En 2024: 17 universidades del país están acreditadas con nivel de excelencia

En 2024: 17 universidades del país están acreditadas con nivel de excelencia

Tras recibir los resultados este 6 de enero, los 294 mil jóvenes que rindieron la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) se enfrentarán a la trascendente decisión de elegir una casa de estudios. Pero para hacer esta elección en base a la calidad contarán con un referente: la acreditación.

La acreditación es el proceso de certificación ineludible al que deben someterse todas las instituciones de educación superior en el país: universidades, centros de formación técnica, institutos profesionales y escuelas de fuerzas armadas, de orden y seguridad pública

Según la últimas cifras entregadas por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), organismo autónomo encargado de garantizar y promover la calidad en la educación superior del país, en 2023, de un total de 147 entidades académicas, solo 105 han sido acreditadas.

A través de este mecanismo, según el Ministerio de Educación, se evalúa el cumplimiento del proyecto de la institución, y la existencia, aplicación y resultados de mecanismos eficaces de autorregulación y de aseguramiento de la calidad.

Si estos mecanismos son más sólidos y se obtienen mejores resultados, mayor cantidad de años de acreditación recibe la institución. Existen diferentes niveles: 3 años equivalen a “básico”, de 4 a 5 años corresponde a “avanzado” y de 6 o 7 es “excelente”.

Según el último informe emitido por la Comisión Nacional de Acreditación CNA, entidad responsable del proceso, solo 17 universidades de un total de 55 existentes en el país ostentan este 2024 el nivel máximo de acreditación, el de excelencia, con 6 o 7 años.

De este grupo, la Universidad Andrés Bello UNAB fue acreditada en 2023 por 6 años todas las áreas evaluadas: gestión institucional, docencia de pregrado, investigación, vinculación con el medio y docencia de postgrado.

“Estar en el grupo de universidades de excelencia significa que la UNAB se ha consolidado como una de las instituciones más destacadas de Chile en términos de calidad educativa”, asegura Ana María Pavez, prorrectora de la UNAB.

“Al ser reconocida con la acreditación máxima, la universidad se posiciona junto a las mejores casas de estudios del país, lo que refleja un alto grado de compromiso con la calidad, la innovación y la mejora continua”, agrega.

La lista definitiva

La UNAB y las universidades de Tarapacá, de Los Andes, de Valparaíso y Diego Portales conforman el grupo de planteles que han ingresado en los últimos dos años al grupo de excelencia.

Por otra parte, las universidades Adolfo Ibáñez, Portales, de Los Andes y del Desarrollo, junto con la UNAB son las únicas privadas no tradicionales acreditadas en ese nivel.

Los criterios y estándares para medir la calidad de las instituciones utilizados por la CNA se agrupan en las siguientes dimensiones evaluativas: docencia y resultados del proceso de formación; gestión estratégica y recursos institucionales; aseguramiento interno de la calidad; vinculación con el medio; y por último, investigación, creación e innovación.

A continuación, la lista de los planteles con excelencia:

Universidades con siete años de acreditación

  • Pontificia Universidad Católica de Chile
  • Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
  • Universidad de Chile
  • Universidad de Santiago de Chile
  • Universidad de Concepción

Universidades con seis años de acreditación

  • Universidad Andrés Bello
  • Universidad Adolfo Ibáñez
  • Universidad Austral de Chile
  • Universidad Católica del Norte
  • Universidad de los Andes
  • Universidad de Tarapacá
  • Universidad de Valparaíso
  • Universidad del Desarrollo
  • Universidad Diego Portales
  • Universidad Técnica Federico Santa María
  • Universidad de la Frontera
  • Universidad de Talca

¿Qué atributos se reconocen?

Desde las universidades explican que en el proceso de acreditación institucional se evalúa la existencia formal de políticas y mecanismos que apunten al cumplimiento de los fines de una entidad académica.

También se verifica si estas se aplican sistemáticamente; si conducen a resultados, si estos se evalúan, y si a partir de ello se hacen ajustes que permitan cumplir con los propósitos declarados por la universidad, garantizando así permanentemente su calidad.

“Ser parte del grupo de universidades acreditadas en nivel de excelencia significa que la sociedad reconoce la excelencia de nuestra contribución en la formación de capital humano, en la excelencia de nuestra contribución al conocimiento, en la excelencia nuestra vinculación con el entorno”, explica Eduardo Álvarez, director general de Aseguramiento de la Calidad y Planificación de la Universidad de Talca.

“Y también es un reconocimiento a la excelencia de nuestra gestión institucional, siendo este último un elemento clave pues, en el largo plazo, es una buena gestión institucional lo que genera las condiciones habilitantes para que todo lo demás sea posible”, agrega.

“La acreditación de excelencia es fruto de dicho trabajo constante, y nos permite pertenecer a un grupo consolidado de universidades que han demostrado contar con mecanismos sistemáticos de autorregulación que les permiten asegurar calidad en el desarrollo de su proyecto educativo”, agrega Ángara Zambrano, prorrectora de la Universidad Austral de Chile (UACh).

Para la Universidad de Santiago de Chile “el proceso de acreditación es el resultado de un compromiso superior con la sociedad, cuyos propósitos son formar profesionales competentes en el ámbito disciplinar”, dice Marcelo Noël, director de Aseguramiento de la Calidad y Acreditación Usach.

Este estatus de excelencia implica que los estudiantes accedan a un ambiente universitario de primer nivel, con docentes altamente capacitados y la posibilidad de participar en programas de movilidad estudiantil internacional.

“Pero también, garantizar el desarrollo integral del proceso formativo con el estudiante y demostrar que es capaz de aportar a la sociedad, ya que en nuestro proceso de formación y modelo educativo, tenemos un profundo sello social que genera valor en conjunto con las diversas técnicas de las profesiones y movilidad social”, complementa.

En la UNAB señalan que esta acreditación se traduce en un entorno educativo que promueve la excelencia en todas sus áreas. “Los estudiantes se benefician de una educación respaldada por procesos de autoevaluación y mejora continua, que aseguran una formación de alta calidad”, señala Ana María Pavez, prorrectora UNAB.

La importancia de la autoevaluación

“El proceso de acreditación permite demostrar, a través de profundas sesiones de trabajo técnico en conjunto con la comunidad, el cumplimiento de los propósitos institucionales que determinan nuestro quehacer institucional”, dice Marcelo Nöel de la Usach.

Sobre cómo los procesos de acreditación impactan el funcionamiento de una casa de estudios, Bárbara Prieto, directora de Análisis Institucional y Planificación de la Universidad Católica, comenta:

“Para la UC, la acreditación no es solo una exigencia de la CNA, sino que es una oportunidad para reflexionar sobre nuestro quehacer, en todos los ámbitos, e identificar desafíos y formas de abordarlos, dentro del contexto de nuestro sistema de aseguramiento interno de la calidad”.

Actualmente la UC está en su cuarto proceso de autoevaluación, ya que su acreditación vence en noviembre de 2025. “Hemos procurado que, en todos los procesos, y en especial el que estamos llevando a cabo ahora, tengamos una participación grande y activa de todos los miembros de la comunidad”, explica Bárbara Prieto.

“Estamos convencidos de que entre todos hacemos universidad, que la reflexión participativa de cómo lo estamos haciendo y cuáles son nuestros desafíos es clave para seguir avanzando en el camino de la excelencia”, apunta.

Del mismo modo, el “autoanálisis” de la institución conduce a elevar su desempeño: “La generación de planes de mejora, como resultado de los constantes procesos de autoevaluación, en conjunto con otros instrumentos institucionales como son nuestra planificación estratégica, nos permite tener propósitos y desafíos claros, que dan lineamientos para la optimización de nuestros procesos”, explica Ángara Zambrano de la UACh.

La acreditación permite a los estudiantes y sus familias saber que están eligiendo una institución con altos estándares de formación, investigación y que es un proyecto que busca aportar más allá de las aulas al país.

Beneficios para los estudiantes

En definitiva, este estatus de excelencia implica que los estudiantes tengan acceso a un ambiente universitario de primer nivel, con docentes altamente capacitados y la posibilidad de participar en programas de movilidad estudiantil internacional.

La UNAB, por ejemplo, no solo está acreditada en Chile, sino que en Estados Unidos por la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE) por el período máximo de ocho años. También, tiene el diseño de su sistema de aseguramiento interno de la calidad asegurado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación de España (ANECA).

Por otro lado, la acreditación también determina los apoyos socioeconómicos a los cuales puede acceder el alumno. Si el plantel cuenta con ella, puede optar a beneficios estatales como becas, crédito con aval del Estado (CAE) y, por supuesto, a la gratuidad, siempre y cuando la institución esté adscrita a este beneficio.

“Una de las consecuencias directas es el acceso a aranceles regulados, aquellos que se transfieren en virtud de la gratuidad, que son más altos que las instituciones que están en niveles inferiores, y eso nos permite una mayor capacidad de crecimiento de nuestra matrícula”, explica Eduardo Álvarez, de la Universidad de Talca.

Entre las consecuencias indirectas de la acreditación está la atracción de mejores estudiantes, el convocar más y mejores académicas y académicos, junto con el apalancamiento de mayores recursos desde agencias de financiamiento, etc.

“En resumen, se genera un círculo virtuoso entre resultados y contribución presente y resultados y contribución futura”, explica.

Pero, sobre todo, la acreditación de excelencia es una garantía de calidad. “Esta certificación les permite a los estudiantes y sus familias saber que están eligiendo una institución con altos estándares de formación, investigación y que es un proyecto que busca aportar más allá de las aulas al país en su conjunto”, concluye Ana María Pavez, prorrectora de la UNAB.

Para más información se puede visitar el sitio ojodondeestudias.cl, que en un lenguaje cercano ofrece toda la información acerca del estado de acreditación de las instituciones. Y, también, se puede encontrar información de interés en https://mifuturo.cl/

Fuente

LaTercera.com

LaTercera.com

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