El terror golpea a EE.UU.: la búsqueda de vínculos entre los ataques de Nueva Orleans y Las Vegas
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El terror golpea a EE.UU.: la búsqueda de vínculos entre los ataques de Nueva Orleans y Las Vegas
La policía de Estados Unidos está investigando si el mortal ataque terrorista en Nueva Orleans del miércoles está relacionado con la detonación de un Tesla Cybertruck afuera de un hotel Trump en Las Vegas ocurrida más tarde ese mismo día, pero aún no han encontrado ninguna conexión entre los dos episodios.
Así lo dio a conocer el presidente Joe Biden, quien indicó que en relación al ataque en Nueva Orleans el hombre que condujo la camioneta contra una multitud en el Barrio Francés poco después de las 3 a.m. del miércoles, matando a 15 personas, era un ciudadano estadounidense nacido en Texas. El mandatario dijo que Shamsud-Din Jabbar, de 42 años, sirvió en el Ejército de Estados Unidos “durante muchos años” y estuvo en la reserva de las Fuerzas Armadas hasta hace un tiempo.
Según un perfil de LinkedIn ahora eliminado, Jabbar había trabajado en varios roles en el Ejército de EE.UU., incluso en recursos humanos y tecnología de la información (TI), antes de ser dado de baja.
Estudió en la Universidad Estatal de Georgia de 2015 a 2017, graduándose con un título en sistemas de información informática.
También parece haber trabajado en el sector inmobiliario, ya que tenía una licencia que expiró en 2021. Tenía antecedentes penales relacionados con infracciones de tránsito y robo.
El FBI señaló que una bandera del grupo Estado Islámico (EI) fue encontrada dentro del vehículo que conducía, mientras que dos dispositivos explosivos improvisados (IED) fueron hallados cerca. También se recuperó en el lugar un arma larga con un “dispositivo de supresión” que funcionaba como silenciador. Se cree que la camioneta que conducía había sido arrendada en Texas a través de una aplicación.
Al respecto, el FBI informó que Jabbar condujo de Houston a Nueva Orleans el 31 de diciembre y publicó cinco videos en Facebook entre la 01.29 y las 03.02 de la madrugada del ataque en los que decía que apoyaba al EI, el grupo militante islámico que tiene combatientes en Irak y Siria.
En el primer video, Jabbar explica que había planeado previamente hacer daño a su familia y amigos, pero le preocupaba que la cobertura mediática no se centrara en la “guerra entre los creyentes y los incrédulos”, señaló en conferencia de prensa el subdirector adjunto del FBI, Christopher Raia.
Jabbar también dijo en los videos que se había unido al EI antes del verano boreal pasado y entregó su última voluntad y testamento, indicó Raia. “Esto fue un acto de terrorismo”, afirmó el miembro de la división antiterrorista del FBI, quien agregó: “Fue premeditado y un acto malvado”.
La agente especial adjunta del FBI Alethea Duncan dijo que la agencia no creía que Jabbar fuera el “único responsable” y que estaban investigando el incidente como un “acto de terrorismo”.
Sin embargo, el FBI informó este jueves que el veterano del Ejército actuó solo en el ataque. Con base en cientos de entrevistas y revisiones de las llamadas, cuentas de redes sociales y dispositivos electrónicos del atacante, “estamos seguros, en este momento, de que no hay cómplices”, comentó Christopher Raia.
El diario The New York Times indicó que se investiga la conexión del atacante de Nueva Orleans con el que arrendó el Tesla que explotó en Nevada. Esto porque ambos hombres eligieron objetivos fáciles el día de Año Nuevo y arrendaron vehículos a través de la misma aplicación de arriendo de automóviles, Turo.
“Las fuerzas del orden y la comunidad de inteligencia están investigando” la explosión de Las Vegas, “incluso si existe alguna posible conexión con el ataque en Nueva Orleans”, dijo Biden en una breve declaración a los periodistas en Camp David.
“Ordené a mi equipo que se asegure de que todos los recursos estén disponibles para las fuerzas de seguridad federales, estatales y locales, para completar la investigación en Nueva Orleans rápidamente y asegurarnos de que no haya ninguna amenaza restante para el pueblo estadounidense”, agregó.
La declaración de Biden, indicó The New York Times, reflejó el creciente sentido de alarma entre los que están investigando respecto a si el ataque de Nueva Orleans “involucró a una célula más grande de simpatizantes de ISIS, un escenario que el FBI y los funcionarios de inteligencia advirtieron que era una amenaza creciente”.
El FBI enfatizó que no había motivos para creer que los dos episodios estuvieran relacionados a pesar de los comentarios de Biden. Christopher Raia, de la división antiterrorista, dijo que actualmente no había “ningún vínculo definitivo” entre el ataque de Nueva Orleans y la explosión de un Tesla en Las Vegas, aunque inmediatamente agregó que los funcionarios no han descartado la posibilidad, según consigna The New York Times.
De hecho, las autoridades aún no han podido precisar los detalles clave de la explosión de Las Vegas, incluido si el cuerpo gravemente quemado recuperado del Cybertruck coincide con el hombre que arrendó el vehículo, según un alto funcionario policial informado sobre la investigación.
El hombre relacionado con el arriendo del Tesla Cybertruck que explotó frente al Hotel Trump en Las Vegas el miércoles es un soldado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos asignado al 10º Grupo de Fuerzas Especiales, según cuatro funcionarios estadounidenses, citados por la corresponsal de CNN Haley Britzky.
El hombre es un sargento de operaciones de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, con el rango de sargento mayor, un rango de alistado superior, indicaron las fuentes. Tres funcionarios dijeron que permanecía en servicio activo y estaba de permiso de Alemania, donde estaba sirviendo con el 10º Grupo, en el momento del incidente.
En una declaración enviada a los periodistas el jueves, el Ejército identificó al conductor como Matthew Alan Livelsberger, un sargento mayor del Ejército.
Según el Ejército, el sargento Livelsberger se alistó como aprendiz de las Fuerzas Especiales y estuvo en servicio activo desde enero de 2006 hasta marzo de 2011, luego sirvió en la Guardia Nacional desde marzo de 2011 hasta julio de 2012, y en la Reserva del Ejército desde julio de 2012 hasta diciembre de 2012.
Se reincorporó al servicio activo en diciembre de 2012, prestando servicio en las Operaciones Especiales del Ejército de EE.UU. En el momento de la explosión, se encontraba de licencia aprobada, indicó The New York Times.
Una persona murió y al menos siete resultaron heridas después de que el Tesla, lleno de fuegos artificiales y cilindros de gas, explotara afuera de una entrada del Trump International Hotel en Las Vegas.
En una conferencia de prensa, el sheriff Kevin McMahill, del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas, dijo que las autoridades “creen que se trata de un incidente aislado”, pero aún no han descartado una conexión con el ataque en Nueva Orleans.
Hasta el miércoles por la tarde no había indicios de que la explosión estuviera relacionada con ISIS, que según Biden inspiró el ataque de Nuea Orleans, pero la investigación continuaba, agregó el sheriff McMahill.
La policía informó que el Tesla fue arrendado en Colorado a través de Turo, una aplicación que conecta a propietarios de vehículos particulares con personas que alquilan. Las autoridades pudieron rastrear el vehículo hasta Colorado utilizando imágenes de video captadas en estaciones de carga.
El sheriff McMahill dijo que pensó que era una “coincidencia” que ambos hombres usaran Turo.
Los funcionarios de Turo afirmaron que no creían que el arrendatario de ninguno de los vehículos “tuviera antecedentes penales que los identificaran como una amenaza para la seguridad”.
El FBI dijo que el conductor del ataque de Nueva Orleans, Shamsud-Din Bahar Jabbar, murió después de herir a dos agentes de policía en un tiroteo luego de estrellar una camioneta contra una multitud que celebraba el Año Nuevo en uno de los destinos turísticos más populares de la ciudad.
Medidas de seguridad en Nueva Orleans
El diario The Washington Post indicó que los funcionarios enfrentaron crecientes preguntas sobre las medidas de seguridad que tenían implementadas para Nueva Orleans, una ciudad que frecuentemente atrae multitudes de turistas y alberga grandes reuniones públicas, juegos y eventos importantes, incluido el Super Bowl el próximo mes.
Según los expertos, los bolardos (pequeños postes colocados para impedir el acceso de vehículos a determinados espacios) pueden ser una herramienta útil para evitar que los atacantes atropellen a peatones y multitudes. Pero puede ser difícil impedir que cada atacante busque como objetivo cualquier gran concentración de público.
En Nueva Orleans los bolardos diseñados para mantener los vehículos fuera de Bourbon Street no estaban instalados en la víspera de Año Nuevo porque estaban siendo reemplazados antes del Super Bowl del 9 de febrero en el Caesars Superdome, dijo la alcaldesa LaToya Cantrell durante la conferencia de prensa de la tarde, citada por el Post.
Los bolardos se habían instalado hace unos 10 años, detalló Cantrell, pero pronto comenzaron a funcionar mal, por lo que fueron reemplazados como parte del trabajo de infraestructura previo al evento deportivo.
Mientras, las autoridades de otras ciudades estadounidenses informaron que habían reforzado la seguridad, incluso en la Torre Trump y Times Square en Nueva York, y añadieron que no había amenazas inmediatas.
En Washington, la policía también dijo que había aumentado su presencia mientras la capital se prepara para acoger tres grandes eventos este mes: La certificación por parte del Congreso, el 6 de enero, de la victoria del presidente electo Trump; el funeral de Estado por el expresidente Jimmy Carter, el 9 de enero, y la toma de posesión de Trump, el 20 de enero.
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