El desarrollo del lenguaje en los tres primeros años: cómo fomentarlo y cuáles son los signos que alertan de la necesidad de ayuda
- 23 Horas, 34 Minutos
- ElPais.com
- Internacional
El desarrollo del lenguaje en los tres primeros años: cómo fomentarlo y cuáles son los signos que alertan de la necesidad de ayuda

El lenguaje desempeña un papel clave en el desarrollo del niño y su evolución está estrechamente relacionada con el entorno social y familiar. La familia es el primer y más relevante medio de aprendizaje de la lengua oral. No obstante, el desarrollo del lenguaje también depende de otros factores, como la madurez neurológica, la capacidad auditiva o el vínculo afectivo con los cuidadores.

Signos de alerta en los primeros meses de vida
● Llora sin consuelo, se sobresalta exageradamente o es muy pasivo. ● No reacciona ante los sonidos. ● No se gira hacia la fuente sonora. ● No aparece la sonrisa social.
De los seis a los 12 meses
A las señales de alarma anteriores se añaden: ● No ríe a carcajadas, no balbucea ni grita. No trata de influir con ello en las personas. ● No participa en juegos como el cucú-tras u otros juegos de interacción. ● No imita los gestos de palmitas, adiós u otros que se le han repetido o le han hecho gracia. ● No distingue su nombre, no comprende el “no” o un gesto de disgusto.
De los 12 a los 18 meses
A las señales de alarma anteriores se añaden: ● No conoce partes gruesas muy básicas de su cuerpo. ● No muestra al adulto lo que llama su atención ni intercambia miradas. ● No mantiene intercambios afectivos intensos con sus figuras de apego. ● No atiende cuando se le señala o muestra algo. ● No aparecen las primeras palabras, entre ellas el “no”. ● No atiende a su nombre. ● No sigue indicaciones sencillas. ● Si presenta otitis frecuentes, o si se toca los oídos o se queja de dolor.
De los 18 meses a los dos años
A las señales de alarma anteriores se añaden: ● Deja de decir las palabras que ya sabía. ● No utiliza juguetes figurativos como muñecos, animales o coches para representar acciones. ● No participa en juegos interactivos, no los pide o inicia. ● No imita acciones de la vida diaria espontáneamente. ● No nombra los objetos familiares ni utiliza estas palabras para pedir o comunicar algo, acompañándose de gestos y miradas. ● No sigue instrucciones sencillas ni responde a la comunicación. ● No ejecuta acciones que sabemos que conoce cuando se lo pedimos desde una distancia cercana y con apoyo gestual o situacional.
De los dos a los tres años
A las señales de alarma anteriores se añaden: ● Continúa utilizando una jerga ininteligible. ● Se mantiene aislado, sin buscar ayuda, consuelo y sin pedir nada, sin dejarse influir. ● Se resiste a cualquier cambio, tiene rabietas descontroladas. ● Presenta dificultades sociales, hablando poco y necesitando el contacto físico para resolver sus conflictos. ● Mira a los labios fijamente. ● Su comprensión está demasiado ligada a la situación, la entonación o la intención del interlocutor. ● No ejecuta las acciones habituales cuando se le piden. ● No reconoce imágenes o fotos. ● No combina dos palabras o más y su vocabulario no aumenta. ● No utiliza su nombre. ● No come sólido.
Comentarios