Chile.

Su trabajo lo convirtió en referente mundial en la electrónica de potencia, área de la ingeniería eléctrica que permite el desarrollo y evolución de los motores eléctricos -y, por consiguiente, de la electromovilidad en el planeta. Este nuevo reconocimiento se suma a una serie de notables logros, incluyendo el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas en 2014 y su presencia, desde hace una década, en el listado de los investigadores más citados del mundo, que elabora Clarivate Analytics, un récord que pocos pueden exhibir.

Este 2024, el Dr. Rodríguez superó los 1.000 artículos publicados en Scopus, plataforma que reúne citas de académicos de todo el mundo. A su vez, fue convocado como parte del jurado que elegirá el Premio Tesla 2025, que entrega el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) de Estados Unidos, la sociedad profesional más grande del planeta, con más 425.000 miembros.

El Dr. José Rodríguez y Hernán de Solminihac, presidente del Colegio de Ingenieros de Chile.

Dueño de una personalidad sencilla y alegre, este hombre de 71 años, oriundo de Malalhue, un pequeño pueblo en la región de Los Ríos mantiene la misma energía y curiosidad con la que partió a finales de la década de los 70′s. En esa época comenzó a hablar de energías renovables, en un contexto en que el mundo aún no estaba pensando en la crisis climática o el abusivo uso de los combustibles fósiles que afectarían al planeta en el siglo XXI.

Tras la ceremonia en el Colegio de Ingenieros de Chile, conversó con La Tercera para expresar sus impresiones del premio y analizar el futuro de la transición energética.

-Acaba de recibir el premio Educación 2024 del Colegio de Ingenieros de Chile. ¿Qué significa para usted este reconocimiento?

Estoy muy emocionado. Me titulé de ingeniero y, posteriormente, he trabajado toda mi vida en el área de enseñanza, específicamente, en tres universidades. Que al final de tu carrera te reconozcan y te premien junto a docentes muy destacados es algo que me hace sentir honrado y contento. También estoy muy agradecido de la generosidad de quienes integran el Colegio de Ingenieros de Chile.

-¿Cómo llegó a definir el campo de estudio por el cual es citado en todo el mundo?

Comencé a estudiar hace casi 50 años mi especialidad de investigación, que es el control de la transformación de la energía eléctrica, una rama de la ingeniería que paulatinamente comenzó a popularizarse y tomó relevancia a nivel mundial. En la aplicación de energías renovables, como la eólica o cinética, se produce una conversión energética y este proceso es un desafío altamente interesante. En cuanto a los autos eléctricos, por ejemplo, las baterías tienen energía almacenada en forma de corriente continua y esa energía hay que controlarla para mover los motores eléctricos, transformándose en un proceso muy sofisticado y atractivo.

Visión de las energías renovables

-Sin quererlo tuvo visión a largo plazo, una especie de Nostradamus, se adelantó. Me imagino que en el pasado recibió críticas al ser el más entusiasta en proyectar esa revolución.

Los estudiantes que trabajan conmigo me dicen que tengo buen ojo para poner temas de investigación con 10 años de anticipación. Por ejemplo, existen unos equipos electrónicos especiales usados en la industria que se llaman impresores y, hace más de 30 años, dije que el siguiente paso eran equipos multinivel, que tuvieran más componentes electrónicos. Al principio, la crítica fue feroz. Los argumentos fueron que eran más caros, que iban a fallar, entre otras cosas. Trabajé cinco años convenciendo a la gente y funcionó.

-¿Hay algún proyecto que haya costado más de la cuenta?

Hace dos décadas planteé que debíamos superar la teoría clásica en la electrónica, que tiene más de 50 años. Tenía la convicción de que estábamos subutilizando la capacidad de cálculo de los computadores, entonces propuse que se tenía que hacer de forma distinta. Empecé a investigar una manera diferente de trabajar desde donde se basaba la gran capacidad de cálculo de los computadores. Aparentemente, está funcionando.

El Dr. José Rodríguez y Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián, en la premiación del Colegio de Ingenieros de Chile.

-¿Qué ideas ha tenido en el último tiempo? Quizás estas tengan solución en décadas posteriores.

Ahora ando entusiasmado con otra idea. En ingeniería, se usan los modelos matemáticos y la física para entender los sistemas que queremos estudiar o controlar. Así se hacen ecuaciones, modelos matemáticos y aparecen las redes neuronales que utiliza la Inteligencia Artificial (IA). Una red neuronal hoy se puede auto entrenar sin tener conocimiento del proceso físico, solamente con algunas reglas básicas y pueden hacer la acción bastante bien. Eso será un tópico de investigación por 20 años más, te lo firmo. En ese tema estoy aprendiendo, soy muy curioso, me gusta estudiar. Eso me permite mirar hacia el futuro.

-¿Qué importancia le asigna a la curiosidad en el estudio y avance de la ingeniería?

Tengo la suerte de ser curioso en todo y, además, disfruto trabajando con gente tan brillante. Hasta hace unos años cuando estaba en una reunión, miraba para el lado y veía que todos los presentes podrían ser hijos míos. Ahora veo que todos los que están conmigo podrían ser mis nietos y no es broma. Tengo la capacidad de relacionarme bien con gente de distintas edades y poder nutrirse de distintas visiones es muy importante. Mantengo la curiosidad intacta, me maravillo con las cosas y en la Universidad San Sebastián lo pasamos bien haciendo nuestro trabajo y eso es fundamental.

La importancia del trabajo colaborativo

- ¿Cuál es la relevancia de tener redes de colaboración?

He tenido la suerte de aprovechar bien el potencial de Internet. Gracias a eso, he interactuado mucho con China. Este año he estado dos veces allá, es la superpotencia científica mundial por kilómetros de distancia. Tengo contactos y amigos en Estados Unidos, Canadá, Irán y Egipto, entre otros países. Soy profesor visitante distinguido de dos instituciones chinas y profesor honorario de otras dos universidades en este país. Tengo una red de colaboración internacional súper fuerte y la suerte de poder trabajar con gente brillante. Estos lazos son fundamentales para la generación de conocimiento.

-¿Cómo evalúa el desarrollo de la investigación en Chile?

Es un privilegio poder dedicarme a la investigación. Chile es un país chico. Siempre ha existido el 0,37% que Chile destina del PIB a investigación y ciencia. Todos los presidentes que he conocido me han prometido que, por lo mínimo, van a doblar esta cifra y seguimos pegados en el 0,37%.

-Por eso es tan relevante que sea el científico chileno más citado del mundo.

En un país tan chico aparecer dentro de la élite, ciertamente es una bendición y estoy muy agradecido por ello. Esto también es gracias al enorme aporte de mis estudiantes, gestiono bien mi trabajo con ellos.

El Dr. José Rodríguez resalta la buena y directa relación que tiene con las nuevas generaciones de estudiantes de ingeniería.

-¿Cómo proyecta su carrera?

Ya tengo 71 años. Estar trabajando y que me permitan continuar aportando al conocimiento me hace sentir muy privilegiado. Una de las cosas más interesantes a estas alturas de mi vida es motivar a los jóvenes en Chile y eso me lo permite mi rol en la USS. Es súper importante reforzar en las nuevas generaciones la capacidad que tienen de hacer cosas que impacten positivamente a la sociedad.

Jurado del Premio Tesla

-Este año es parte del jurado del Premio Tesla 2025 del IEEE. ¿Qué expectativas tiene sobre este rol y qué criterios considera más importantes al evaluar a los candidatos?

El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Estados Unidos tiene 450 mil socios y es la sociedad profesional más grande del mundo. Entrega varios reconocimientos, entre ellos, el Premio Tesla, que se le otorga a un profesor o a un ingeniero por sus contribuciones en la producción y uso de energías eléctricas, pero está fuertemente vinculado a la industria automotriz. Ahora todo el mundo se quiere llevar el premio Tesla. Entonces, sus creadores buscan jurados a nivel internacional y ahí estoy yo. En este momento estamos evaluando a los candidatos que están postulando, se les piden referencias, es un proceso largo que demora 10 meses. Para mí es un honor estar allí y representar a Chile en un grupo compuesto por referentes de todo el mundo.

-Si estos logros le hacen recibir la admiración de sus pares y alumnos, ¿a quién admira José Rodríguez?

Vamos a separar la familia de lo profesional. En lo profesional, yo admiro a Nikola Tesla, porque fue un ingeniero genial y sus contribuciones en el diseño del moderno suministro de electricidad de corriente alterna fueron determinantes. En lo personal, a mis exalumnos, son muchos y personas muy valiosas. En el extranjero tengo algunos ídolos en Dinamarca, país líder en energías renovables. A nivel familiar, admiro a mi abuela, fue una guía para seguir por la senda correcta para salir adelante. Ella cambió mi vida, me dijo que fuera a ver el mundo a los 13 años, en una época en que no existía el internet. A los 13 años, imagínate. Ella siempre fue el ángel que me protegió para que nunca me pasara algo malo.

-¿Hay algún chileno que usted admira?

Dentro de las personas que admiro destaco a César Norton, científico chileno líder en el desarrollo de combustibles sintéticos y pionero en proyectos globales para combatir el cambio climático mediante el uso de energías renovables. Él fue capaz de visualizar el potencial del hidrogeno verde (H2V) y se le ocurrió transformar la energía del viento en combustible sintético hace más de 10 años. Además, tuvo la perseverancia y entusiasmo para conseguir recursos, desarrollando una planta pionera de H2V en Magallanes, por ejemplo. Actualmente, Norton lidera una compañía a nivel mundial para impulsar la transición energética y encontrar soluciones medioambientales más amigables. Él la lleva y es chileno.

Centro de Transición Energética de la USS

-¿Cuáles son las expectativas para el siglo que vivimos?

El mundo tiene que dejar de usar combustibles fósiles, tiene que transitar hacia energías más limpias y esa es la energía eléctrica. Para tener como referencia, más o menos el 25% de la energía que se consume en el mundo es eléctrica y, a 2070, el 70% de la energía será eléctrica. Los hidrocarburos, como el petróleo, el carbón y el gas, no los podremos seguir usando, porque su regeneración es la base de calentamiento del planeta.

El Dr. José Rodríguez dirige el Centro de Transición Energética USS.

-¿Se requiere un cambio en la matriz energética?

Hasta el año 2000, todos los procesos industriales se basaban en el siguiente paradigma: la energía la extraíamos del subsuelo. El petróleo, el gas, el carbón, incluso, el uranio, todos se sacaban del subsuelo, ahí estaba la energía. A partir del siglo XXI, ese paradigma cambió. La energía viene del aire, porque en el aire está la energía eólica, que es grande, pero también está la del Sol, que será la principal energía del futuro, porque ha seguido bajando el precio. Para los que dicen que solo sirve de día y que de noche es imposible obtenerla, eso era hace 10 años. Ahora, hay almacenamiento masivo de energía en baterías de 100 megawatts, una unidad enorme. Eso ya se está haciendo, es técnicamente factible y económicamente viable.

-¿Qué es lo que va a pasar con la energía solar?

A 2050 va a ser la principal fuente de energía. En mercados como el chino tienen una gran capacidad de producción y a bajos costos. En este momento, instalar un panel fotovoltaico es mucho más barato que el carbón o el gas en varios países. Esto seguirá avanzando en esa línea.

-¿Estos son los desafíos que analizan en el Centro de Transición Energética USS que usted lidera?

Efectivamente, el Centro de Transición Energética de la Universidad San Sebastián nació en 2023 con el objetivo de realizar investigación científica, tecnológica e interdisciplinaria para apoyar la transición energética, proceso que se entiende como el reemplazo de combustibles fósiles por fuentes renovables.

¿Cuáles son los actuales focos del Centro?

Actualmente estamos trabajando en varios frentes. Uno de ellos es la electromovilidad. Estamos preocupados por las estaciones de carga, uno de los cuellos de botella que tenemos para el desarrollo de los autos eléctricos, hay pocas “electrolineras”. El 80% de la población quiere cargar su auto en la casa y el 90% de los edificios no tienen forma de poder tener un cargador eléctrico. Hay mucho por avanzar en esta materia.

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Fuente

LaTercera.com

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