Expertos y gremios ven en buen pie exportaciones chilenas a EE.UU. pese a nuevo mandato de Trump
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Expertos y gremios ven en buen pie exportaciones chilenas a EE.UU. pese a nuevo mandato de Trump
El categórico triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos no generaría amenazas a las relaciones comerciales que Chile mantiene con la primera economía mundial. Ello, pese a los temores que podría despertar en otras latitudes el marcado afán proteccionista que cruzó toda la campaña del expresidente norteamericano, en la que prometió aplicar un arancel universal del 10% a las importaciones procedentes de todos los países extranjeros y un arancel del 60% a los productos fabricados en China.
Una situación que podría preocupar a tres de los sectores más relevantes de la economía nacional: la minería, la salmonicultura y el forestal. El comercio bilateral entre Chile y Estados Unidos, que en 2023 alcanzó exportaciones por US$14.404 millones, ubica a ese mercado norteamericano como el segundo de mayor relevancia para nuestro país después de China. Y al mirar los 10 principales productos enviados desde Chile al gigante de la economía mundial, lideran el cobre y los salmones, tanto frescos como congelados, aunque también figuran frutas como las uvas y productos madereros (ver infografía).
Pese a ello, para distintos expertos en comercio internacional, el intercambio de bienes entre Chile y la primera economía mundial estaría protegido por el Tratado de Libre Comercio (TLC) que tienen ambas naciones. Una visión que comparten además desde diversos gremios exportadores enfocados en el mercado estadounidense.
Alejandro Jara, que lideró la antigua Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) -actual Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei)- entre junio de 1999 y marzo del 2000, afirma que “salvo casos que hubo de las botellas de vidrio para vino, no ha habido ninguna acción contra productos chilenos en materia antidumping” desde que ambos países cuentan con el TLC, suscrito en junio de 2003.
Jara incluso recuerda que la relación comercial “en algún caso ha mejorado, por ejemplo, lo que se acordó en materia de uva, que complementa el tratado y lo mejora, y un acuerdo entre Chile y EE.UU. en materia de las denominaciones de origen”.
Así, pese al triunfo de Trump, para Jara “el tratado se ha cumplido y no veo motivo por el cual vaya a ser cambiado o se vayan a incumplir sus disposiciones por parte de EE.UU.”. Agrega, además, que “EE.UU. ha mantenido con Chile una balanza favorable”, un aspecto que, recordó, “es una cosa que desde un punto de vista estrecho, siempre le ha preocupado a Trump y a su propia gente”.
Sobre la idea de subir aranceles en forma universal al 10%, Jara plantea que “normalmente uno esperaría que respete los tratados de libre comercio que tiene y que excluya a los países con los que tiene acuerdo de libre comercio. Y si quiere subirle los aranceles al resto del mundo, como lo hizo por ejemplo con México hace un tiempo, allá ellos”.
Eso sí, para Jara hay riesgos por el lado de la institucionalidad del multilateralismo. “EE.UU., bajo Trump y bajo Biden, no ha demostrado tener un gran interés en la crisis que vive el sistema multilateral de comercio, contribuyendo a la misma. Entonces, hay parte de las normas que rigen nuestro comercio con EE.UU. y con todo el mundo, que también están impactadas”, apunta.
Para Osvaldo Rosales, quien lideró la Direcon entre 2000 y 2004, la victoria del candidato republicano permite prever un “desorden” en el comercio internacional con medidas arancelarias y retaliaciones, por lo que el escenario global podría tener efectos indirectos, pero no supone un riesgo para las exportaciones nacionales.
“En un contexto de menor crecimiento del comercio internacional, podemos tener complicaciones adicionales que indirectamente nos pueden golpear. Ahora, en un plano estrictamente bilateral, yo en lo inmediato no veo grandes dificultades porque somos una economía pequeña y porque además tenemos exportaciones que no afectan a lo que le preocupa a Trump”, indica.
Sin embargo, sostiene que “conociendo a este señor, uno no puede descartar que algún grupo de productores agrícolas plantee alguna inquietud en un producto específico, y que eso pueda significar algún problema”, pero remarca que en dicho caso “entraría a operar el capítulo de resolución de controversia que nos rige bilateralmente”, en el marco del TLC. Con todo, reconoce que “eso es especular, y en primera instancia, no se ven dificultades comerciales bilaterales, pero sí veo con mucha inquietud impactos en el sistema multilateral de comercio”.
Carlos Furche, quien sucedió a Rosales en la Direcon, donde estuvo hasta marzo de 2010, destaca que “en el caso de Chile, si bien durante la primera presidencia de Trump no tuvimos un efecto directo” por las políticas proteccionistas del republicano, “de todas formas, es evidente que la elección de Trump y su segunda presidencia afectará el ambiente de las relaciones comerciales en el mundo, no sólo la bilateral de Chile con EE.UU. a la que hay que hacerle un seguimiento estrecho, pero desde luego no será la primera prioridad de la política comercial de EE.UU.”.
En la visión de Furche, el regreso de Trump al poder “para países que tienen buena parte de su desarrollo fundado en su comercio exterior, esto no es una buena noticia. Y Chile es justamente uno de esos países”.
Gremios con balances mixtos
Para algunos de los gremios cuyas exportaciones están enfocadas en el mercado norteamericano, la victoria de Trump no supone amenazas.
“Aunque Trump ha sido enfático en su política proteccionista, especialmente hacia China y el sector manufacturero, aún es pronto para determinar si sus medidas afectarán a todos los sectores por igual, aunque parece poco probable”, señaló Francisco Gana, jefe del Departamento de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura.
El presidente de Frutas de Chile (exasoex), Iván Marambio, de hecho, es optimista. “Las relaciones comerciales con Estados Unidos son muy profundas y de larga data, lo que ha permitido beneficiar a ambos países históricamente. Desde 2004 opera un Tratado de Libre Comercio (TLC) que hoy regula todas las materias de interés entre ambas naciones, por lo que como gremio no tenemos ninguna duda de que esto seguirá siendo así en el futuro”, indicó.
Misma visión entregó Víctor Catalán, presidente de Fedefruta, quien afirmó que “no vemos ningún reparo en términos comerciales con la elección de Trump en Estados Unidos”.
En una línea similar, el presidente de SalmonChile, Arturo Clement, mostró su esperanza en “poder seguir fortaleciendo este mercado que es clave para nuestro sector productivo”. Agregó que “confiamos en que se mantengan las condiciones que han permitido el éxito de esta relación comercial y se fortalezcan las instancias de cooperación en temas de comercio e inversión”.
Sin embargo, una mirada con matices ofrecieron desde la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Su presidente, Jorge Riesco, enfatizó en la dependencia de Chile de las exportaciones de cobre a China, lo que “nos expone a cualquier desaceleración en la economía del gigante asiático derivada de tensiones comerciales con Estados Unidos”. En esa línea, remarcó que durante el primer período de Trump “el precio del cobre llegó a caer por debajo de US$2,3 por libra, afectando los ingresos fiscales y las utilidades de las empresas mineras”, evidenciando “la vulnerabilidad de Chile ante fluctuaciones en la demanda china”. Por eso, subrayó en la necesidad de que “tanto el Estado como el sector privado (puedan) para tomar los resguardos ante los efectos que una política proteccionista de Trump pudiera generar”.
Con todo, afirmó que en lo interno, la llegada de Trump es un desafío para la política exterior, que debería aprovechar las oportunidades que genera un gobierno republicano para países como Chile, que tiene muchas ventajas al contar con recursos naturales, energéticos y tratados bilaterales de libre comercio. “Sin embargo, es difícil concebir que el actual gobierno avance mucho en esa línea”, afirmó.
Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), apuntó al efecto global de un enfrentamiento comercial. “Nos preocupa el afán proteccionista y esperamos que eso no se concrete. Un mundo menos globalizado es muy negativo para la economía mundial, perjudica a todos los países y a todos los consumidores”, indicó.
Expertos perfilan riesgos para cobre y litio
El previsible enfrentamiento entre China y Estados Unidos puede afectar a la principal exportación chilena: el cobre. Sin embargo, los riesgos también alcanzan al litio.
Para Cristián Cifuentes, analista senior de estudios de Cesco, la visión más dura de Trump hacia el gigante asiático lo puede llevar “a distanciarse de China en materia de minerales críticos como cobre, litio e incluso tierras raras”, lo que “podría ser preocupante si es que Trump toma la decisión de aplicar aranceles altos a las importaciones chinas”, ya que “obviamente podría hacer reaccionar a China”.
Eso sí, recuerda que “Estados Unidos no tiene la capacidad interna de autoabastecerse”, por lo que “probablemente busque acelerar el desarrollo de proyectos mineros en Estados Unidos, potenciándolo como ‘un competidor’ en materia de suministro de minerales críticos, pero eso sería bastante lento de todas formas”.
Para Juan Ignacio Guzmán, CEO de GEM Mining Consulting, el triunfo de Trump “reaviva la retórica de la guerra comercial con China, lo que eventualmente complica al país asiático”, incluso hasta el punto de arriesgar un retroceso en su economía. “Hoy día China enfrenta una peor situación que la vez pasada, porque su economía local ya está bien resentida, entonces una guerra comercial con Estados Unidos podría eventualmente traer un riesgo de recesión”, advierte.
Con todo, Guzmán enfatiza que el retroceso visto en precio del cobre -cayó 3,51% a US$4,19 la libra en la Bolsa de Metales de Londres- podría ser revertido a partir de este viernes, cuando el Politburó de China se reúna a evaluar estrategias para mejorar la economía del gigante asiático.
“Evidentemente el mercado está a la expectativa de lo que China puede hacer dado el triunfo de Trump, ya que probablemente sea distinto a lo que hubiera hecho si ganaba Kamala Harris. De tal manera, yo creo que de aquí al viernes probablemente veamos que los precios de los commodities bajen un poquito más, pero no tanto. Y el lunes, dependiendo de lo que el mercado sienta sobre la respuesta china a esta elección, podríamos ver o bien que los mercados se fortalecen, si es que el plan de China muestra una credibilidad importante en los mercados respecto a que se va a fortalecer la economía o, derechamente, que el precio de los commodities siga cayendo si es que el mercado considera que las medidas de China son insuficientes para contrarrestar el efecto Trump”, indicó.
Respecto al litio -cayó 1,96% en China-, Guzmán ve que la propuesta de poner término a la Ley IRA “era esperado por el mercado”, por lo que los subsidios a industrias enfocadas en energías limpias podrían desaparecer, en línea con “una tendencia internacional de eventualmente buscar una reducción en las emisiones, pero a costos que sean razonables para los consumidores y los países”.
“Aunque obviamente va a haber un choque inicial, yo creo que las tendencias a largo plazo se van a mantener. Y por lo tanto, el consumo de los metales llamados críticos, cobre, litio, cobalto, níquel, manganeso, etc., va a seguir aumentando de forma significativa en los próximos años”, concluyó.
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