El año más indisciplinado del Partido Comunista
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El año más indisciplinado del Partido Comunista
El Partido Comunista (PC) se define como una tienda que promueve la “unidad de acción”. Sus militantes son reconocidos por actuar con disciplina, con escaso margen para que las disidencias se expresen de forma pública. Incluso, cuando hay voces disonantes, por lo general se trata de decisiones autorizadas por el colectivo. Por ejemplo, la libertad de opinión que han tenido la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, y la presidenta de la Cámara, Karol Cariola, debido a sus roles institucionales, o la dispensa que tienen las legisladoras víctimas de violaciones a los derechos humanos para votar en contra proyectos de la agenda de seguridad.
Sin embargo, durante 2024 fueron varios los episodios que pusieron a prueba el orden interno y que desataron el caos en la tienda que dirige Lautaro Carmona.
En gran parte, estas manifestaciones obedecen al clima electoral interno que vive el PC, que a fines de enero elegirá a los miembros del comité central, quienes luego se constituirán para definir a su directiva. Si bien el proceso de deliberaciones para definir a su directiva -que se da a través de un congreso partidario que discute durante meses, desde células, dirigencias comunales hasta instancias nacionales- no es notorio a simple vista, precisamente se evidencia en estas señales o declaraciones incendiarias dirigidas a la militancia.
El episodio más reciente, que quedó en evidencia durante los últimos días del año, fue cuando Daniel Jadue y un grupo de diputados -Carmen Hertz, Matías Ramírez, Nathalie Castillo, Lorena Pizarro y María Candelaria Acevedo entre ellos- promovieron retirar el proyecto de reforma de pensiones que impulsa el Ejecutivo y que lidera la ministra Jeannette Jara -también comunista-, en consideración de que se ha desdibujado de la iniciativa que prometió Gabriel Boric durante su campaña presidencial, en el programa de Apruebo Dignidad.
Ayer, durante el tradicional caldillo de congrio de la colectividad, Carmona sinceró que “el proyecto en debate no es el que programáticamente en términos originales postulamos”, pero advirtió que “el PC no se pierde: todo lo que implique... un aumento de las pensiones ahora, debe ser respaldado por nosotros como partido y esperamos que con nuestra representación parlamentaria (apoyarlo). El que piense un segundo diferente a eso, está en la Luna o no conoce la Tierra o no sabe decirlo, porque es un debate abierto”. Así acalló el ruido que surgió desde las propias filas comunistas.
Ese es uno dentro de una larga lista de desencuentros que marcaron el año para el PC, y que se caracterizaron por dejar en evidencia que hay dos grupos en sus filas: aquellos fuertemente alineados con la administración de Boric, y quienes priorizan hablarle al “corazón” de la colectividad.
Otro, y de los más tensos momentos, fue cuando Carmona, en agosto, afirmó que él no considera que el régimen de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro sea una dictadura, en oposición a la postura que fijó el Presidente Boric.
En esa ocasión los ministros comunistas del gabinete destacaron por quitarle piso a Carmona y alinearse con el Jefe de Estado. “Respaldo plenamente la conducción de la política internacional por parte del Presidente, y como militante del PC, cualquier opinión que deba dar la daré al interior”, dijo la ministra Jara (Trabajo).
“Mantenemos una posición en cuanto a compartir la línea que han trazado el Presidente, la Cancillería, que efectivamente son quienes se refieren a esta materia. Las opiniones personales y militantes no tienen un espacio para poder desarrollarse en función de los roles que hoy día tenemos”, afirmó, por su parte, Nicolás Cataldo (Educación).
El hecho obligó a la comisión política a fijar una postura neutral, en la que respaldaba las gestiones del gobierno frente a las elecciones en Venezuela, pero evitaba calificar de dictadura o régimen autoritario a la administración de Nicolás Maduro.
También hubo fuertes discrepancias en torno al proceso judicial en que se vio envuelto el exalcalde Jadue, quien cumple con arresto domiciliario mientras se investigan eventuales delitos de corrupción cometidos mientras él presidía la Asociación de Farmacias Populares.
En mayo, ad portas de su audiencia de formalización en el 3° Juzgado de Garantía de Santiago, destacados dirigentes del PC se sumaron a una manifestación en apoyo al exjefe comunal. Entre ellos Carmona y el integrante de la comisión política de la colectividad Juan Andrés Lagos.
El episodio provocó que la ministra Camila Vallejo (Segegob), también comunista, hiciera un llamado de atención a “todos los partidos”, según dijo, a respetar la labor de la Justicia y los tribunales en el caso Jadue. Al reclamo se sumó Jara, quien señaló que “en lo personal, no me gusta cuando se van a hacer expresiones públicas afuera de la Fiscalía, me parece que cada institución pueda hacer su trabajo con calma dentro de un Estado de derecho”.
A nivel de Congreso también se han evidenciado fisuras entre comunistas. Una clara muestra de eso fue el comportamiento de la bancada en torno al proyecto sobre Reglas de Uso de la Fuerza, que fijaba criterios y protocolos para el uso de armamento por parte de militares y policías.
Pese a que los reparos de la bancada PC eran compartidos, los parlamentarios se diferenciaron a la hora de tramitar y fundamentar estas iniciativas sobre seguridad.
“Somos integrantes del movimiento de derechos humanos y del movimiento social. En tal virtud, queremos señalar nuestra profunda preocupación y decepción, porque el corazón de este proyecto de Reglas de Uso de la Fuerza... ha sido desnaturalizado”, dijo en mayo la diputada Hertz en un punto de prensa, acompañada por sus pares Pizarro, Acevedo, Castillo y Ramírez. “Aquí se legitiman la represión, el crimen y la tortura”, complementó Pizarro.
La conferencia era observada a un par de metros de distancia por el entonces jefe de bancada Luis Cuello y su par Alejandra Placencia. El episodio evidenció que un grupo de la bancada abogaba por asumir sin complejos la agenda de seguridad del gobierno, mientras que otros optaron por hacer ver sus críticas.
Los diputados protagonizaron un incómodo momento en el Congreso en julio, cuando convocaron un punto de prensa y se refirieron al procedimiento policial realizado en Villa Francia. En ese contexto, Pizarro deslizó que podía tratarse de un “montaje”. Justo en ese momento, Cuello y Placencia, que estaban detrás de ella, se retiraron de la vocería. La situación no pasó desapercibida, de hecho, la misma Pizarro les cuestionó: “¿Se van, compañeros?”.
Esa última frase fue estampada en una polera que usó Daniel Jadue en una visita que le hicieron los diputados más cercanos a él -Pizarro, Acevedo, Castillo, Ramírez-, mientras cumplía con la prisión preventiva.
Parte de los diputados comunistas también arremetió contra la ministra Jara, luego de que ella reconociera que no le ve “sentido” al paro de trabajadores que convocaron la CUT y la ANEF en noviembre. “Nuestro centenario partido y su origen tiene arraigo en las luchas y causas de los trabajadores y trabajadoras. No podría relativizar nunca una movilización que tenga el carácter de buscar mejoras laborales”, respondió la diputada Nathalie Castillo.
Por otra parte, el PC hizo críticas públicas al gobierno cuando se desvinculó a Juan Andrés Lagos de la Subsecretaría del Interior, en que se desempeñaba como asesor. “Todos saben que él es uno de los dirigentes nacionales más importantes del PC (...). No quiero imaginar medidas que tengan connotación anticomunista”, señaló Carmona en junio, tras conocerse la salida.
El propio Lagos dijo, en entrevista con La Tercera, que “el gobierno debería haber resistido esa presión indebida, antidemocrática, que apuntaba a generar mi salida”.
En medio de ese ruido la ministra Vallejo argumentó que “el gobierno no toma decisiones en función de presiones de la oposición. El gobierno lo que hace es tomar sus decisiones pensando en mejorar sus políticas públicas, en mejorar su desempeño y en hacer avanzar sus compromisos”.
Esa discusión permitió poner sobre la mesa otro factor que ha mantenido tensa a la colectividad durante el último año: la ausencia de Guillermo Teillier, quien falleció en agosto de 2023.
En julio, en medio de la discusión por la salida de Lagos, el senador Daniel Núñez dio una entrevista a La Segunda que agitó aun más las aguas, al explicitar que “hace falta Teillier”.
Algo incómodo por ese comentario, Carmona dijo que “no sé el alcance” de las declaraciones del senador; sin embargo, trató de bajarle el perfil a la polémica, agregando que “yo coincido que hace falta Teillier, hace falta la Gladys, agregaría, y quizás cuántos otros cuadros”.
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