Expresidente del Congreso puso en duda revelaciones de Petro sobre plan para asesinarlo: “¿Por qué no hay resultados?”

Expresidente del Congreso puso en duda revelaciones de Petro sobre plan para asesinarlo: “¿Por qué no hay resultados?”

Ernesto Macías, que fue titular de la corporación entre 2018 y 2019, durante el primer año del gobierno de Iván Duque Márquez, se refirió en sus redes sociales a las acusaciones del hoy presidente sobre la intención que habría de acabar con su vida

Las declaraciones del presidente de la República, Gustavo Petro, sobre un plan para asesinarlo, continúan generando toda clase de comentarios en las redes sociales. Las más recientes fueron las del exsenador Ernesto Macías, expresidente del Congreso, que se manifestó el lunes 23 de septiembre sobre lo dicho por el primer mandatario, que insistió en alocución presidencial en la víspera, sobre el entramado con el que se pondría fin a su vida. Y, palabras más, palabras menos, las minimizó.

Macías, que ocupó la presidencia del Legislativo entre 2018 y 2019, en representación del partido Centro Democrático, no desaprovechó la oportunidad para lanzar algunas pullas al primer mandatario, pues pese a que ha reiterado que la información de un ataque en su contra proviene de la embajada de los Estados Unidos en Colombia y de la DEA, está convencido de que sería una maniobra distractora del gobernante para desviar la atención a otros asuntos ajenos a su Gobierno.

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“Las amenazas nunca deben subestimarse. Petro lleva meses diciendo que lo quieren matar, luego debe tener pruebas. Se trata del jefe de Estado, comandante de la Fuerza Pública, y jefe político de la Fiscal. ¿Por qué no hay resultados o detenidos por semejante situación tan grave?”, se cuestionó Macías, que no le dio crédito a las afirmaciones del presidente, ante la falta de evidencia que las soporte, pues para el excongresista se han convertido en una estrategia recurrente.

¿Qué fue lo último que dijo Gustavo Petro del atentado en su contra?

En la alocución retransmitida en cadena nacional el domingo 22 de septiembre, que duró cerca de 20 minutos, el jefe de Estado mencionó el atentado que se está fraguando en su contra: que según él será, principalmente, con explosivos, pese a que uno de sus aliados políticos, el pastor Alfredo Saade, le reveló al periodista Hollman Morris, a través de la señal del sistema de medios públicos Rtvc, que al presidente lo quieren envenenar, según él, para hacerlo pasar como si fuera una sobredosis.

“Están buscando, con artificios y manipulaciones políticas, tumbar al presidente elegido con el voto popular de las y los colombianos. (...) Para el asesinato quieren usar venenos o volquetas llenas de explosivos a mi paso, francotiradores. Para tumbar al gobierno quieren un golpe parlamentario, una votación en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que anule el voto del pueblo”, enfatizó el primer mandatario en su intervención.

Las versiones sobre un presunto atentado contra Petro empezaron a surgir desde el 20 de julio, cuando el mandatario llegó con un retraso de tres horas al desfile militar del Día de la Independencia. En aquella ocasión, fue cuando se mencionó por primera vez el papel que habría jugado la embajada americana en el suministro de información; aunque luego, el 1 de septiembre, se reveló que el supuesto testigo de lo que sería este ataque habría entregado información falsa.

En su momento, las informaciones sobre un supuesto atentado estaban basadas en el testimonio de Jhon Alexander Bernal, que supuestamente dio detalles de estos sucesos, que se cometerían con sendos fusiles, pero después se retractó. Lo dicho por este hombre, de acuerdo con la Fiscalía, tendría algunos vacíos que generaron la sospecha de los investigadores que tuvieron a su cargo, lo que lo llevó a admitir, finalmente, que lo dicho no carecía de veracidad.

Pese a que Petro ha reiterado que sí existe un plan en su contra y entregó su propia versión, aunque con algunas modificaciones, hasta el momento no se conocen pruebas que apoyen su preocupación. Motivo que ha llevado a una serie de comentarios en los que se ha hecho pública la desconfianza –en especial de los sectores opositores– del referido plan para ultimarlo en un plazo no mayor a tres meses; con el fin de sacarlo del poder.