El millonario centro logístico que Compañía Minera CCL planea construir en Antofagasta y que espera operar un siglo

El millonario centro logístico que Compañía Minera CCL planea construir en Antofagasta y que espera operar un siglo

Con una inversión de US$ 500 millones, la Compañía Minera CCL presentó al Servicio de Evaluación Ambiental una consulta de pertinencia para la construcción y operación de un nuevo Centro Logístico de Almacenamiento y Bodegaje en el barrio industrial La Negra, en la comuna de Antofagasta. Este proyecto busca convertirse en un punto clave para el almacenamiento de materiales destinados a la industria minera. Según el documento presentado, el objetivo es desarrollar un espacio que permita “almacenar y bodegar distintos tipos de cargas para la industria minera de la región de Antofagasta, las cuales serán acopiadas de manera transitoria en nuestro sitio”.

La iniciativa contempla el almacenamiento de un máximo de 48 toneladas mensuales, con materiales que, de acuerdo con la empresa, “corresponden a cargas generales no contaminadas, no peligrosas, no alimentarias y no combustibles”. Entre estos se incluyen productos metálicos no peligrosos, maquinaria y equipos industriales, así como chatarra ferrosa y no ferrosa.

El Centro Logístico CCL se instalará sobre una superficie de 200.000 m², completamente cercada y dividida en áreas funcionales. Según la compañía, el terreno contará con “canchas de almacenamiento a intemperie, conformadas por terreno compactado con material estabilizado de unos 20 cm de profundidad”, lo que permitirá una mejor disposición y orden de los materiales. Además, se ha considerado la pavimentación de las áreas de tránsito vehicular y de maquinaria pesada, para “evitar la suspensión de polvo, garantizando que no afecte la operatividad del sitio”.

El proyecto contempla también una infraestructura modular para oficinas administrativas, con espacios destinados a reuniones, cafetería y baños. Según la descripción técnica, estas instalaciones serán construidas con “chasis de acero soldado y paneles SIP, montados sobre apoyos de hormigón armado”.

En términos operativos, el centro seguirá un flujo estructurado que garantizará la trazabilidad y seguridad de los materiales almacenados. El procedimiento contempla la recepción de carga, su inspección y registro fotográfico, el pesaje en caso de ser requerido y la asignación de un área de almacenamiento. Posteriormente, los materiales serán preparados para despacho, verificando nuevamente la documentación antes de su salida del recinto. La empresa destaca que “el proceso comienza con la recepción de carga por parte del cliente”, seguida por una inspección detallada y, si es necesario, un proceso de pesaje antes de su almacenamiento en áreas designadas.

Medidas

Si bien la empresa sostiene que el proyecto no genera impactos ambientales significativos, se han considerado diversas medidas de mitigación para minimizar su huella ecológica. Entre ellas, destaca la humectación de caminos internos para evitar la dispersión de polvo, lo que se realizará mediante “el riego de las vías con agua salada dos veces al día”, permitiendo reducir en un 10% la emisión de partículas en suspensión.

Asimismo, la compañía asegura que el mantenimiento periódico de los equipos contribuirá a reducir la emisión de gases contaminantes, con inspecciones cada seis meses que permitirán “abatir un 5% los gases de combustión generados por los equipos”. En cuanto a la gestión de residuos, se garantizará que los desechos generados sean retirados por empresas especializadas y depositados en lugares autorizados.

Respecto al abastecimiento de servicios básicos, la empresa señala que el agua potable será suministrada mediante camiones aljibes y almacenada en “dos estanques verticales de polietileno lineal virgen con una capacidad de 15 m³ cada uno”, mientras que las aguas servidas serán tratadas en fosas sépticas prefabricadas con un sistema de drenes de infiltración.

La Compañía Minera CCL solicitó al SEA la confirmación de que el proyecto “no se encuentra listado en las tipologías descritas en el artículo 3 del Reglamento del SEIA y artículo 10 de la Ley 19.300″, por lo que no requeriría someterse a una evaluación de impacto ambiental. La empresa argumenta que el centro logístico no se ubica en una zona protegida ni maneja sustancias peligrosas, explosivas o contaminantes, por lo que su implementación no generaría impactos ambientales de relevancia.

La construcción del centro se proyecta para junio de 2025, mientras que su operación comenzaría en septiembre del mismo año. La empresa estima que el centro se mantendrá en funcionamiento hasta el año 2125, momento en que se procederá a su cierre con el retiro de estructuras, la limpieza del terreno y la restauración del área utilizada.

Fuente

LaTercera.com

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