El Gobierno se mostró a la defensiva e incentivó a una oposición que empieza a animarse

El Gobierno se mostró a la defensiva e incentivó a una oposición que empieza a animarse

Javier Milei busca retomar la iniciativa en el inicio de la campaña. El reloj de arena de CFK y las dudas sobre el humor social. Qué dicen los estudios de opinión Manifestación en reclamo de mejores jubilaciones

Un minuto, como en un partido de básquet cuando el equipo sufre el agobio del rival y el director técnico convoca a sus jugadores. “Eso necesitamos: sacar la cabeza del agua para volver a pensar”, razonó el jueves por la tarde un operador del Gobierno, veinticuatro horas más tarde de la violenta manifestación frente al Congreso, del desordenado operativo policial y mientras el fotógrafo Pablo Grillo peleaba por su vida después de que una cápsula de gas lacrimógeno le partiera la cabeza.

Desde hace un mes, exactamente desde el viernes 14 de febrero a las 19.03, cuando Javier Milei promocionó desde su cuenta de X la fallida criptomoneda $LIBRA, que el Gobierno no puede salir de un espiral de situaciones inconvenientes que no logra controlar. “Es como esas manchas de humedad que aparecen en la pared. Hoy puede no ser un problema, pero en algún momento puede llegar a ser un drama”, asegura un consultor que conoce muy de cerca a la cúpula libertaria.

Los estudios de opinión revelan que el Presidente es muy firme cuando ataca. La firmeza, incluso cuando la ejerce con evidente violencia, es una de sus principales virtudes. La defensa, sin embargo, es su flanco más débil. Ahí es cuando queda en evidencia, al desnudo. El ejemplo más gráfico se dio el lunes 17 de febrero, horas después de la polémica por $LIBRA, cuando Santiago Caputo, el asesor estrella del Gobierno, saltó a la fama por interrumpir una entrevista y dejarlo aún más expuesto.

Desde entonces, Milei perdió el control de la agenda. Primero $LIBRA, después la nominación de los jueces por decreto, en comisión, sin contar con el dominio de la negociación política en el Senado. Esta semana, la Cámara alta puede darle un nuevo revés al Ejecutivo. La publicación del DNU del acuerdo con el Fondo Monetario remitido al Parlamento la semana pasada tampoco le sirvió a la Casa Rosada para dar vuelta la página. Más bien lo contrario. Explicado, en buena medida, por la necesidad imperiosa de engrosar las reservas del Banco Central y disipar volatilidades del mercado en vísperas de la campaña electoral. “El retroceso de las reservas netas resultó incluso mayor (que las reservas brutas), haciendo que el stock negativo más que duplique su valor al cierre de 2024 (-USD5.420 millones al 11 de marzo del 2025 vs. -USD2.255 millones”, plasmó una prestigiosa consultora económica en el último informe que reparte entre inversores, en base a estimaciones del propio Banco Central.

Por esa urgencia, la Coalición Cívica respaldó ayer el tratamiento parlamentario. La Libertad Avanza agradeció desde las redes. Bandera blanca por unos instantes.

Javier Milei y Patricia Bullrich, en Expoagro

El viernes, Milei intentó volver a la ofensiva. En Expoagro, en San Nicolás, el Presidente sentó a su lado a José Luis Espert, muy criticado por su visita a Bahía Blanca en plena inundación, y a Patricia Bullrich, que nunca había sido tan cuestionada como en el operativo del pasado miércoles, una vez que se conoció el parte médico de Grillo, que este fin de semana aún peleaba por su vida, con algunos signos de mejoría, en el hospital Ramos Mejía. El Presidente defendió el operativo, también se refirió a Espert y a Bullrich como “gente que irrita a zurdos”. “Van a decir que soy un provocador, me encanta”, dijo. Y agregó: “Los buenos son los de azul”, en referencia a las fuerzas de seguridad.

El miércoles, horas antes de la marcha, Milei había viajado sorpresivamente a Bahía Blanca. Según fuentes oficiales, la decisión se tomó en los días previos. No hubo mayores explicaciones de por qué visitó la ciudad bonaerense, arrasada por un temporal inclemente que la inundó de punta a punta, recién hacia mediados de semana. Pero incluso en la propia Casa Rosada llamó la atención que lo hiciera después del posteo en X de Cristina Kirchner, con críticas muy duras por no haber recorrido la zonas afectadas apenas pararon las lluvias.

La ex presidenta aceleró en estas semanas sus ataques al Gobierno. No es un caso aislado: el sistema político percibió en el último mes, desde el caso $LIBRA, que se abrió una pequeña hendija por dónde incomodar al presidente. La mancha de humedad. Cristina Kirchner fue un paso más. Utilizó una frase que no solo penetró en el círculo rojo político -también en un sector del empresariado-, si no en algunos sectores del universo oficialista: “Tuve la impresión de que diste vuelta el reloj de arena”, sintetizó en el posteo que publicó horas después de la cadena nacional del 1 de marzo.

Al menos en un grupo de Whatsapp integrado por altos funcionarios del gobierno y por dirigentes afines, la frase fue especialmente subrayada. También tomó nota Sergio Massa, que ayer cerró el congreso del Frente Renovador, en Costa Salguero, después de más de un año de mensajes muy esporádicos en redes y participaciones en contadas actividades.

Para el Gobierno, la caótica manifestación del miércoles, fogoneada desde las redes por grupos de barras que se convocaron de manera inorgánica -los cabecillas se resguardaron-, fue un primer botón de muestra de un posible cambio en la convivencia en el sistema político, en el inicio de la campaña electoral. La primera reacción pública fue la del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que en pleno operativo, en los estudios de Infobae en vivo, relacionó los incidentes con “movimientos políticos orientados a desestabilizar al gobierno”. Al día siguiente habló de un intento de “golpe de Estado”, sin dar demasiados detalles. Bullrich acusó a los intendentes de La Matanza y Lomas de Zamora, aseguró tener imágenes de filmaciones de ambos distritos que demostrarían cómo grupos barrabravas habrían viajado desde ambas municipalidades hasta el Congreso, pero hasta estas horas no había aportado ningún material. Los dos intendentes peronistas de esas localidades rechazaron de cuajo la acusación.

“No podemos tener ese nivel de quilombo todo el tiempo”, se sinceró un miembro del gobierno, algo preocupado por la narrativa oficial que empieza a mostrar algunas señales de fatiga, al menos de manera transitoria. En esas mismas horas, mientras en los alrededores del Congreso se prendía fuego autos y contenedores de basura y las fuerzas de seguridad respondían con ferocidad, dentro del Parlamento el bloque libertario dejaba en simultáneo en evidencia la fragilidad de su sistema interno de toma de decisiones, y la tensión cruzada. Oscar Zago a los manotazos, Lilia Lemoine que terminó con un vaso de agua derramado sobre su figura, y Martín Menem que aprovechó el caos para cortar abruptamente la sesión, por fuera del reglamento. Nervios por todos lados. ¿Quién conduce a La Libertad Avanza en el Congreso? Al otro día, Gabriel Bornoroni, el jefe de bloque, voló a Córdoba. En un contexto de versiones cada vez más insistentes de disputas en el triángulo de hierro, azuzadas por segundas y terceras líneas de cada bando.

Milei cuenta, sin embargo, con una ventaja: la “orfandad” en la representación de la oposición. Según los especialistas, ese desamparo en el terreno político puede representar un problema en términos del humor social en el corto y mediano plazo si el caos callejero se profundiza y ningún sector es capaz de ordenar o canalizar ese recrudecimiento de la violencia. “Se están rompiendo las normas básicas”, remarcó Juan Grabois en las últimas horas.

Una consultora en opinión pública muy requerida en el mercado midió en estas semanas el humor social y la imagen del presidente después de $LIBRA. Perdió 13 puntos en su núcleo duro. Pero cuando preguntaron si hoy se repitiera el balotaje del 2023, Milei solo bajó 3 puntos. “El Presidente tiene dos fortalezas: la estabilidad económica y la falta de alternativas en la oposición”, analizó el consultor que encargó ese estudio.

En ese contexto, la CGT también olió un tufillo distinto. Hace siete meses, en agosto del año pasado, el propio Héctor Daer había confesado en una entrevista con Radio con Vos: “Todavía nadie encontró por dónde entrarle (a Milei)”. El jueves, en la sede de la central obrera de Azopardo, en un congreso de la UTEP, los líderes sindicales anunciaron un paro general “antes del 10 de abril”, y marcaron lo que podría ser el inicio de una nueva etapa en la relación entre los gordos y la Casa Rosada.

Fotografía de archivo en donde se ve a la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

El lunes, en el encuentro en UPCN, uno de los jefes sindicales agitó el ambiente: “Es ahora, es el momento, vamos”, fogoneó en la reunión en la que participó Hugo Moyano. Horas después, en la sede de SMATA, en un plenario de confederaciones también se habló de un posible cambio en el humor social. En el Gobierno dijeron que era “pirotecnia” para calmar a las bases, en medio, además, de la elección interna que Daer enfrenta en Sanidad y de camino a la renovación de autoridades de la CGT de noviembre próximo. El vínculo protocolar le pertenece por parte del Ejecutivo a Julio Cordero, el secretario de Trabajo. La relación real está a cargo del consultor Caputo.

Un altísimo dirigente del PRO que trabaja día y noche para llegar a un acuerdo con Milei está convencido de que la zozobra en la que se sumergió el Gobierno este último mes apenas trasciende a “la sociedad hiper informada”. “En la calle, la gente nos sigue pidiendo que por favor que vayamos juntos para que no vuelva el kirchnerismo”, dice el diputado, que tiene vínculos muy fluidos con la cúpula macrista y con la Casa Rosada. Es de los que cree que si el Ejecutivo entró en una etapa de desgaste no será motivo de preocupación para estas elecciones legislativas, siempre y cuando Milei controle la variable dólar y mantenga la inflación en estos registros, como sinónimo de estabilidad. Más allá de los estudios cualitativos encargados por los distintos sectores, con base en el Gran Buenos Aires, empiezan a exhibir signos de preocupación por el empleo y, en especial, por la precarización y los nuevos modelos de trabajo. Una de aplicaciones de transporte urbano registró por ejemplo en los últimos meses récord en la afiliación de socios/conductores.

Fuente

Infobae.com

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