El destino de los protagonistas de la “fuga del siglo” a más de 28 años del cinematográfico escape
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El destino de los protagonistas de la “fuga del siglo” a más de 28 años del cinematográfico escape
Escaparon volando de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS) bajo la mirada estupefacta de los guardias del recinto penitenciario. Así fue el cinematográfico escape que protagonizaron los exmiembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Pablo Muñoz Hoffman, Mauricio Hernández Norambuena (alias “Comandante Ramiro”), Ricardo Palma Salamanca (alias “El Negro”) y Patricio Ortiz Montenegro, la tarde del 30 de diciembre de 1996.
Los miembros de la guerrilla nacida en 1983 para desestabilizar el régimen militar de Augusto Pinochet, escaparon de la cárcel con ayuda del propio FPMR.
Después de 28 años se conoce con exactitud el paradero de los cuatro fugados, luego que ayer lunes fuese capturado en la ciudad de La Paz, Bolivia, Pablo Muñoz Hoffman, el último de los cuatro exmiembros del FPMR que continuaba prófugo.
Según las autoridades bolivianas, Muñoz reconoció haber ingresado al vecino país de manera ilegal y no entregó mayores detalles sobre su presencia en La Paz. El exfrentista, contra el cual pesaba una notificación roja de Interpol para su captura internacional, sería trasladado hasta el paso fronterizo de Paso Quemado, para ser entregado a la policía chilena, debido a su estatus de inmigrante ilegal.
La “fuga del siglo”
El FPMR se creó en Chile en 1983 como respuesta al régimen de facto que había impuesto Augusto Pinochet en septiembre de 1973. Después de múltiples ataques con explosivos y algunos secuestros de figuras prominentes de la derecha chilena, en 1991 -cuando ya había sido restablecida la democracia- decidieron secuestrar al senador Jaime Guzmán, considerado como uno de los “ideólogos” del régimen. Pero algo salió mal en el camino y el exministro y senador terminó muerto en el campus de la Universidad Católica.
En 1992, después de varios operativos, Hernández Norambuena y Palma Salamanca fueron capturados y enviados a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago de Chile. Allí se encontraron con otros militantes del grupo, como Ortiz y Muñoz Hoffman, que cumplían condenas por distintos delitos.
En poco menos de cuatro años, junto a los miembros del FPMR, los cuatro reos planearon una de las fugas más cinematográficos que Chile y América del Sur recuerden.
La fuga se concretó la tarde del 30 de diciembre de 1996, cuando los cuatro frentistas se ubicaron al borde de un balde amarillo que anteriormente habían posicionado al centro del patio del recinto penitenciario.
Cerca de las 15.00 horas las aspas de un helicóptero Bell Long Ranger 206 B1 comenzaron a sentirse en las inmediaciones de la cárcel. El helicóptero había sido secuestrado horas antes y era pilotado, bajo amenaza, por el sargento de Carabineros Daniel Sagredo.
A punta de disparos de metralleta, el helicóptero se instaló sobre el patio de la cárcel, mientras los tripulantes dejaron caer una cuerda atada a una canasta de tela. Allí intentaron meterse Hernández, Palma Salamanca, Ortiz y Muñoz, pero no había suficiente espacio y todo ocurrió tan rápido que dos de ellos salieron colgados de la canasta.
La operación fue denominada “Vuelo de Justicia” y tardó solo 58 segundos en ser ejecutada con éxito.
La reacción de los guardias de la cárcel fue tardía y el helicóptero desapareció en la distancia. Horas más tarde, testigos reportaron que un modelo similar al que había protagonizado la fuga en la CAS estaba estacionado en la cancha de fútbol del parque Brasil.
En una entrevista con la otrora revista The Clinic, Patricio Ortiz dijo que apenas dejaron el helicóptero se montaron en un vehículo, y a las pocas cuadras los cuatro se separaron. Los cuatro lograron abandonar Chile y durante meses no se supo nada de ellos.
Las capturas
El primero de los fugados en ser capturado fue Patricio Ortiz Montenegro, quien en septiembre de 1997 fue ubicado y detenido en Suiza. Sin embargo, a los pocos meses el país le concedió el asilo político y reside allí desde entonces.
Cinco años más tarde, en 2002, las autoridades de Brasil reportaron la captura de Mauricio Hernández Norambuena, quien estaba acusado de secuestrar al publicista Washington Olivetto, por lo que fue condenado a 30 años de prisión.
En 2019 se consiguió su extradición a Chile. De esa forma, el “Comandante Ramiro” llegó al país el 20 de agosto de ese año, y fue condenado por dos penas de 15 años de presidio, menos los 1.256 días que pasó detenido por la condena original en Chile, por lo que debe cumplir más de 26 años en la cárcel.
Ricardo Palma Salamanca fue capturado en Francia en febrero de 2018. Si bien, Chile pidió su extradición, el país europeo decidió concederle el asilo político.
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