En medio de fuerte resistencia: senadores ingresan reforma al sistema político y Elizalde iniciará diálogo formal para construir acuerdo

En medio de fuerte resistencia: senadores ingresan reforma al sistema político y Elizalde iniciará diálogo formal para construir acuerdo

En las últimas semanas, cuando los parlamentarios hablaban con el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), para saber cómo iba el trabajo para conseguir una reforma al sistema político, el exsenador repetía la misma respuesta: “Estoy apaleando locos”.

Quienes han sido testigos de los pasos de Elizalde los últimos meses cuentan que el ministro lleva un buen tiempo embarcado en un proceso informal de “levantamiento de opiniones”. Y la frase con la que solía responder a quienes estaban interesados en la reforma, apuntaba al escenario revuelto que existe entre los distintos partidos políticos, ya que mientras pasa el tiempo más aumentan las diferencias respecto de las soluciones para enfrentar los problemas de fragmentación, discolaje e indisciplina.

Sin embargo, pese al silencioso y lento trabajo de Elizalde, un grupo de senadores agotó su paciencia y, tal como se había dicho anteriormente, con el fin de las elecciones regionales y municipales pasaron a la delantera del Ejecutivo e ingresaron una moción parlamentaria para reformar de manera acotada el sistema político. Al hacerlo, de inmediato se desató el desorden y las molestias entre los pasillos de la Cámara y el Senado.

El paso al frente de los senadores no estuvo alentado por Elizalde y generó de inmediato un remezón en el Parlamento. Cuando se difundió lo que harían los senadores, la convocatoria planteaba inicialmente que la moción sería patrocinada por la timonel del PS, Paulina Vodanovic; y el presidente del PPD, Jaime Quintana. Sin embargo, resistencias de último minuto provocaron un cambio de planes.

Los senadores que finalmente patrocinaron la moción fueron el presidente de RN, Rodrigo Galilea, los senadores de la comisión de Constitución Alfonso de Urresti (PS) y Luz Ebensperger (UDI), el jefe de bancada de los senadores socialista Gastón Saavedra, el senador Ricardo Lagos Weber y el jefe de bancada de Evópoli Luciano Cruz-Coke.

Rápidamente el ambiente en el Congreso se enrareció, sobre todo porque son varios los parlamentarios que no quieren que una reforma de este tipo tenga éxito. Mientras de Urresti se movía entre sus compañeros para cerrar los detalles de la moción parlamentaria y conseguir las firmas, tuvo que incluir un cambio de último minuto en el borrador que ya se había difundido.

“¡Paren las tintas!”, dijo el senador a sus asesores que se preparaban a imprimir el documento. Entre medio, el diputado y presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, cruzó de la Cámara hacia el Senado para acompañar el proceso y asegurarse de que esta vez la movida de los senadores no fracasara.

A inicios de mayo, el senador De Urresti quiso hacer esta jugada. Junto a sus asesores escribió una moción parlamentaria que reformaba el sistema político con cambios acotados como un umbral electoral de 5% y la pérdida de escaño para el parlamentario que renuncia a su partido. Sin embargo, un telefonazo del Presidente Gabriel Boric hizo que su misión fracasara.

El Mandatario le pidió que desistiera de su idea, para que así el gobierno ganara tiempo para generar, en primer lugar, un consenso con todas las fuerzas de la alianza de gobierno.

Con el anuncio de los senadores dando vuelta entre los parlamentarios, fue Demócratas una de las colectividades que rápidamente se activó para hacer una advertencia. La senadora Ximena Rincón junto a la diputada Joanna Pérez convocaron a un punto de prensa con el objetivo de rayar la cancha. “No hay reforma política posible si no existe voto obligatorio real. Eso es lo primero que debemos despejar como requisito”, afirmó Rincón.

Pese a las aguas revueltas del Congreso, los seis senadores lograron su cometido y, pasadas las 17.13, dieron el punto de prensa con el cual oficializaron el ingreso de la tan ansiada reforma al sistema político.

La moción implica tramitar una reforma constitucional que instale un umbral electoral del 5%. Esto quiere decir que solo los partidos políticos que alcancen al menos el 5% de los votos válidamente emitidos a nivel nacional en la elección de diputados tendrán derecho a participar en la atribución de escaños en dicha Cámara.

El umbral no se aplicará al partido que tenga escaños suficientes para sumar como mínimo ocho parlamentarios. La reforma también impide las listas de candidatos independientes y restringe el financiamiento de los partidos solo a los aportes que haga el Estado.

Además, la moción establece que cesará en su cargo el diputado o senador que renuncie al partido que hubiera declarado su candidatura. Lo mismo pasará con el diputado o senador independiente que, elegido en lista de un partido, comience a militar en una colectividad distinta a la que declaró su candidatura o renuncie a su comité parlamentario. El escaño será reemplazado por otra persona designada por el partido.

Para intentar de convencer a los partidos más chicos que se verán afectados en caso de que se apruebe un umbral de ese tipo se incluyen excepciones transitorias que solo tendrán efecto para la elección parlamentaria de 2025.

Para esos comicios el umbral será del 4% o cuatro parlamentarios. También se permitirá la fusión de partidos de una misma lista o pacto para que así puedan alcanzar el umbral, lo que se deberá hacer hasta 30 días después de calificada la elección. Otra forma de lograr el umbral, es permitiendo la federación de partidos.

“Nosotros estamos abriendo un proceso, este no es un proyecto de término, de cierre ni de clausura. Tenemos que mejorar el sistema político y esta es una contribución transversal, no es amenazar a nadie”, dijo De Urresti. Por su parte, la senadora Ebensperger afirmó que “el sistema político ya cumplió su ciclo y tenemos que mejorarlo”.

La senadora Luz Ebensperger (UDI).

Ronda de Elizalde

A diferencia de lo que fue el intento fallido de De Urresti, esta vez el gobierno no realizó gestiones para bajar la moción de los senadores, pero tampoco la alentó. Si bien La Moneda se comprometió a tramitar una reforma política durante este gobierno, ha optado por una estrategia más cautelosa.

A ojos del Ejecutivo, la moción de los senadores “es un insumo que puede generar condiciones para abrir el debate”. En La Moneda saben que la reforma de los senadores podría conseguir 29 votos en el Senado -los 4/7 para aprobar una reforma constitucional- pero eso no significa que existan los 89 apoyos en la Cámara.

Por lo mismo, en el Ejecutivo existían dudas de si la presentación de un proyecto así ayuda a generar el acuerdo necesario para que los cambios tengan factibilidad política. Esto adquiere especial relevancia si se toma en cuenta que el acuerdo de los senadores no incluye representantes del PC, del Frente Amplio (FA), la DC ni tampoco a los partidos chicos que controlan a los grupos no alineados de la Cámara.

A eso se suma que buena parte de los partidos oficialistas ya no apoyan el umbral electoral como herramienta para combatir la fragmentación, sino que son partidarios de eliminar los pactos electorales.

Estudio del CEP advierte que los umbrales “no abordan las causas del problema del sistema político” y sugiere prohibir los pactos electorales

El ministro Álvaro Elizalde (PS).

Las voces disidentes no se demoraron en llegar. “Una de las normas impide que sean elegidos los candidatos de los partidos que no lleguen al umbral del 5% nacional del electorado, aunque hayan sacado el 100% de los votos de un distrito. Y lo que es peor, asigna y adjudica esos escaños a los partidos que sí han llegado al umbral del 5%, aunque en el distrito respectivo tengan 0 votos. Es un verdadero lanzaso político, antidemocrático y antiestético”, dijo el diputado Jaime Mulet (Regionalista Verde), quien además promueve otra moción parlamentaria en la Cámara que crea las federaciones de partidos.

Con el debate abierto por los senadores, Elizalde iniciará formalmente la próxima semana un diálogo con todas las fuerzas para construir un acuerdo que permita que la reforma al sistema político tenga votos para aprobarse.

Más adelante eso podría traducirse en indicaciones del Ejecutivo o eventualmente un nuevo mensaje presidencial. Al respecto, el senador De Urresti dijo que espera que el gobierno respalde la moción de los senadores y que “genere una mesa de trabajo lo más amplia posible”. El senador Lagos Weber, en tanto, agregó que pretende que la reforma tenga “un tratamiento relativamente rápido dentro de la agenda legislativa”.

Elizalde tiene en mente que esto sea una reforma acotada y que incluya incentivos al agrupamiento de partidos que piensan casi lo mismo, tal como lo hicieron las tres colectividades que se fusionaron en el partido único del FA. Esto con el objetivo de que la reforma enfrente la atomización y permita que la ciudadanía pueda distinguir lo que representan las distintas fuerzas políticas.

Fuente

LaTercera.com

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