El ‘Trampolín de la Muerte’ de Colombia: esta es la vía que necesita más que experticia para transitarla, todo un desafío para motociclistas

El ‘Trampolín de la Muerte’ de Colombia: esta es la vía que necesita más que experticia para transitarla, todo un desafío para motociclistas

En medio de los riesgos, esta carretera esconde una biodiversidad impresionante, desde tucanes hasta árboles frutales, que demuestran que la naturaleza también tiene su lugar en este peligroso recorrido La carretera ‘Trampolín de la Muerte’ conecta Mocoa y Pasto, destacándose por su peligrosidad y paisajes únicos - crédito Pablo Imhoff/YouTube

En el sur de Colombia, una carretera serpenteante conocida como el ‘Trampolín de la Muerte’ se ha convertido en un desafío tanto para conductores experimentados como para aventureros que buscan explorar sus paisajes únicos.

Esta vía, que conecta las ciudades de Mocoa y Pasto, no solo es famosa por su peligrosidad, sino también por la riqueza natural que la rodea. Según el creador de contenido colombiano Edwin Dávila, conocido como ‘El Pateperro’, esta carretera debería ser reconocida como el “Trampolín de la Biodiversidad” debido a la abundancia de fauna y flora que se encuentra en su recorrido.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

“Pero no vamos a hablar del trampolín de la muerte, sino del trampolín de la biodiversidad, ya que los habitantes de este sector le han nombrado así por la cantidad de fauna que hay“, precisó el creador de contenido para la plataforma de YouTube.

‘El Trampolín de la Muerte’, una de las rutas más peligrosas de Colombia, ha sido escenario de numerosos accidentes fatales. Su estrechez, los abismos que la flanquean y las condiciones climáticas impredecibles la convierten en un verdadero reto para quienes la transitan.

Según Dávila, esta carretera es considerada una especie de “graduación” para los conductores locales, que deben realizar maniobras extremas para sortear los obstáculos que presenta. A pesar de su reputación, los paisajes que ofrece son impresionantes: cascadas, quebradas y la imponente cordillera que se funde con la selva amazónica.

Cascadas, ríos y la transición entre los Andes y la Amazonía enmarcan el atractivo natural de la carretera - crédito Pablo Imhoff/YouTube

Una ruta marcada por la historia y la cultura

El origen de esta carretera se remonta a la década de 1930, cuando fue construida inicialmente por misioneros con el objetivo de llegar a comunidades indígenas. Desde entonces, ha evolucionado de ser un sendero para caballos a una vía transitada por vehículos de todo tipo. Sin embargo, su infraestructura sigue siendo limitada, con largos tramos sin pavimentar y zonas propensas a derrumbes.

Según el creador de contenido argentino Pablito Imhoff, que recorrió esta ruta en abril de 2023 como parte de su proyecto de viajar hasta Alaska en una Honda C90-Econo Power, o más conocida como la ‘Icono’; la carretera carece de alternativas asfaltadas más directas, lo que obliga a los conductores a enfrentarse a sus peligros.

Pablito describió su experiencia como un desafío constante, con curvas cerradas, niebla densa y tramos llenos de barro. Durante su recorrido, observó numerosas cruces y capillas improvisadas que rinden homenaje a las víctimas de accidentes en la vía. A pesar de las dificultades, destacó la belleza de los paisajes, comparándolos con la famosa Ruta de la Muerte en Bolivia.

“El paisaje, como en toda la ruta, es increíble. O sea, te encontrás con estos ríos, estas cascadas. Es una ruta escénica en todo el recorrido, en todo el trayecto. Acá miren la cantidad de cruces de imágenes de la virgen allá, del Niño Jesús. Casi todas las placas tienen la fecha julio 19 del 1991″, destacó Pablito.

El contraste entre el peligro y la biodiversidad

A lo largo del Trampolín de la Muerte, la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor. Según Dávila, esta carretera es un corredor natural para diversas especies de fauna silvestre, como el puma concolor, el oso de anteojos, el tucán andino y el gallo de las rocas. Aunque avistar a estos animales requiere de mucha suerte, su presencia resalta la importancia ecológica de esta región, que marca la transición entre la cordillera de los Andes y la Amazonía colombiana.

La peligrosidad del Trampolín de la Muerte también se debe a la cantidad de vehículos pesados que transitan por la zona - Pablo Imhoff/YouTube

El creador de contenido colombiano también destacó que, en medio de la carretera, es posible encontrar árboles frutales como aguacates, lo que refuerza la idea de que esta vía no solo es un desafío para los humanos, sino también un espacio vital para la biodiversidad. Por esa razón, algunos habitantes locales han comenzado a referirse a ella como el “Trampolín de la Biodiversidad”, buscando cambiar la percepción negativa asociada a su nombre original.

Un recorrido que combina adrenalina y paisajes únicos

Para quienes se aventuran a transitar esta carretera, la experiencia es una mezcla de adrenalina y asombro. Pablito relató cómo, a bordo de su pequeña motocicleta, pudo apreciar cada detalle del paisaje, desde las cascadas que caen junto a la vía hasta los ríos que deben cruzarse con precaución. Sin embargo, también advirtió sobre los riesgos, como la posibilidad de encontrarse con vehículos de gran tamaño en tramos estrechos o de perder visibilidad debido a la niebla.

Los accidentes y monumentos conmemorativos refuerzan la percepción de riesgo del ‘Trampolín de la Muerte’ - crédito Pablo Imhoff/YouTube

A pesar de las dificultades, el recorrido por el ‘Trampolín de la Muerte’ culmina con una sensación de logro. El argentino celebró su llegada a Mocoa como un triunfo personal, destacando que esta ruta, aunque peligrosa, es una de las más escénicas que ha transitado en su viaje por América Latina.

Más allá de su peligrosidad, el ‘Trampolín de la Muerte’ es parte integral de la cultura del Putumayo. De acuerdo con Dávila, esta carretera conecta a los habitantes de la región y es un símbolo de su resiliencia frente a las adversidades. Asimismo, su riqueza natural la convierte en un lugar único, donde la interacción entre la actividad humana y la biodiversidad crea un contraste fascinante.

En última instancia, tanto Dávila como Pablito coinciden en que esta carretera es mucho más que un simple camino. Es un testimonio de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, un desafío para los conductores y un recordatorio de la belleza y la fragilidad del entorno que nos rodea. ‘El Trampolín de la Muerte’, o “Trampolín de la Biodiversidad”, sigue siendo un lugar donde el peligro y la majestuosidad se encuentran en cada curva.

Construida en la década de 1930 por misioneros, esta carretera ha evolucionado manteniendo sus desafíos estructurales - crédito Pablo Imhoff/YouTube

“Ya hicimos el trampolín, gente. Fue un desafío. Fue igual o más difícil que la Ruta de la Muerte. Pero lo pasamos, eh, lo pasamos. Ahora a disfrutar de nuestra llegada triunfal a Mocoa. Me encuentro nuevamente con paisajes selváticos. Río Pepino me recuerda mucho a la Amazonía ecuatoriana. Finalmente, cumplimos el objetivo de hacer la ruta de la Muerte. ‘El trampolín de la Muerte’. Qué ruta difícil, por favor. No sé si esta ruta no es más peligrosa que la Ruta de la Muerte en Bolivia. Yo creo que lo que la hace más peligrosa es justamente el hecho de que haya vehículos, de que sea muy transitada”, concluyó Pablito.

Fuente

Infobae.com

Infobae.com

Lo + visto

Comentarios

Escribe un comentario