Esta aspiradora inalámbrica logró que me gustara hacer el aseo
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Esta aspiradora inalámbrica logró que me gustara hacer el aseo
Aspirar es una actividad que provoca sentimientos encontrados: nunca dan ganas de encorvarse ni someterse a ese ruido ensordecedor pero, una vez que se está ahí, viendo cómo la mugre desaparece mágicamente del suelo, una extraña y satisfacción se instala con vergüenza en el corazón.
No es más, pero tampoco menos, que el mundano placer de ver la casa limpia, un gusto que en mi caso es efímero, pues un perro y dos niños se encargan de que dure lo menos posible. Y que den aún menos ganas de repetirlo.
Aparte de la incomodidad de mirar tu propia suciedad a los ojos, es probable que el desprecio por el acto de aspirar tenga mucho que ver con el aparato con el que se realiza. Siempre compré aspiradoras baratas, de marcas menores, tacañería que he pagado con dolores de espalda, decibeles insoportables, poco poder de succión y escasa vida útil. ¿Por qué gastar tanto dinero en algo que no me gusta hacer?, pensaba, cada vez que tenía que comprar una nueva.
Con la Dyson V8 vine a descubrir, bien tarde en mi vida, que ese razonamiento carece de toda lógica: esta aspiradora inalámbrica premium me comprobó que entre más desagradable sea la tarea doméstica, más debe uno invertir en el electrodoméstico que la ejecuta.
¿Tanto como para desembolsar 769.990 pesos? Ahí dependerá de cada bolsillo y presupuesto. No vamos a negar que es una suma muy alta, más si se la compara con lo que cuesta en Estados Unidos —“apenas” unos 400 mil pesos—, pero la experiencia de uso es realmente superior a cualquier otra que haya tenido. Tanto, que incluso me han dado ganas de que el piso se ensucie más rápido para volver a pasarla.
Una marca de renombre
Quienes malgastan sus días viendo videos en redes sociales se habrán topado más de una vez con personas, en Estados Unidos o Europa, usando productos Dyson. A diferencia de un electrodoméstico común y corriente, los de esta marca dan ganas de mostrarlos: no solo porque su diseño es moderno y colorido, sino porque funcionan como si vinieran de un futuro hermoso.
En Chile, hasta hace poco, no era posible encontrarlos, pues Dyson no tenía representación oficial. Había que comprarlos directamente en el extranjero o bien pagar costosos gastos de envío y aduaneros. Pero a fines del año pasado, la marca por fin se instaló en el país y ahora es posible adquirir sus productos con solo un par de clics y sin mucha espera.
Aunque tienen purificadores de aire y secadores de pelo, las estrellas de su catálogo son las aspiradoras inalámbricas. Por ahora tienen disponibles dos: la V8, un modelo del año 2017, y la más poderosa y nueva V15 Detect, del 2021.
Pude probar la V8, una aspiradora que no parece tener siete años de antigüedad. Su poder de succión —115 AW— es obviamente menor al de aspiradoras con cable, que pueden llegar a 250 AW, pero se compensa por dos atributos: un modo MAX, que tiene una succión realmente poderosa (aunque usa muchísima más batería), y también por sus fenomenales cabezales, estilizados como un auto deportivo pero al mismo tiempo muy funcionales, pues realmente cumplen con la función que prometen lograr.
Cabezales para perder la cabeza
El principal es un cepillo llamado Motorbar, ancho y con unas suaves aspas que remueven la mugre del suelo, especialmente los pelos, y la hacen desaparecer dentro de su recipiente. Fue realmente conmovedor cuando la pasé por la alfombra de mi living, sepultada con una permanente capa de pelos caninos que solo es posible remover refregándola con el pie, como un toro antes de atacar al torero; en apenas un movimiento, la aspiradora sacó más pelo y mugre del que incluso era visible.
Ese cepillo es apto para todo tipo de pisos, pero una de las gracias que han hecho famosas a las aspiradoras Dyson, especialmente a la V8, es la cantidad de cabezales accesorios que incluye.
En este caso, la aspiradora viene también con una rinconera, un cabezal angosto y alargado pensado para bordes, esquinas y espacios de difícil acceso. También viene con uno llamado accesorio multifunción: una boquilla más ancha, diseñada para aspirar autos o muebles, que además incluye un cepillo para limpiar objetos como lámparas o cortinas.
Además hay un accesorio para colchones o sillones, más plano y pensado para superficies blandas, y un cepillo con un suave acolchado, una especie de peluche giratorio que funciona muy bien en pisos lisos y delicados, como parqués o baldosas. Por último, la Dyson V8 incluye un “minicepillo motorizado”, un rodillo en forma de cono, que tiene su propio motor interno y que se especializa en la absorción de pelos largos, evitando que se enreden.
Pueden parecer demasiados cachibaches, y quizá alguno nunca sea necesario utilizarlo, pero no existen porque sí: cada uno realmente consigue su objetivo y marca una diferencia.
Lo comprobé al pasar la rinconera por los guardapolvos de mi departamento, los cuales siempre debía barrer antes de aspirar. Acá no hizo falta. También con el accesorio para colchones cuando limpié mi sofá, que en realidad es de mi perro, y fue capaz de absorber tanto sus pelos como sus pulgas, garrapatas, ácaros y otros microbios que habitan en su pelaje.
Una batería digna
La principal crítica que recibe la Dyson V8, así como otras aspiradoras inalámbricas, es que su batería dura muy poco tiempo. En este caso, si se utiliza en modo estándar y con un cabezal no motorizado, la autonomía es de 40 minutos. Y si se usa en modo MAX, de solo 7 minutos.
Ahora bien, como la gracia es aprovechar los magníficos cepillos de Dyson, la batería en modo estándar, cuando se utilizan esos rodillos, en realidad dura un poco menos (33 minutos, según los cálculos que hicimos y que comparamos con otras reseñas), pero en mi caso fue más que suficiente. Con una sola carga pude aspirar a fondo las tres habitaciones de mi departamento, el living-comedor, la cocina y los dos baños, alternando entre los cabezales e incluso pasándola por sillones y camas.
Obviamente, en una casa de dos o tres pisos, con grandes dormitorios o largos pasillos, la batería de la Dyson V8 no alcanzará para un aseo completo, pero es evidente que esta aspiradora no está diseñada para esos enormes espacios, sino que para departamentos medianos o incluso grandes, donde se hace incómodo andar desenchufando o tironeando cables constantemente.
Otra queja que se lee en internet es que la batería toma mucho tiempo en cargarse completa: cinco horas, de cero a cien por ciento. Por supuesto que es mucho rato si uno necesita pasar la aspiradora y se encuentra con que no tiene carga. Pero ahí la culpa no es de la batería sino de uno mismo, que no fue capaz de enchufarla justo después de usarla.
Porque demora cinco horas, eso es verdad, pero si uno la conecta cuando termina de ocuparla —algo que no requiere de ningún esfuerzo—, la Dyson V8 estará siempre lista para ser usada y con carga completa. Es más: el modelo incluye un soporte para la pared que, si uno lo instala cerca de un enchufe, permite que la aspiradora se cargue cada vez que se guarda. Al que se planifica, dios le gratifica.
Fácil de limpiar
La V8 tiene un recipiente transparente en el cual uno puede ver en vivo y en directo cuánta suciedad está aspirando. No parece un gran panorama pero, al menos para mí, resultó fascinante mirar toda la mugre que es capaz de esconderse en mi alfombra en apenas un par de días. Ahí es cuando uno comprueba el poder de los cepillos motorizados, que levantan una cantidad de pelo y polvo realmente sorprendente.
Su único problema, a mí gusto, es que el volumen del recipiente —de 530 ml, aproximadamente— se hace pequeño. En especial si uno tiene una mascota peluda en el departamento, pues los pelos lo llenan con mucha rapidez y es necesario vaciarlo muy seguido antes de continuar con el aseo.
Por suerte el vaciado es sencillo: solo hay que separar el armazón del tubo o cabezal, ubicarlo sobre un basurero y tirar de una ranura: automáticamente el recipiente se abre y todo el contenido cae. No hace falta meter la mano ni sacudirla para que quede despejada y poder seguir aspirando.
La limpieza también es fácil. Antes de hacerla conviene revisar los videos y demostraciones que aparecen cuando uno ingresa el código QR que viene en el manual, pero consiste básicamente en lavar con agua los dos filtros que trae —un pre y un posfiltro HEPA—, dejarlos secar bien y pasarle un paño húmedo al interior del recipiente. Todo eso, sugieren desde Dyson, es recomendable hacerlo al menos una vez al mes.
La Dyson V8 es una aspiradora robusta pero compacta, larga y liviana, que no usa mucho espacio a pesar de su gran potencia. El gran defecto, me parece, aunque tampoco es tan terrible, es que no se para por sí misma. Luego de utilizarla, mientras uno hace una pausa o mueve alguna silla, hay que encontrar algo en donde apoyarla, ya sea una pared o un mueble, ya que de lo contrario se cae. Cuando agreguen esa posibilidad en el diseño —y acerquen el precio al que tiene en Estados Unidos— podremos decir, con la más absoluta de las convicciones, que la aspiradora perfecta existe. Y que pasarla es realmente un placer.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 6 de enero de 2025. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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